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Nutrida representación de la derecha y extrema derecha europeas en la cumbre de Granada

Asisten la italiana Giorgia Meloni, el húngaro Viktor Orban o los primeros ministros de Suecia y Finlandia, sostenidos por la ultraderecha

Casi 50 líderes europeos, la UE ampliada a Reino Unido, Moldavia, Georgia, Armenia y hasta Ucrania, se reúnen en Granada bajo el arropo de la Comunidad Política Europea (CPE), una especie de grupo de influencia continental impulsado por el presidente francés, Emmanuel Macron, con la idea de ir acercando a la órbita comunitaria a países candidatos que a la vez están siendo cortejados —algunos— por la Rusia de Putin.

Sin duda, la estrella del momento es Volodímir Zelenski, el presidente ucraniano, que intenta asegurarse el apoyo de la Unión Europea a la guerra de Ucrania justo en un momento en el que hay países comunitarios, como Hungría, Eslovaquia o Polonia, que muestran en público su fatiga y el cansancio por las consecuencias económicas que está teniendo el conflicto bélico para la economía continental.

Además de en la propia Unión Europea, la guerra de Ucrania se está convirtiendo también un problema de política doméstica en Estados Unidos, donde el ala trumpista del Partido Republicano amenaza con no renovar los presupuestos para financiar los compromisos de gastos de guerra adquiridos por Estados Unidos.

La cita granadina de los líderes europeos se encuentra marcada también por la derechización de las políticas y los líderes europeos. A la cumbre acuden Giorgia Meloni, presidenta italiana de ultraderecha; el húngaro Viktor Orban, de la familia política de Vox en Europa; los primeros ministros sueco y finlandés, ambos sostenidos por la ultraderecha; y el alemán Olaf Scholz que, aunque socialdemócrata, acaba de apoyar junto con verdes y liberales una restricción a la política migratoria.

A falta de saber en qué se traduce la cumbre, si es que se traduce en algo o no es más que una falsa escenificación de fortaleza frente a las adversidades, la única realidad es que nunca la política europea estuvo tan dominada por una derecha y extrema derecha cuyas agendas en temas tan delicados como la migración o el modelo económico son indistinguibles.