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Alberto Ammann, fotograma de la película Upon Entry ( La llegada) — Tráiler Oficial

Alberto Ammann: “Nos gobiernan psicópatas y sociópatas”

Hablamos con el actor Alberto Ammann, Biznaga de Plata a la mejor interpretación masculina en el último festival de Málaga por este filme, del que también es productor, y ganador del Goya al Mejor actor revelación por Celda 211


Upon Entry (La llegada) es una de las mejores películas españolas del año, un thriller tan sencillo como intenso que ha arrebatado a la crítica y que ha tenido una merecida segunda vida en Filmin. Dirigida por los venezolanos Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vásquez, el filme tuvo 19.000 espectadores en salas españolas, pero el resultado en la plataforma ha sido brillante. Hablamos con el actor Alberto Ammann, Biznaga de Plata a la mejor interpretación masculina en el último festival de Málaga por este filme, del que también es productor, y ganador del Goya al Mejor actor revelación por Celda 211.

En Upon Entry interpretas a un venezolano que viaja con su novia a Estados Unidos y al entrar en la zona de inmigración son maltratados psicológicamente. Uno de los aciertos del filme es su componente político. Tiene mensaje, pero a su vez un buen thriller. Ya es hora de que se demuestre que esto es compatible.

Claro, eso me llamó la atención de su guion. Para mí es importante disfrutar con el cine y que la vez haga que me cuestione cosas.

Upon Entry es violenta, pero no hay un tiro en ella. La violencia es psicológica.

Sí, cuando leí el guion me dije: este guion es muy redondo. Y me lo ofrecieron hace tres años, pero sus directores manejaban este proyecto desde hace más de siete. Intentaron conseguir alguna plataforma y al final el productor, Carles Torras, me llamó y me dijo: tenemos que rodar antes de tal fecha o perdemos la financiación. Y la tenemos que hacer con este dinero, te podemos pagar tanto. Al final acepté y me metí en la producción.

Cartel de la película.

He leído que para tu personaje tomaste como referencia a un amigo tuyo para plasmar la dificultad de enfrentarse a conflictos, con determinados tics nerviosos, gestos, movimientos…

Hice la fusión de dos amigos que comparten carácter. Uno es español y otro de Córdoba, Argentina. Amigo de la adolescencia. Hace años que no lo veo, pero seguimos en contacto, él no sabe que lo he utilizado (Risas). Cuando estaba estudiando en la escuela de Juan Carlos Corazza hicimos un trabajo de imitación de una persona y lo elegí a él porque siempre me pareció muy pintoresco, tenía muchos tics y una manera de hablar particular, daba muchas vueltas, se enredaba en un mundo de pensamiento, le preguntabas A y te respondía Z, un poco marciano.

Otro de los aciertos del guion de Upon Entry es que juega con la ambigüedad, no es el guion convencional y manido que gusta en las plataformas. Y esta ambigüedad se ve en que no sabes hasta qué punto tu personaje quiere a su pareja o la usa para entrar en Estados Unidos.

¡Eso que dices está buenísimo! (Risas) Sí, sí, eso es muy interesante porque hace partícipe al espectador de la construcción de la historia. Porque al final uno puede tener determinada valoración sobre lo que hizo este muchacho. ¿Está bien, está mal? Yo tengo amigos venezolanos, como el personaje, y conozco la situación, no solo del país sino de lo que significa ser venezolano frente a los Estados Unidos. No tengo la experiencia de lo que significa ser venezolano, pero sí sé lo que significa ser latinoamericano viviendo fuera de Latinoamérica, sé de las dificultades de hermanos venezolanos, peruanos y bolivianos. Volviendo a lo que planteabas, es un acierto del guion que la gente acabe de ver la película y discuta sobre si mi personaje quiere o no a su pareja.

Aun así, los temas principales de la película son las fronteras, el abuso y el racismo. Algo siempre actual. ¿Cómo estás viendo lo que nos llega desde Israel y Palestina?

De la misma manera que he vivido y sigo viviendo lo de Irak, Libia, Afganistán, Yemen el Sahara Occidental… No estoy a favor de ningún tipo de violencia y creo que la violencia física, la guerra como manera de resolución de los conflictos, es un error absoluto. Y no soy un ignorante, sé que la guerra sirve para limpiar dinero, para vender armas que destruyen países y para encargarle la reconstrucción de esos países a empresas como Halliburton, como sucedió en Irak.

Fotograma de la película.

Un negocio redondo de destrucción, democión y reconstrucción.

