Actualidad

Una investigación de El Salto revela la oscura estrategia militar del Gobierno de Sánchez

El Gobierno español ha suscrito la «Declaración Política sobre el uso Militar Responsable de la Inteligencia Artificial»

El Ministerio de Defensa español, bajo el pretexto de avanzar en inteligencia artificial (IA) para progreso social, ha confiado la construcción de infraestructura para la ciberguerra a la empresa Palantir. Esta compañía, que anteriormente brindó tecnología de contrainsurgencia en Irak y apoya el apartheid en Palestina, plantea interrogantes éticas en un contexto de neoliberalismo bélico.

A pesar de la retórica gubernamental sobre una IA inclusiva y ciudadana, diversas organizaciones civiles critican su implementación. Se destaca el uso de IA por las fuerzas policiales para vigilar y reprimir disidencias, así como el extractivismo de datos en la transición sostenible y digital.

En el ámbito militar, el ejército español, en colaboración con corporaciones y universidades, despliega una versión de capitalismo digital basada en privatización, aumento de vigilancia y uso de herramientas militares contra la población civil según recoge El Salto.

El Gobierno español ha suscrito la «Declaración Política sobre el uso Militar Responsable de la Inteligencia Artificial», comprometiéndose a mantener control humano, evitar sesgos algorítmicos y cumplir principios del derecho internacional. Sin embargo, son varios críticos, los que señalan la ambigüedad y lagunas en la regulación, incluida la exclusión de aspectos importantes en la legislación europea sobre IA.

Se destaca la estrategia de inteligencia artificial del Gobierno español, que busca satisfacer críticas académicas al uso de IA militar. Sin embargo, los debates éticos no abordan el fondo imperial y racista de los conflictos, centrándose en la defensa «legítima» de los países.

El Salto asegura que Palantir, empresa estadounidense asociada a prácticas controvertidas, fue asignada por el Ministerio de Defensa español para desarrollar sistemas de análisis basados en IA.

La historia de Palantir revela sus conexiones con la CIA y su participación en prácticas discriminatorias y represivas, incluso en colaboración con el gobierno conservador del Reino Unido durante la pandemia.

A pesar de la regulación propuesta, algunos expertos argumentan que no se puede normalizar la inteligencia artificial militar y que la única IA ética es aquella que no existe. La decisión del Gobierno español de confiar en Palantir plantea preguntas sobre ética y responsabilidad, especialmente en relación con el genocidio y políticas racistas.