Jesús Hellín / Europa Press
Pedro Sánchez sigue como presidente del Gobierno
El presidente ha comparecido finalmente a las 11 de esta mañana y ha anunciado que seguirá
“He decidido seguir”. Así lo ha anunciado finalmente Pedro Sánchez desde La Moncloa, tras cinco días de espera. “Tras estos días de reflexión tengo la decisión clara”, comenzaba con su comparecencia.
En ella ha reconocido que su carta ha podido “desconcertar” porque “no obedece a ningún cálculo político” y que ha mostrado “un sentimiento que en política no suele ser admisible”. Sin embargo, ha reiterado que necesitaba “parar y reflexionar sobre ello”.
Su intervención ha empezado aludiendo a los motivos por los que no merecería la pena continuar como presidente. “Si aceptamos como sociedad que la acción política permite el ataque indiscriminado a personas inocentes, entonces no merece la pena. Si consentimos que la contienda partidista justifique el ejercicio del odio, de la insidia y de la falsedad hacia terceras personas, entonces no merece la pena”, ha asegurado el presidente. A esto ha añadido que “por muy alto que sea, no hay honor que justifique el sufrimiento injusto de las personas que uno más quiere y respeta”.
Pero finalmente ha anunciado que se queda: “Asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneración pendiente de nuestra democracia y por el avance y la consolidación de derechos y de libertades. Asumo la decisión de continuar con más fuerza si cabe al frente de la presidencia”.
Pedro Sánchez ha advertido de que “si consentimos que los bulos deliberados dirigen o dirijan el debate político, si obligamos a las víctimas de esas mentiras a tener que demostrar su inocencia en contra de la regla más elemental de nuestro estado de derecho, si permitimos que se vuelva a relegar el papel de la mujer al ámbito doméstico teniendo que sacrificar su carrera profesional en beneficio de la de su marido (…) la consecuencia será que habremos hecho un daño irreparable a nuestra democracia”.
Todo esto viene precedido después de la admisión a trámite de una denuncia a Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, por tráfico de influencias y corrupción por parte de Manos Limpias. Este pseudosindicato está dirigido por el ultra Miguel Bernand, quien se presentó a las elecciones europeas de 1987 bajo el partido franquista Frente Nacional. A esto se le suma la querella de la organización ultraderechista y ultracatólica Hazte Oír durante sus días de reflexión también por presunto delito de tráfico de influencias.
Denuncias y querellas que se han basado en noticias de prensa cuya veracidad no ha sido comprobada y que incluye un bulo de The Objective y que medios generalistas se han hecho eco.
Como solución a toda la maquinaria del “fango” que denuncia, Sánchez llama a que “la mayoría social, como ha hecho estos cinco días, se movilice en una apuesta decidida por la dignidad y el sentido común, poniendo el freno a la política de la vergüenza que llevamos demasiado tiempo sufriendo”.
En relación con estas publicaciones, Pedro Sánchez ha dicho que “confundir libertad de expresión con libertad de difamación es una perversión democrática de desastrosas consecuencias” y que su mujer y él saben que esta “campaña de descrédito no parará, llevamos 10 años sufriéndola”.
Esta convocatoria se ha realizado una hora antes de lo previsto, ya que inicialmente esta mañana se ha convocado a las 12 y se ha adelantado por motivos desconocidos. Una comparecencia a su vez anunciada escasas horas antes, alrededor de las 8:30 de la misma mañana de este lunes.
Sobre las 10 de hoy, Sánchez se ha dirigido a la Zarzuela para comunicar su decisión al Rey, conocida ya en ese momento por Montero, Sánchez Cerdán y Bolaños. La decisión de Pedro Sánchez viene después de cinco días de espera en los que la Moncloa se ha convertido en un búnker. Nadie o prácticamente nadie de su entorno político sabía de la decisión final del presidente.
Madrid –
