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Cómo era España antes del 15M y Podemos a través de titulares de prensa

Porque esta cultura política que hoy se está restaurando en este país, y que subyace a las palabras de Pepe Álvarez, es la misma que había antes y es la que impugnó el 15M y Podemos


“Por cosas como estas nació el 15M y Podemos”, le leí ayer a alguien sobre las palabras en La Noche en 24 horas del secretario general de UGT. “Hay que preguntarles a los que han votado en contra qué tienen en contra de que se suban las pensiones”, dijo el sindicalista. Pepe Álvarez, secretario general de la Unión General de Trabajadores, mintiendo a los trabajadores en la televisión pública nada menos que para defender un recorte de las pensiones para los nuevos perceptores del subsidio por desempleo para mayores de 52 años, que venía contenido en un decreto que además no tenía solo ese problema. Según se podía leer este lunes en un análisis del decreto que ha hecho la Oficina de Derechos Sociales Campamento Dignidad, publicado en El Salto, “con la reforma a partir de junio de 2024 desaparecen las ayudas que durante 18 meses cobraban los emigrantes retornados, los liberados de prisiones, se elimina la RAI y el subsidio extraordinario; en definitiva, más 120.000 personas quedarán en total desamparo, son arrojados a la miseria y a la incertidumbre de la exclusión social. La solución que se les da es que soliciten el Ingreso Mínimo Vital (IMV) que caso de conseguirlo, una vez superada la enorme burocracia exigida, en el mejor de los casos deberán estar 6 o 7 meses a la espera de la resolución definitiva; mientras tanto resulta difícil pensar cómo van a sobrevivir estas personas. Lo que sí nos dice la experiencia es que de estas personas que quedan fuera de la ayuda accederán al IMV muy pocas”.

120.000 personas arrojadas a la pobreza de una patada en el culo de haberse aprobado ese decreto. “Hay que preguntarles a los que han votado en contra qué tienen en contra de que se suban las pensiones”, decía Pepe Álvarez.

En este décimo aniversario se podría hablar de muchas cosas sobre la relación entre Podemos y los medios de comunicación. Por ejemplo, del poder mediático como la principal arma que ha usado el stablishment para destruir a Podemos —el mediafare, las mentiras en prime time, la demonización, el ferrerasgate, etc—. O de la dimensión mediática del propio fenómeno Podemos, cuyo auge también tuvo muchísimo que ver con la televisión. Pero eso lo hemos hecho ya muchas veces a lo largo de estas cuatro temporadas de La Base. Por eso quería que arrancáramos con esas declaraciones que son sintomáticas de lo que está pasando en el presente y con esa reflexión de que “por cosas como esa nació el 15M y Podemos”, porque, paradójicamente, partir del momento actual es útil para responder a la pregunta: “¿cómo era España antes de Podemos?” ¿Por qué? Porque esta cultura política que hoy se está restaurando en este país, y que subyace a las palabras de Pepe Álvarez, es la misma que había antes y es la que impugnó el 15M y Podemos. Así que vamos a recordar, por medio de algunos titulares, cómo era esa España y esa izquierda previa al 15M y a Podemos que hoy ve que se dan las condiciones para su restablecimiento. A ver si refrescamos la memoria.

Mayo de 2010, titular de El Confidencial: “Zapatero pone en marcha el mayor recorte del gasto social de la democracia”.

Mayo de 2010, titular de El País, firmaba Fernando Garea (que entonces trabajaba en PRISA, hoy lo hace en El Español de Pedro J): “Zapatero da un vuelco a su estrategia con un recorte de sueldos públicos sin precedentes. El presidente del Gobierno reduce un 5% el salario de los funcionarios, congela las pensiones de 2011, recorta el gasto para dependencia y elimina el ‘cheque-bebé’. Después de seis años de mandato como presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero atravesó ayer el Rubicón y cruzó una de las líneas rojas que él mismo había prometido no traspasar nunca: el recorte de gastos sociales. «Es ahora cuando más lo necesitamos para mantener entre nosotros a los inversores y mantener imagen de estabilidad. No es fácil dirigirse así a los ciudadanos».