Exactamente. Nos gobiernan psicópatas y sociópatas. Esa falta de empatía es un desequilibrio mental y no tengo nada en contra de los psicópatas, los he estudiado, pero no quiero estar representado por ellos. Yo sí me conmuevo con las vivencias de otros, simpatizo con ellos y sí me duele el dolor de otros seres humanos. Por eso un psicópata no me representa. Las personas psicópatas son muy ambiciosas, escalan a costa de lo que sea y están en los gobiernos y altos cargos de empresas. Está difícil la cosa, pero creo que si los soldados decidieran no ir a la guerra no habría guerras.

Tampoco violencia policial sin serviles policías como los de Upon Entry.

Sí, pero también hay policías buenos. Y soldados que creen que tienen que defender a su país. Y luego están los torturadores y asesinos, como en Argentina. “Cumpliendo órdenes maté a 500 personas y torturé a 100, me lo mandaron”. No, perdón, señor, jódase. Usted va preso. Esa es la peor calaña.

Fotograma de la película.

¿Estás favor de que los actores se mojen en política?

No están obligados, yo lo hago porque me nace. Hay actrices y actores que no les interesa absolutamente nada la política y están en todo su derecho de vivir su vida como mejor les plazca. Cada uno llevará su karma como quiera y pueda.

Quizás hay acontecimientos históricos límite, líneas rojas como fue la Guerra de Irak. Ahí si se mojaron actores como Alberto San Juan o Javier Bardem.

O Willy Toledo, y le han puesto en una lista negra. Y todo porque Toledo, y le quiero mucho, tiene una forma de decir las cosas y eso le ha pasado factura. Me parece mal que una persona sea castigada por posicionarse políticamente.

Estrenas el año que viene Disco, Ibiza, Locomía, sobre el famoso grupo del que ya se hizo una buena docuserie en Movistar. ¿Qué nos espera?

Pues es una comedia dramática, tiene momentos para la comedia y también para el drama porque la vida de este grupo fue dramática. Son unos chavales que no tienen ni pajolera idea de lo que es ser un artista o de lo que significa firmar un contrato que estás obligado a cumplir. Un lío enorme.

¿A quién interpretas?

Al mánager José Luis Gil, es uno de los personajes más difíciles que he hecho porque tiene un nivel de caracterización muy extremo y una manera de hablar muy sofisticada. Me reuní con él, he estado varias veces en su casa y ha sido muy generoso.

¿Algo más por estrenar próximamente?

Justicia Artificial, de Simón Casal, junto a Verónica Echegui. El guion es interesantísimo. Habla de un futuro muy cercano en el que los jueces desaparecen y es la inteligencia artificial la que juzga a las personas. Y es algo de lo que se está hablando y es aterrador, se está estudiando en círculos de gente que desarrolla inteligencia artificial y hay tipos que pagan investigaciones al respecto, gente ligada a centros de poder como el Foro Económico Mundial, que, por cierto, no sé quién cojones los ha votado. ¡Déjennos en paz!

Por desgracia, hoy mucha gente defendería a un juez artificial ante el atasco judicial, un robot que lea el código y aplique la pena correspondiente.

Sí, así de mal estamos. Hay gente que iba a votar a Javier Milei. Vuelvo a lo de antes: estamos gobernados por psicópatas y sociópatas. Dicen que la gente joven va a votar a Milei y te muestran a pibes en la tele apoyándolo, pero hay mucha gente joven que no han votado a Milei y son la mayoría. Para colmo, la prensa está pasando por uno de los peores momentos de su historia, ya no hay periodistas, hay mercenarios. La gran mayoría de los que trabaja para los grandes medios son mercenarios sin ningún criterio. Milei está medicado, es un esquizofrénico con brotes psicóticos. Se sabe, pero los medios de comunicación masivos no le han dado bola a esa información. Hay una ficha médica de Milei con fecha y todo, pero los medios no se han hecho eco porque son títeres que ayudan a la única función que tiene Milei: seguir generando odio y separación entre la gente, que es lo que el sistema quiere. Derecha e izquierda, rojos y azules, negros o blancos. Quieren que estemos divididos permanentemente. Y al final si le preguntas a la gente qué es lo que quiere, en el fondo de sus corazones lo que quiere es vivir bien, estar sano y disfrutar de la familia y de la gente querida.

Ha sido un placer hablar contigo, Alberto.

Igual, gracias por el espacio que dais a Upon Entry en Diario Red.


Pueden ver el tráiler de la película aquí:

Madrid –

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