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45 años de ‘London Calling’ de The Clash: punk rock llamando a la rebelión

Un excelente álbum que combinó la fusión de estilos, el intercambio de lenguajes musicales y la crítica radical a la sociedad capitalista de finales de los años 70


En este año de 2024 el mundo del rock más combativo, rebelde y contestatario recordamos el 45 aniversario de la edición de un álbum que indudablemente, puede considerarse clave en la evolución del rock en ese controvertido periodo que transcurrió entre los años finales de la década de los 70 y el comienzo de los 80. Hablamos, y en este caso agradezco la sugerencia a mi compañero de redacción en Diario Red Eduardo Poch, de ‘London Calling’, el doble álbum de The Clash que se puso en circulación en diciembre de 1979.

Para que nos podamos adelantar a la más que probable maniobra comercial oportunista que sin duda las grandes multinacionales del disco aprovecharán para explotar una reedición sin el menor escrúpulo a precios de capitalista millonario llegado diciembre, creemos que vale la pena detenernos ahora en analizar más allá de la manipulación comercial el contenido, el mensaje y el significado de un disco como London Calling.

Un excelente trabajo de una banda cuyo origen está, al igual que en el caso de los Sex Pistols, The Damned, UK Subs, The Ramones u otras muchas más que podríamos mencionar, en la revuelta punk rock que estalló entre 1976 y 1977 en la Gran Bretaña escupiendo al sistema, denunciando a la monarquía del Reino Unido como un régimen fascista que basaba gran parte de su poder económico en el jugoso negocio de los turistas – ¿recordáis la letra de “God Save The Queen?- y que gritaba de manera desgarrada que no había futuro en ese sistema. Puede que The Clash no fueran la primera banda británica de punk rock, pero tras la voladura en pedazos de los Sex Pistols en enero de 1978, fueron el alma del género y sobre todo, los continuadores del espíritu más genuinamente transgresor, radical y rebelde desde el punto de vista político de la filosofía punk.

Si a esa actitud añadimos su valentía y su inteligencia a la hora de incluir elementos de reggae, ska, funk y rockabilly en su música, además de mantener vivo un mensaje que obviamente la industria del disco no tenía interés alguno en fomentar, abrieron un horizonte de evolución de infinitas posibilidades para muchos jóvenes músicos y bandas noveles que podrían identificarse con el mensaje y participar de las ideas de rebelión y protesta del punk rock, pero a los que se les quedaba quizá demasiado corto el esquema básico del rock´n´roll. London Calling fue en ese momento uno de los discos que sin duda, contribuyó a propiciar un cambio de mentalidad más propenso a buscar el eclecticismo en el rock y sobre todo, a hacer música desde un punto de vista mucho más desprejuiciado y abierto, sin miedo a incorporar elementos nuevos e indudablemente, sin perder la fuerza y la energía de unas buenas guitarras y una base de ritmo sólida y poderosa, como nunca puede dejar de tener una buena banda de rock, sea cual sea el estilo en el que se encuadre.

Acerca de las letras y del mensaje que pretendían comunicar en este disco, es importante tener en cuenta que este trabajo se compone, ensaya y graba a lo largo de los primeros meses de 1979, es decir, en medio de la fase final de toma del poder de la revolución sandinista en Nicaragua, de la lucha guerrillera y popular en países como El Salvador y Guatemala, de la revolución contra el Sha de Irán, del derrocamiento de regímenes fascistas en África como el de Guinea Ecuatorial de Macías Nguema y en medio de la lucha por su liberación anticolonial y antirracista de Zimbabwe y Sudáfrica. Es decir, gran parte de lo que se llamaba el “tercer mundo” en ese año mostró que ya no estaba dispuesto a seguir esclavizado bajo una suerte de neocolonialismo que les condenaba a la pobreza y a la dependencia. Sin duda The Clash no fueron indiferentes a estos procesos políticos, que influyeron tanto en este álbum como en el posterior Sandinista! cuyo nombre ya es de por sí toda una declaración de principios. Me contaba en una entrevista hace algunos años Fermín Muguruza: “Kortatu nació, al menos en nuestro corazón y en nuestra cabeza, después de ver el concierto de The Clash presentando ‘Sandinista!’ en el velódromo de Donostia en la primavera de 1981” .

Musicalmente este doble LP es una fusión única de punk, rockabilly, reggae, rythm´n´blues y pop que no se parece a nada escuchado antes o después, en especial en la carrera de The Clash. El mensaje político y social reivindicativo, o mejor, netamente revolucionario es lo que indudablemente hace más atractivo e interesante a London Calling, sobre todo si se analiza desde la mirada de hoy a lo que un grupo de punk rock británico decía en 1979. “Spanish Bombs”, a la luz de los problemas que aun vivimos para desarrollar en toda su amplitud la tan necesaria memoria histórica y democrática, por desgracia es una canción que no ha perdido en absoluto vigencia. La crítica al consumismo, a esa voracidad de comprar, comprar y comprar que se nos inculca desde los medios de comunicación está presente en “Lost In The Supermarket”, que lleva implícita igualmente a la crítica sobre la indiferencia y la apatía política es otra de las canciones que más invita a una reflexión sobre el mundo en el que vivimos.

Al mismo tiempo que ha trascendido históricamente el mensaje político de muchas de sus letras, London Calling es un disco que contiene muchas otras historias detrás quizá por ya conocidas por sus fans, no menos interesantes. En especial la portada del disco, en la que el bajista Paul Simonon aparece destruyendo su Fender Precision Bass en un concierto en Nueva York en septiembre de 1979 en protesta por la prohibición al público de que se levantase de sus sillas por parte de la seguridad del concierto. “Desafortunadamente, siempre tiendes a destruir las cosas que amas” declaró Simonon años más tarde sobre este episodio. Algunos trozos del instrumento se conservan en el Rock and Roll Hall Of Fame de Cleveland. De nuevo, gracias por el dato, Eduardo Poch.

Obvio es decirlo, el diseño de portada estaba inspirado a modo de homenaje en la portada del primer larga duración de Elvis Presley editado en 1957. Desde entonces esta idea ha sido frecuentemente imitada y sus ejemplos son múltiples. Quizá el más cercano, el de los gallegos Siniestro Total, que también reprodujeron esta idea en la portada de su single de finales de 1983 “Sexo chungo / Me pica un huevo”. Sin olvidar que Fermín Muguruza versionó en euskera “The Guns of Brixton”, otro de los clásicos de este disco y como uno de los bares de rock´n´roll más míticos del barrio de Vallekas en Madrid – ¡¡Grande, Tekila!!- tomó su nombre de una de las canciones de London Calling: “Jimmy Jazz”.

Un disco que más allá de reflejar la problemática de una época muy peculiar, nos sigue dejando motivos de reflexión y estímulo para luchar contra aquello que sigue sin gustarnos.  


Madrid –

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