Fue el momento en el que el PSOE aplicó la agenda neoliberal europea de la austeridad, motivo por el cual millones de personas acabaron gritando en las plazas “PSOE, PP, la misma mierda es”. ¿Recuerdan, verdad? El PP y el PSOE, de acuerdo en los grandes asuntos de fondo, y una situación en la que, durante algún tiempo, el eje izquierda-derecha dejó de servir para entender la realidad de lo que sucedía en España. Y no solo por esto de Zapatero. Otro titular que os traigo. Mayo de 2012, noticia del diario Público: “Valderas asegura que los recortes en Andalucía son imprescindibles a pesar de su gran dureza e injusticia. Los recortes en esta comunidad autónoma incluyen subida de impuestos y bajada de salario de los empleados públicos”.

¿Quién era ese tal Valderas que defendía los recortes en Andalucía? Para quien no lo recuerde, Diego Valderas era el máximo representante de Izquierda Unida en el gobierno de coalición PSOE-IU en la Junta de Andalucía. Aquellos recortes fueron muy dolorosos, y también es muy doloroso recordar hoy aquel titular. Doloroso, pero útil; recuérdenlo cuando hoy Pepe Álvarez y compañía les hablen del “minirrecorte” y de la necesidad de acabar con la “sobrecotización” de gente que cobra 500 euros, en un contexto en el que los poderes europeos vienen con una nueva ola de austeridad. Memoria para no repetir la historia.

Y ¿qué era por aquel entonces de los sindicatos mayoritarios? Otro elemento importante, ¿no? Los dos sindicatos mayoritarios a nivel estatal, CCOO y UGT —que llevan 12 años sin hacer una huelga general en España, dicho sea de paso—, tenían al frente en aquella primera década del siglo XXI a dos figuras que algunos recordamos ver ahí prácticamente desde que nacimos: José María Fidalgo era el secretario general de CCOO, el sindicato tradicionalmente afín al PCE, y Cándido Méndez lo era de la UGT, el sindicato tradicionalmente afín al PSOE. Qué tiempos…

¿Qué fue de estos caballeros? Es importante ese dato, viniendo de nuevo al presente, para entender lo que representaban estas dos figuras. Cándido Méndez de la UGT hoy está en el club de García Page, Lambán, Alfonso Guerra y compañía, el parque jurásico del PSOE, coincidiendo con la derecha en su oposición al malvado gobierno amigo de los separatistas y los terroristas. “Estoy absolutamente en contra de la amnistía”, decía recientemente desde los micrófonos de Carlos Herrera. Y esto no es nada comparado con la trayectoria que ha seguido José María Fidalgo, ex secretario general de CCOO. En los últimos años ha participado en seminarios de FAES, la fundación de Aznar. Apoyó a UpyD. En 2011 —año del 15M— participó en el Foro del PP en Las Palmas y declaró su coincidencia con el programa del partido de Rajoy. En 2013 presentó junto al exministro del PP Josep Piqué el segundo tomo de las memorias de Aznar. Desde 2015 colabora en el programa del gran demócrata y amigo de la clase obrera y los sindicatos Carlos Herrera, en la Cadena COPE, propiedad de la Iglesia católica.

¿De verdad este señor era el líder del principal sindicato de clase de este país, vinculado históricamente al PCE? Pues sí, este era. Y lo fue durante casi toda la primera década de los años 2000.

