Canal Red en Palestina: “Siguen bombardeando en todas partes, especialmente en el norte y el centro de Gaza”
El acuerdo para la “pausa humanitaria” acordado entre Israel y Hamás todavía a la espera de la hora de entrada en vigor
22 de noviembre. Día 47.
“Dejar que la gente respire y recuerde cual es el sonido de la vida sin los bombardeos, antes de volver a bombardearlos de nuevo. Es muy cínico y cruel», ha comentado Francesca Albanese, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los territorios palestinos ocupados, hablando de las ‘pausas humanitarias ‘.
A las 6 de la mañana el Ministerio de Exteriores de Qatar confirmaba el acuerdo para un alto el fuego entre Israel y Hamás, apuntando que la hora de inicio se anunciará en las próximas 24 horas y que durará cuatro días.
En la declaración realizada a primera hora de la mañana del miércoles, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar describía las conversaciones de mediación entre Egipto, Estados Unidos y Qatar que dieron lugar al acuerdo para una “pausa humanitaria”.
«La hora de inicio de la pausa se anunciará dentro de las próximas 24 horas y tendrá una duración de cuatro días, sujeta a extensión», dice el comunicado. “El acuerdo incluye la liberación de 50 mujeres y niños civiles rehenes actualmente detenidos en la Franja de Gaza a cambio de la liberación de varias mujeres y niños palestinos detenidos en prisiones israelíes; el número de los liberados aumentará en etapas posteriores de implementación el acuerdo.»
Añadió que el alto el fuego “permitirá la entrada de un mayor número de convoyes humanitarios y ayuda humanitaria, incluido el combustible destinado a necesidades humanitarias”. Sin embargo, no ofreció detalles al respecto.
El acuerdo para la «pausa humanitaria» contempla la liberación de 30 niños, 8 madres y 12 mujeres israelíes más que estaban tomados como rehenes, sino que también incluye la puesta en libertad de 150 niños y mujeres palestinas que se encontraban detenidas en las cárceles de Israel. En relación con la ayuda humanitaria, hasta el momento solo se ha filtrado un detalle: además de alimentos y suministros sanitarios, se incluirá también gasolina.
El acuerdo es revisable y se podrán añadir días de pausa por cada 10 rehenes israelíes que Hamás libere. Durante los días de pausa, el ejercito israelí se ha comprometido a parar las operaciones militares y permitir así los viajes de la población gazatí en la Salah Al Din, la principal autovía que cruza la Franja de norte a sur.
Ayer por la noche, poco antes de la tercera reunión del gabinete de ministros, Netanyahu compareció junto con el Ministro de Defensa israelí para dar información a la prensa sobre las negociaciones.
En la rueda de prensa previa al anuncio del resultado de la votación del gabinete de gobierno, el primer ministro israelí prometió continuar la guerra contra Hamás, y dijo que “cualquier cese temporal para liberar a los rehenes retenidos en Gaza no significa el fin de los combates”.
“Es una estupidez lo que dicen algunos de afuera de que después de la devolución de nuestros secuestrados detendremos la guerra” dijo Netanyahu comentando las declaraciones de algunos mandatarios occidentales y de representantes de las organizaciones internacionales.
Y seguía aclarando que: “estamos en guerra, seguiremos en guerra hasta que alcancemos todos nuestros objetivos. Destruiremos a Hamás, rescataremos a todos nuestros secuestrados y a los desaparecidos y nos aseguraremos de que en Gaza no haya ningún partido que represente una amenaza para Israel”.
El ministro de Defensa en paralelo declaraba que la presión de las operaciones de Israel habían ayudado a crear las condiciones para la liberación. Dijo que: “si el acuerdo de liberación es aprobado por el gabinete, los militares y las agencias de inteligencia reanudarán esa presión para asegurarse de que más rehenes sean liberados”.
Netanyahu está recibiendo fuertes presiones desde el exterior aunque su mayor problema es lograr para mantener bajo control los díscolos del ala fundamentalista ultraderechista-religiosa de su gobierno, representada, entre otros, por el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich.
