Vicky Dávila contra Gustavo Petro: no es periodismo, es colaboracionismo
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, es seguramente el líder mundial que ha liderado una posición en defensa de los derechos humanos y de los compromisos internacionales en Palestina
La masacre sigue su curso, la destrucción de Gaza prosigue, el número de personas asesinadas no deja de aumentar —los periodistas también siguen siendo aniquilados, por cierto, al menos 36 asesinados ya—, el Estado de Israel continúa atacando hospitales, escuelas, campos de refugiados… pero la propaganda de los poderes mediáticos sigue siendo prácticamente igual que el primer día.
¿Qué derecho internacional ni qué chorradas? Si hay que escribir que las ambulancias son los tanques de Hamás, que los hospitales esconden bases de Hamás y que en las escuelas palestinas se educa a futuros terroristas y hay que asesinar hasta al conserje, pues se escribe. Y quien diga lo contrario es un terrorista también. Amigo del ISIS, de Bin Laden, de Hezbolá y de Putin.
Llevamos semanas ya viendo cómo a quien ose denunciar el genocidio en Gaza se le acusa de ser pro terrorista y, es más, de ser antisemita. Porque ya sabemos que los defensores del pueblo judío hoy son Santiago Abascal, Marine Le Pen, Giorgia Meloni, el neonazi español que lleva un emblema de las SS de Hitler en su uniforme y que ahora se ha ido de Ucrania para combatir en las filas israelíes… todos los fascistas y antisemitas de toda la vida, hasta los que lucen símbolos nazis: esos son los defensores del pueblo judío. Y quienes denunciamos el genocidio contra el pueblo palestino somos antisemitas. Los judíos también, por supuesto.
Aquí en España hemos visto ya cómo se despliega ese discurso contra Ione Belarra, que ha sido la líder política que más claramente se ha pronunciado en Europa contra el genocidio y exigiendo acciones de la comunidad internacional contra el Estado de Israel. Pero hablemos de Colombia y de una vieja amiga de La Base: Vicky Dávila, la directora de la revista Semana y verdadera líder de la derecha colombiana, podríamos decir.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, es seguramente el líder mundial que ha liderado una posición en defensa de los derechos humanos y de los compromisos internacionales en Palestina (ojo, Petro no está sólo: lo que él ha dicho en un primer momento, después lo han dicho también UNICEF, la asamblea de la ONU, el alto comisionado de DDHH de Nueva York… Liderar no es seguir, es llevar a la gente a nuevas y mejores posiciones).
Bueno, pues veamos cómo se las gastan Vicky Dávila y la revista Semana.
Lo primero que cabría comentar es que el medio que dirige Vicky Dávila está tratando la masacre en Palestina con las peores técnicas del clickbait. Atención, por ejemplo, a este titular: «¿Escala guerra entre Israel y Hamás? Un cohete fue lanzado a importante país; hay seis heridos (clic en imagen)».
Es como: «¿quieres saber a qué «importante país» han lanzado un cohete y quién lo ha disparado? Haz click en nuestro enlace y, después de tres anuncios de las más importantes y patrióticas empresas de Colombia que nos financian, podrás leer en qué misterioso país del mundo ha sucedido». Donde todos vemos miles de muertos, Vicky Dávila ve miles de clicks.
Después, en el texto de la noticia, uno se entera de que el país era Egipto. Pero eso Semana no lo pone en el titular, que habría sido lo suyo si el objetivo fuera informar, ¿no?: «un cohete palestino cae en Egipto y hiere a 6 personas». Así de sencillo. Pero, para Vicky Dávila, el objetivo de un titular no es informar, sino ganar clicks, es decir, ganar dinero. Así que eso, lo primero: Semana trata todo este genocidio básicamente como un lucrativo negocio, por hablar claro.
Dicho esto, otro elemento que ya asomaba en ese mismo titular era, de nuevo, el marco propagandístico de fondo: «guerra de Israel contra Hamás». Y hay muchísimos ejemplos más que vienen con lo mismo: «Gaza está de nuevo sin conexión total de telefonía e internet, dice operador palestino, en medio de los ataques de Israel a Hamás». «Pausas humanitarias: ¿de qué se trata la propuesta de Estados Unidos en medio de la guerra de Israel contra Hamás?». «Excanciller Julio Londoño analiza la guerra de Israel contra Hamás: “los terroristas se esconden entre la población”».
«Guerra de Israel contra Hamás»: el marco mental clave de la propaganda que sirve para justificar un genocidio. El mismo que ya usó George Bush hace 20 años para invadir y destruir Irak («War on Terrorism», ¿recuerdan?). Ni la ocupación ni el genocidio de Israel son «contra Hamás», sino contra el conjunto del pueblo palestino. 4104 niñas y niños asesinados en un mes.
Vicky Dávila también manipula directamente para que parezca que las víctimas asesinadas por el ejército de Israel en realidad son víctimas de los grupos palestinos. Titular de Semana: “Hamás informó el número de víctimas fatales que ha dejado la guerra con Israel”. En el interior: las miles de víctimas de los bombardeos israelíes. Rótulo en la imagen: “Víctimas de Hamás”
«De alguna manera también son víctimas de Hamás», decía Ferreras sobre el asesinato de la familia de un periodista por parte de Israel. Vicky Dávila va más allá: titula «Víctimas de Hamás» para informar sobre los crímenes cometidos por Israel.
Otros contenidos y técnicas poco originales de Vicky Dávila para acusar al presidente de Colombia de pro terrorista y antisemita.
«Urgente: así, con cinismo, respondió Petro a Israel, que lo señaló de “apoyar terrorismo de Hamás”».
«Petro se empecina en no condenar terrorismo de Hamás: “No se trata de estar o no del lado equivocado de la historia… Se trata de estar del lado justo”. El mandatario colombiano volvió a pronunciarse sobre la situación que se vive en Oriente Medio entre Israel y el grupo Hamás».
«Petro se empecina». Así es el diccionario de Semana: denunciar un genocidio es ser antisemita, pro terrorista y amigo de Hamás; y ser coherente con una posición política estando dispuesto a mantenerla frente a las presiones es «empecinarse». Por no hablar de las fotografías que elige la revista de la gran profesional Vicky Dávila para ilustrar sus «informaciones» sobre Petro: a la búsqueda del fotograma gestual en el que el presidente de Colombia parezca más feo y más bobo.
Y atención a la portada que es capaz de publicar la revista Semana:
Titular: «El títere». Imagen: fotomontaje de Gustavo Petro como marioneta de Putin y el líder de Irán, Jamenei. «Gustavo Petro no condenó el ataque terrorista de Hamás contra Israel. Por el contrario, puso a Colombia al lado del eje del mal, con Rusia e Irán, y lanzó en redes una peligrosa campaña antisemita. Comparó a los israelíes con los nazis. Estados Unidos lo reprendió».
Toda una lección gráfica de sensacionalismo, manipulación, mal gusto y mentiras para difamar a la presidencia de Colombia y defender los crímenes contra la Humanidad de Israel en Gaza. Lo de Vicky Dávila no es periodismo, es colaboracionismo.
Este texto es una adaptación del análisis de Manu Levin en La Base, pueden ver el vídeo aquí:
Madrid –
