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Jesús Hellín / Europa Press

Cronología mediática de los cinco días de “reflexión” de Sánchez

Las portadas de los principales periódicos de España se han centrado en el liderazgo de Sánchez y no en las consecuencias de ‘lawfare’


La carta y posterior decisión de Pedro Sánchez de quedarse tras cinco días de reflexión ha sido enmarcada por los medios de comunicación desde diferentes perspectivas, aunque con un trasfondo bastante similar. Analizando las diferentes portadas cronológicamente se puede dar uno cuenta de ello.

25 de abril: Carta a la ciudadanía

La carta a la ciudadanía publicada por Pedro Sánchez en X el 24 de abril poco después de las 7 de la tarde se convirtió en la noticia que copaba todas las portadas de los periódicos españoles, con la posible dimisión del presidente como marco principal tanto de la derecha como de la progresía mediática, aunque con perspectivas diferentes.

Desde los medios de derechas, enfatizaban en la idea de dimisión de Sánchez como una “victimización” y una “amenaza”:

ABC: «Sánchez amaga con dimitir y pone a España en vilo. Aprovecha la investigación judicial por tráfico de influencias a su mujer para buscar una ola de adhesiones y emplaza al lunes la decisión sobre su futuro».

El mismo periódico señala que a través de la carta, Sánchez «se declara víctima de la “coalición derechista y ultraderechista” que “no tolera la realidad de España”». Sobre la imagen que ocupa toda la portada, el propio medio detalla: “Pedro Sánchez, con el rostro crispado, ayer durante la sesión de control en el Congreso”.

A la versión en papel, cabe añadir la editorial del mismo día 24 que ABC titulaba: “Sánchez manipula al país”, añadiendo que el presidente del Gobierno “dobla la apuesta y amaga con dimitir, excusándose en una supuesta persecución a su mujer”, contemplando la denuncia Manos Limpias, liderado por el exmiembro de Frente Nacional Miguel Bernard, a base de recortes de prensa y bulos como una excusa y “supuesta” persecución.

La Razón: “Sánchez amenaza con dimitir”. A este titular también le sigue en su interior la editorial “Victimismo y medias verdades”, en la que La Razón asegura que es un “espectáculo” que “no hace más que alentar y aumentar las sospechas de irregularidades en los negocios de asesoramiento de su esposa”.

También con la idea de victimización, El Mundo: “Sánchez pone a España en interinidad para victimizarse”, con una imagen del presidente dando la espalda, marchándose del Congreso.

Por su parte, la progresía suavizaba los días de espera con un “Sánchez medita su dimisión” de El País. Este medio señalaba la acusación del presidente “a la derecha y la ultraderecha de una estrategia de acoso”.

Por su parte, La Vanguardia titula: «Sánchez anuncia que se plantea dimitir por “el acoso” a su esposa», con una imagen de Pedro Sánchez agotado. También recogen la frase “necesito parar y reflexionar, responderme si merece la pena”, un enfoque marcado por la humanización del presidente.

26 de abril: alas a la derecha y defensa de Sánchez

Este día se recogieron las primeras reacciones. Desde la derecha, apoyo a la figura de Feijóo y palabras como “miedo” y “agitación” sobre el PSOE:

ABC: “La maniobra de Sánchez descoloca a las instituciones europeas” y añaden en portada a Feijóo como el relevo en caso de dimisión de Pedro Sánchez, reforzando esta posibilidad: «Feijóo prepara al PP para cualquier escenario: “estamos listos”».

La Razón por su parte se centra en la manifestación organizada por el PSOE: “El equipo de Sánchez agita la movilización “frente al odio” por SMS”. De nuevo, Feijóo en portada, recogiendo sus palabras de “secuestro” a España.

Es clave también cómo vinculan esta llamada a movilizarse y la denuncia de ‘lawfare’ con el odio a poder judicial y mediático: “Un llamamiento «para defender la democracia y nuestro país frente al odio», como detallan en la convocatoria. Un odio con el que se refieren a jueces, oposición y medios que no siguen el argumentario oficial de Moncloa”, aseguraba en su portada La Razón.

El Mundo también transmitía temor: “El PSOE agita el miedo a una dimisión y su bloque se agrieta”, intentando crear un marco de debilidad en el bloque de investidura, además de llevar en fotografía un mitin de Illa con el apoyo a Sánchez en pleno inicio de las elecciones catalanas.

Desde la progresía, las portadas fueron una ventana a esa llamada a la movilización:

El País: “El PSOE llama a la movilización para que Sánchez no dimita”. De imagen, una fotografía conmemorativa de la Revolución de los Claveles.

En este titular se puede observar cómo el marco está centrado en una movilización para que el presidente no tome la decisión de marcharse, desviándose de la cuestión principal por la que se desencadenó todo: el ‘lawfare’.

Así, la cuestión principal no es la propia acusación por parte de un pseudosindicato basándose en unos recortes de prensa y bulos de unos digitales admitida a trámite por un juzgado en Madrid. El marco de la prensa ya sea en defensa como en este caso o atacando, es Sánchez y su decisión sobre si sigue o no. Es decir, se aleja el foco del ‘lawfare’ y sus causas y se centra en una cuestión individual de continuidad o no del presidente.

Al igual que El País, La Vanguardia, que titula “El PSOE se moviliza para evitar la dimisión de Sánchez”.

