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El PSOE saca pecho de los fondos buitre para celebrar frente al PP que “España no se rompe”

Las redes sociales del Partido Socialista en Madrid utilizan un informe de BlackRock para probar la buena salud del mercado de la vivienda frente a las críticas de los populares

La vivienda está siendo, sin duda, uno de los grandes temas de este arranque de legislatura. Si el discurso de la nueva ministra, Isabel Rodríguez, en el que habló de defender a los “pequeños propietarios de segundas viviendas”, ha indignado a muchos,  el Partido Socialista madrileño protagonizaba una nueva polémica en redes a cuenta de la misma cuestión: el derecho a la vivienda.

Las críticas se han desatado cuando El PSOE contestaba en X al “España se rompe” del PP afirmando que si “para el PP España se rompe, es una dictadura y no hay seguridad jurídica, deberían explicárselo al mayor fondo privado internacional de inversiones” y a continuación enlazar una noticia de El Periódico de España sobre el peligroso aterrizaje de Blackrock en España. La mayor gestora de fondos de inversión a nivel mundial, ultima su primera inversión inmobiliaria en España en plena calle María de Molina, con un edificio que convertirá en viviendas de super lujo y residencia de estudiantes. Como informa este medio, la llegada del fondo buitre tiene un enorme impacto en la economía española, con casi 9,5 billones de dólares estadounidenses bajo gestión, equivalentes a más de 8.500 millones de euros. BlackRock ya es el principal accionista de gran parte de las empresas del Ibex-35, entre otras de Banco Santander o BBVA, no contaba con ninguna inversión en ‘ladrillo’.

Para las activistas por el derecho a la vivienda, la llegada del fondo de inversiones al mercado de la vivienda es una malísima noticia que apuntala la deriva especulativa del sector en una ciudad, Madrid, donde los precios del alquiler se han elevado en más de un 60 por ciento en los últimos diez años. Que el Partido Socialista celebre el desembarco de BlackRock al mercado inmobiliario con una operación en pleno distrito madrileño de Salamanca es una muy preocupante señal de la gestión que espera a la cartera de Vivienda durante la presente legislatura.