Smotrich, presidente del partido religioso sionista, comunicaba anoche antes de la votación del gabinete de ministros el “total desacuerdo con la propuesta de acuerdo”. Aunque en declaraciones posteriores, decía que los ministros de su partido estaban convencidos del acuerdo porque «las fuerzas militares israelíes están dispuestas a defender nuestras fuerzas y a utilizar la pausa operativa para reagruparse hacia la continuación de la batalla, y el acuerdo incluye mecanismos que impedirán la sumisión futura a las manipulaciones de Sinwar».
Al «mago», apodo que se le atribuye a Netanyahu en Israel debido a su capacidad para sobrevivir en medio de la adversidad política y mantenerse en la primera línea, parece que se le están agotando sus trucos. Presionado por las amenazas de una ruptura interna y eclipsado al inicio del conflicto por Biden, la estrategia de Netanyahu parece apuntar a recapturar la atención a través de un acto de fuerza con Estados Unidos. Sin embargo, hasta ahora, no ha tenido mucho éxito.
Netanyahu ha rechazado el regreso de la Autoridad Palestina como alternativa de gobierno en la Franja post conflicto, propuesta que había sido avanzada por Estados Unidos. En declaraciones la NBC dijo que “una autoridad diferente tendría que asumir el poder después de la anticipada derrota de Hamás. Poco después el Ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, elogió al primer ministro por afirmar “claramente” que la “Autoridad Palestina es un organismo que apoya y alienta el terrorismo y añadía: «No hay diferencia entre Gaza y Ramallah».
Biden escribió en el Washington Post que ha sido “enfático con los líderes de Israel en que la violencia extremista contra los palestinos en Cisjordania debe detenerse y que quienes cometen la violencia deben rendir cuentas”. Netanyahu refutaba estas acusaciones, hecho que causó cierta irritación en la administración Biden en palabras de un funcionario estadounidense, “fueron innecesarias dado lo que estamos tratando de hacer por él y el apoyo que le hemos brindado”.
Aun así, cualquiera familiarizado con las relaciones entre Estados Unidos e Israel y la política interna estadounidense sabe que no solo Biden, sino también aquellos que aspiran a ser presidente en algún momento, están dispuestos a brindarle a Israel el tiempo, el espacio y el apoyo que requiera.
Y tanto que por la tarde noche se conocía que la Secretaria de prensa adjunta del Pentágono, Sabrina Singh, dijo en rueda de prensa que EE.UU. continúa suministrando a Israel cartuchos de 155 mm, municiones guiadas de precisión y sistemas de defensa aérea.
Agregó que los EE.UU. «entregan ayuda a Israel desde arsenales militares estadounidenses dentro de Israel y desde otros lugares”.
Entre los «otros lugares» mencionados por la Secretaria de prensa del Pentágono, según la información proveniente del Reino Unido, podría encontrarse Chipre. Ayer, el primer ministro de Chipre exigió aclaraciones al gobierno británico sobre el traslado de armas en territorio chipriota en la base inglesa de Akrotiri.
La base, ubicada a 40 minutos de vuelo desde Tel Aviv, se ha convertido en un centro internacional que facilita los bombardeos de Israel sobre Gaza. Más de 30 vuelos militares con destino a Tel Aviv han despegado de la base desde que Israel intensificó sus ataques en Gaza el 7 de octubre.
El cofundador de Stop the War, John Rees, reflejó las preocupaciones sobre la falta de transparencia: «Si el gobierno británico va a utilizar el dinero de los contribuyentes para respaldar el ataque a Gaza, si van a enviar tropas británicas a una zona de guerra o para respaldar a quien está llevando a cabo esta masacre, entonces es algo que los votantes británicos deberían saber absolutamente».
La procrastinación por parte de Israel en la confirmación del acuerdo ha tenido como consecuencia más victimas asesinadas en Gaza. 14,128 gazatíes que han sido víctimas de los bombardeos israelíes. Entre ellos, se contabilizan 5,600 niños, 3,550 mujeres y más de 33,000 heridos.
