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Hospital Al Ahri de Gaza en el momento del ataque

Propaganda de guerra en Occidente

La mentira es la justificación teórica de los crímenes de guerra, sin ella nuestra conciencia sería insoportable y los asesinos no podrían seguir matando gratis. Y el caso del hospital Al Ahli no es una excepción


Las fuerzas aéreas israelís lanzaron un misil sobre un hospital palestino en el que se encontraban miles de refugiados protegiendo sus vidas de los salvajes bombardeos que llevan días arrasando la franja.

El número de muertos asciende ya a 600 personas. También hemos podido ver una terrible imagen que pasará a la historia de la guerra: una rueda de prensa de los sanitarios del hospital explicando lo sucedido sobre decenas de cadáveres. Las imágenes grotescas, inhumanas y brutales dan cuenta de la “respuesta democrática” que Ursula von der Leyen prometió que daría Israel.

Las masacres indiscriminadas de población civil siempre vienen acompañadas de propaganda falsa, bulos y montajes. La mentira es la justificación teórica de los crímenes de guerra, sin ella nuestra conciencia sería insoportable y los asesinos no podrían seguir matando gratis. Y el caso del hospital Al Ahli no es una excepción.

Según iba trascendiendo la noticia de la matanza y difundiéndose por el mundo, la versión del Estado de Israel iba cambiando. La ceremonia de la confusión por ellos creada ha provocado que la mayoría de la prensa occidental no haya sido capaz de afirmar todavía que Israel ha cometido la peor acción terrorista desde el 11S. Infinidad de expertos militares, periodistas, analistas de guerra, etc. ya han sentado los elementos que refutan cualquier otra versión que no sea la del ataque israelí. ¿Quieren los medios occidentales recoger la versión israelí? Que lo hagan. Pero no pueden pasar por alto esta información objetiva:

1.- Nunca antes, ni la Yihad Islámica ni Hamás han utilizado misiles como arma, sus proyectiles suelen ser cohetes que no poseen, ni de lejos, la capacidad destructiva para volar un hospital por los aires. Esta destrucción corresponde a armamento avanzado.

2.- Horas antes del ataque Israel había “advertido” de que iba a bombardear ese hospital y “pidieron que fuera desalojado”. Ese hospital, donde había miles de refugiados, ya había sido bombardeado previamente por Israel causando 4 heridos.

3.- En un primer momento, el ejército israelí dijo que había sido “un cohete errado” disparado por la Yihad Islámica desde Gaza. Luego, Mark Regev, asesor principal de Netanyahu, en declaraciones a la BBC, insinuó que se trataba de cohete de Hamás dirigido contra Israel. Según este, Hamás afirmó en un comunicado que estaba lanzando un cohete de largo alcance a Haifa en ese momento, pero luego nada impactó allí, “¿Adónde fue ese cohete? ¿Dónde impactó?”, se preguntaba en la televisión pública británica.

4.- Hananya Naftali, portavoz digital israelí designado por Netanyahu, escribió en Equis minutos después del atentado: “La fuerza aérea israelí golpea una base terrorista de Hamas en un hospital en Gaza, numerosos terroristas han muerto”. Poco después borraba el mensaje.

5.- La cuenta oficial del Estado Israel publicó un vídeo que supuestamente probaba que había sido la Yihad Islámica la responsable del ataque. 26 minutos después borra el vídeo. El vídeo en cuestión corresponde al 7 de agosto de 2022.

6.- Una hora antes del ataque, el primer ministro israelí pone este tuit racista en el que vuelve a animalizar a la población palestina. En su línea: “Esta es una lucha entre los niños de la luz y los niños de las tinieblas, entre la humanidad y la ley de la selva”. Poco después del ataque este mensaje es eliminado.

Todas estas cuestiones son hechos que, a la hora de analizar la noticia para esclarecer la responsabilidad del atentado, el periodismo que se dice riguroso debería tener en cuenta. De hecho, tenemos un precedente muy reciente de un bulo absolutamente grotesco que el gobierno de Israel ha utilizado como propaganda de guerra: el caso de los 40 bebés decapitados, que fue desmentido después de ser difundido masivamente por la prensa occidental.

El propósito de deshumanizar al enemigo tiene un objetivo concreto, preparar psicológicamente a la opinión pública para cometer los crímenes más atroces. Y eso es exactamente lo que ha hecho el Estado de Israel. La propaganda de guerra es un arma que sirve para justificar cualquier carnicería. Pongámonos a cubierto.


Madrid –

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