Recordar este ‘hall of fame’ es importante para entender por qué el 15M y Podemos fueron en gran medida también una impugnación a aquella izquierda. De hecho, el movimiento 15M desbordó por completo a las que entonces eran las principales estructuras organizadas de la izquierda política y del mundo sindical y la gente movilizada poco menos que echaba de la plaza a quienes acudieran portando símbolos de una izquierda que, sea más o menos justo (aunque creo que estos titulares que citábamos aclaran un poco ese punto) era vista como parte consustancial y funcional del Régimen del 78 y del mismo sistema político que se pretendía transformar. Y ese fue un factor definitivo en lo que pasó. Porque si los recortes los hubiera empezado un gobierno de derechas, si los sindicatos se hubieran movilizado con intensidad, si la izquierda parlamentaria hubiera tenido otro papel… seguramente el 15M nunca habría sucedido y Podemos nunca habría nacido. Pero: los recortes de Zapatero, Valderas en Andalucía, dos señores de derechas al frente de los sindicatos durante años y años y años… Por eso la sociedad española impugnó a aquella izquierda, claro.

Dos elementos más. El primero, el peso que tenía en aquellos años la izquierda institucional en España. Mayo de 2010, titular de Expansión: “El Gurtel pasa factura al PP: El PSOE recorta distancias en intención de voto”. Ya simplemente este titular dice bastante sobre cómo funcionaba el bipartidismo, un turnismo basado en una especie de sistema de vasos comunicantes en el que “lo que pierdes tú me lo llevo yo y lo que pierdo yo te lo llevas tú”, y así durante 40 años. Aquella noticia de Expansión traía una encuesta del CIS: El PSOE y el PP sumaban un 80% de la intención de voto total estimada en la encuesta. En tercera posición, muy por detrás, aparecía IU con un 5,8% de estimación de voto, seguida de CiU, con un 3,6%.

De esto veníamos, ¿recuerdan? 7 diputados en el Congreso. Conviene no olvidarlo nunca, sobre todo, si uno quiere hacer un balance mínimamente honesto sobre lo que había y lo que se consiguió después.

Por último, un par de titulares más que no son ya de aquellos años sino un poco más recientes, propios del proceso que se abrió a nivel social con el 15M y a nivel político con Podemos y que derivó en la ruptura del bipartidismo en 2019 con la formación del Gobierno de coalición. Titulares que hablan sobre lo que hizo falta hacer para producir el escenario que hemos vivido en estos años y de cuyas rentas seguimos viviendo hoy.

2 de marzo de 2016, titular de RTVE: “PP y Podemos tumban la investidura de Pedro Sánchez, que solo recibe el apoyo de PSOE y Ciudadanos”.

5 de marzo de 2016, Noticia de El Español: “Sánchez, derrotado pero tranquilo porque el PSOE gobernará «inevitablemente«. Rivera exige a los diputados del PP que «dejen de destruir y empiecen a construir» y pide a Iglesias que sea generoso, como los comunistas de la Transición”.

Y vamos a 2019. El Plural: “Podemos tumba la investidura de Sánchez por segunda vez. Al igual que en 2016, el voto negativo de la formación morada impide que el candidato socialista sea elegido presidente del Gobierno”.

Parece que aquí hizo falta algo más que “ruido”: 2 veces fue necesario tumbar la investidura del líder del PSOE en el Congreso para lograr romper el bipartidismo en España y que la izquierda pudiera formar parte del Gobierno. Recuérdenlo cuando hoy, en 2024, les digan que los diputados de la izquierda deben votar SÍ a cualquier cosa que traiga el PSOE al Parlamento porque si no gobernará la derecha. Recuérdenlo cuando escuchen demonizar el “ruido” y la actitud que fue imprescindible para cambiar las cosas en España y que se practicó con la oposición de los mismos sectores que hoy vuelven a estar al frente de la izquierda institucional en este país. La impugnación y la demonización de la forma de hacer política que rompió el bipartidismo es la mejor garantía hoy para su restauración.


Este texto es una adaptación del análisis de Manu Levin en La Base, puedes ver el episodio completo por Canal Red aquí:

Madrid –

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