27 y 28 de abril: el pesimismo y la movilización en apoyo al líder

Desde la derecha, se sigue con la presión:

ABC refuerza a los jueces como garantes de la ley: “Los jueces, a Sánchez y su mujer: “No están al margen de la ley”. Las asociaciones denuncian que se insinúe que “no pueden investigar a determinadas personas” mientras Podemos y Sumar instan a tomar el CGPJ”, en alusión a la demanda de renovación del órgano que lleva caduco 5 años, con el PP con el principal partido que bloquea las negociaciones.

En portada, María Guardiola (PP) asegurando “que el presidente ponga en duda el sistema judicial es el principio del fin de la democracia”. De nuevo, el foco sobre el presidente y defensa del sistema judicial.

Desde La Razón, en una encuesta elaborada para el periódico, titulan “El 59,5% de los españoles considera que Sánchez debería dimitir”. Bajo, una imagen de Zapatero e Illa con los pulgares en alto; arriba, Vicente Vallés nombrado doctor honoris causa por la Universidad Internacional de Valencia —privatizada por el PP valenciano—, asegurando que “el periodismo es velar porque los ciudadanos conozcan la verdad”.

Pero el miedo también se apoderaba de la progresía, como El País, que titulaba: “El vértigo se apodera del PSOE”. Tan solo La Vanguardia es el único de los principales medios que recoge la noticia de las escuchas de Villarejo al suegro del presidente: “El PP de Rajoy utilizó a Villarejo para espiar al suegro de Sánchez. El excomisario ofreció al número dos de Interior los servicios de Manos Limpias, que aseguraba controlar, para presentar denuncias”.

El 28 de abril, con la manifestación de Ferraz, los marcos no variaron con la figura de Sánchez como eje central.

Para la derecha, un PSOE debilitado: “El PSOE suplica a Sánchez que se quede sin lograr un acto masivo” de ABC; “Sánchez se victimiza y no responde de la corrupción” de La Razón; «Un PSOE de funeral suplica a Sánchez al grito de “quédate”» desde El Mundo…

Y desde El País y La Vanguardia, las réplicas del PSOE: “Un PSOE conmocionado pide a Pedro Sánchez que se quede” y “La cúpula y las bases del PSOE reclaman a Sánchez que siga”.

30 de abril: El día de después, de “farsa” a “regeneración democrática”.

Hasta el día de la comparecencia, los medios ya habían dibujado un marco en los que se hablaba constantemente de la decisión, y no así como del contexto político afectado por las prácticas de ‘lawfare’. Algo que después del anuncio de su continuidad ha seguido, calificando la acción de Pedro Sánchez de “farsa” o apuntando a sus palabras de “regeneración democrática”.

Desde la derecha se apunta a que Sánchez, pese a no anunciar en su comparecencia medidas concretas, va a por el poder judicial y mediático.

ABC: “Sánchez apunta a jueces y periodistas tras fingir que iba a dimitir”.

La Razón: “Sánchez consuma la “farsa”.

El Mundo: «Sánchez culmina a su mayor farsa y abre paso a una “limpieza”».

Y desde la progresía, se subraya la decisión de quedarse como una puerta abierta a la “regeneración democrática”:

La Vanguardia: “Sánchez alega a que se queda para “regenerar” la política”.

El País: “Sánchez no dimite y busca un pacto para la regeneración democrática”, aunque también nombra la demanda de los socios del Gobierno para “empezar la reforma del poder judicial”.

¿Qué queda en el debate público con todas estas portadas?

Las cabeceras de los principales medios de comunicación durante estos cinco días de espera aportan diferentes marcos y versiones sobre la decisión de Pedro Sánchez y la espera de los cinco días, pero todas tienen algo en común: la figura del presidente del Gobierno por encima del ‘lawfare’.

Y es que si bien estaba sobre la mesa la posible dimisión del presidente, la cuestión de fondo no ha sido portada de ninguno de los periódicos. El hecho de que en la comparecencia no concretara medidas para combatir el ‘lawfare’ no ocupó ninguno de los titulares a la mañana siguiente, aunque su llamada a la conciencia social fue suficiente para que la derecha mediática asegurase que Sánchez “apunta a jueces y periodistas”.

Toda gira en torno a su decisión de permanecer, no sobre que solución se puede tomar desde el ejecutivo y legislativo para frenar los casos de ‘lawfare’. A su vez aquí también se encuentra la clave: la tercera pata en la que se apoya el ‘lawfare’ son precisamente los medios de comunicación.

Con esto, la estrategia de Sánchez se amolda al marco creado por los medios durante esos cinco días previos, sobre si se marcha o se queda, otorgándole un refuerzo a su liderazgo.

El discurso de Sánchez recogido por los medios sobre regeneración democrática apunta a un discurso dicotómico entre democracia-dictadura, desviando el foco de ‘lawfare’ de nuevo y situándose como líder que abandera esos valores democráticos. Al mismo tiempo, esta estrategia aparta del ojo público a Begoña Gómez en cierto modo.

Con todo esto, los medios han esbozado un marco durante estos días que ha beneficiado a Sánchez: el foco en el liderazgo y no en parar el ‘lawfare’, persecuciones que como el mismo ha reconocido más tarde, han sufrido otros líderes políticos.


Madrid –

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