Durante las horas de negociación del acuerdo, el debate en el seno del gobierno israelí y a lo largo de esta mañana cuando todavía el acuerdo de pausa no se ha hecho efectivo las fuerzas militares israelí siguen atacando en la Franja, en particular infraestructuras civiles como las inmediaciones del hospital Al Aqsa en el norte. Anoche, diez personas perdieron la vida y 22 resultaron heridas en un ataque a un apartamento al oeste de Khan Younis, según informaron desde el Ministerio de Salud de Gaza.
Ayer restablecimos el contacto con Suha, una joven gazatí que residía en la ciudad de Gaza y, al igual que cientos de miles de vecinos, se ha desplazado al sur en las últimas semanas, encontrándose ahora en Khan Younis, refugiada en una casa bombardeada. Nos asegura que ella y su familia están bien, aunque en los últimos tres días ha tenido acceso limitado a la comida. El acceso a la comida se ha vuelto prácticamente imposible, nos dice «un niño llegó donde estamos en busca de comida; su padre fue asesinado en el norte de Gaza, y su familia está desplazada en una tienda. Cuando lo vi, no pude contener las lágrimas».
Sobre los ataques de la noche anterior en Khan Younis, comenta: «están matando a todos, no les interesa nada ni nadie. La mayoría de los muertos eran desplazados desde el norte». A pesar de las noticias dramáticas, nos alegramos de poder hablar con Suha y ver que sigue con fuerza. Al preguntarle sobre la pausa de cuatro días, aclara que «el cese empieza mañana. Siguen bombardeando en todas partes, especialmente en el norte y el centro de Gaza». Nos despedimos a la espera de volver a hablar con ella a lo largo del día de hoy.
En el frente sur de Líbano, norte de Israel, ayer se activaron las sirenas en las comunidades norteñas de Ya’ara y Hanita, en la Galilea occidental, así como en la ciudad de Kiryat Shmona, en el norte de Galilea. Según fuentes de Hezbolá, dos personas perdieron la vida en un vehículo que fue atacado por un dron israelí en una aldea del sur del país. Entre las víctimas se encontraban dos periodistas y su acompañante, sumando un total de ocho personas. Los dos periodistas trabajan para la cadena Al Mayadeen, mientras están en onda informando sobre las ultimas noticias desde el frente, una bomba lanzada desde un dron israelí les asesinaba. Días atrás periodistas de la misma cadena habían sido perseguidos por un dron mientras recorrían en coche las carreteras del la zona oeste del frente.
Israel confirmó que se lanzaron misiles antitanque desde el Líbano hacia la zona de Metula, en el norte de Israel, después de que un misil anterior impactara en una casa de la ciudad. Por su parte, el ejército israelí comunicó que sus aviones atacaron aproximadamente 250 objetivos de Hamás en la Franja de Gaza el día pasado.
Durante nuestra visita a la frontera sur, ayer tuvimos la oportunidad de conocer a una familia de origen sirio que se encuentra refugiada en territorio libanés desde el inicio de la guerra en Siria en 2011. La familia, compuesta por el padre, la madre, dos abuelos y cinco hijos de edades comprendidas entre los 3 y los 19 años, reside acogida en una iglesia evangélica en una pequeña localidad de la zona fronteriza.
Los hijos mayores se identifican de facto como libaneses. Sin embargo, la situación de la familia es muy precaria, ya que los menores no tienen acceso a la educación. La familia no puede costearla dado que la organización de refugiados de la ONU les retiró la ayuda sin previo aviso.
En sus palabras se encuentra un sentimiento de frustración, similar al que Suha compartía con nosotros desde la Franja. La frustración de una población que décadas tras décadas, generación tras generación hace su vida entre conflictos.
“Sentimos miedo por la noche a causa de las bombas y los misiles, y estamos preocupados por si golpean a los niños. Escapamos de la guerra en Siria y aquí estamos en otra guerra. Después de haber olvidado la guerra en Siria nos encontramos de nuevo en lo mismo”.
Fotografías: Álex Zapico
Madrid –
