Diario Red
Menu
Menu
Diario Red

Pedro Sánchez comparecía tras el acuerdo con Sumar — Eduardo Parra / Europa Press

El PSOE filtra a los medios que anunció su acuerdo con Sumar como un movimiento táctico para presionar al resto de partidos

El País y eldiario.es cuentan en sus noticias que Sánchez espera que a partir de la firma del acuerdo con Díaz se aceleren las negociaciones con el resto de grupos parlamentarios


Un día después de la firma del acuerdo entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, varios medios han afirmado que el PSOE confía en que la puesta en escena con Sumar sirva para acelerar las negociaciones para la investidura con el resto de formaciones políticas. Entre estos medios se encuentran El País y eldiario.es, dos medios muy afines a Ferraz, pero también La Razón y El Confidencial, medios ubicados en la derecha.

Tres meses después de las elecciones del 23J, el PSOE, según estos medios, empezaba a acusar desgaste por la amnistía y por la falta de noticias positivas sobre la investidura, algo que la firma del acuerdo ayudaría a revertir, o al menos a dar aire a Sánchez, expuesto a las críticas del PP, VOX, Guerra, González, García-Page y la derecha mediática.

José Enrique Monrosi, escribe en las páginas del digital de Ignacio Escolar que lo que esperan en el PSOE “es que la firma del acuerdo de coalición se convierta en la antesala de una “cascada” de apoyos del resto de partidos imprescindibles para la investidura. “Esto también ayuda a que otros se animen a empezar a mover ficha”, opinan en el PSOE, donde se mantienen optimistas con las conversaciones en marcha para la reelección de Pedro Sánchez como presidente.

Por su parte, en la pieza de El País, que firman José Marcos y Carlos Cué, señalan que los socialistas “confían en que este pacto, una especie de contrato de la coalición, sirva como un incentivo para rematar la negociación con ERC, Junts y los otros socios necesarios: PNV, Bildu y BNG”. Según Marcos y Cué, esta firma ha supuesto oxígeno para Sánchez ya que “después de semanas de negociación discreta sobre la amnistía, que está produciendo un evidente desgaste por las duras críticas de la oposición y de algunos dirigentes históricos del PSOE, provocó este martes un claro cambio de ambiente dentro del Ejecutivo”.

Desde La Razón, el medio que dirige Marhuenda, Carmen Morodo va en la misma línea y escribe que “el circo en el que se tiene que subir Pedro Sánchez para seguir siendo presidente del Gobierno tiene tantas pistas que la firma del acuerdo entre el PSOE y Sumar, que en la pasada legislatura, con Podemos como interlocutor, tuvo un valor definitivo, ahora es visto como un trámite, como una anécdota dentro del conjunto de las negociaciones abiertas. Aunque en Moncloa creen que la presentación de la coalición sirve para presionar en el flanco de Puigdemont, igual que las filtraciones que instalan en el relato mediático la idea de que la investidura avanza y se celebrará en la segunda semana de noviembre”.

Mientras, en las páginas de El Confidencial, Esteban Hernández cuenta que desde el PSOE piensan que el acuerdo “puede «animar» al resto a entender que «ha llegado el momento». Nadie se atreve a decir que agiliza porque el pleno para que Sánchez consiga la confianza de la Cámara sigue sin fecha, pero sí apuntan a que este movimiento no es gratuito. Algunos osados sueñan ya con la semana del 6 de noviembre «si no se tuerce nada». Pero quienes realmente están en el meollo consideran una «equivocación» apostar por una fecha”.

Una semana después de que Zapatero fuera a Onda Cero a defender la amnistía en el programa de Carlos Alsina, el PSOE ha optado por cerrar un acuerdo con Díaz, según señalan los medios, para cambiar la agenda mediática y dar aire a Sánchez y a su vez para que sirva como elemento de presión al resto de formaciones que tienen que votar “Sí” para que haya gobierno.


Madrid –

Compartir

Editorial

  • Ana Pastor y sus satélites señalan al «putinismo»

    Los que están acusando de «putinistas» a sus adversarios políticos, simplemente porque éstos están en contra de la escalada bélica y a favor de la solución diplomática, están desviando la atención de los verdaderos aliados de Putin en España: la ultraderecha de VOX