El Hollywood militante: los dos bandos enfrentados en la guerra entre Israel y Palestina

Estos días la tensión es alta en Hollywood, tanto que algunos han perdido sus altos cargos y sus famosos clientes por posicionarse. Más concretamente por denunciar el genocidio que se está perpetrando en Gaza

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Ante el genocidio en Gaza, no parece fácil posicionarse en Hollywood, industria cuya comunidad judía sigue siendo muy amplia, poderosa e influente. Los fundadores de Hollywood, como Walter Selig, William Fox y Marcus Loew, fueron inmigrantes judíos, igual que legendarios productores como Samuel Goldwyn, nacido Szmuel Gelbfisz en Varsovia, o Louis B. Mayer, nacido Eliezer Meir en Bielorrusia.

Estos días la tensión es alta en Hollywood, tanto que algunos han perdido sus altos cargos y sus famosos clientes por posicionarse. Más concretamente por denunciar el genocidio que se está perpetrando en Gaza. Es el caso de la representante de estrellas Maha Dakhil, de Creative Artists Agency (CAA) y responsable de la gestión de la carreras de Tom Cruise, Madonna o Anne Hathaway. Dakhil, que apuntaba a ser una de las mujeres más poderosas de Hollywood (desde los setenta los agentes pueden llegar a dirigir estudios, como Lew Wasserman, capo de Universal y de padres judíos y emigrantes de Rusia), pero fue apartada de su cargo tras compartir publicaciones en contra las masacres en Gaza y escribir este comentario: “¿Qué es más desgarrador que presenciar un genocidio? Ser testigo de la negación de que está ocurriendo un genocidio”.

Los teléfonos en la oficina de Dakhil empezaron a sonar y el correo electrónico se atascó a mensajes. Horrorizada, la antes poderosa representante empezó a eliminar sus publicaciones contra el genocidio israelita y se vio obligada a emitir una lastimera disculpa: “Cometí un error con una publicación en mi Instagram, que usaba un lenguaje hiriente. Me enorgullezco de estar del lado de la humanidad y la paz. Estoy muy agradecida a mis amigos y colegas judíos que me señalaron las implicaciones y me educaron aún más. Inmediatamente, quité la republicación. Lamento el dolor que he causado”.

Pese a arrastrarse y a su acto de contrición, Aaron Sorkin (cotizado guionista de El ala oeste de la Casa Blanca y La red social y destacado cliente de CAA) decidió abandonar la agencia de talentos que lideraba Dakhil para unirse a su gran competidora, la agencia WME. Sorkin, declaró al respecto: “Maha no es antisemita, simplemente está equivocada. Es una gran agente y estoy muy orgulloso del trabajo que hicimos juntos durante los últimos seis años. Estoy emocionado de regresar a WME”.

El caso de Dakhil es un claro ejemplo de autocensura y de serios problemas con la libertad de expresión en Hollywood (nada nuevo) o del castigo que puedes sufrir si la ejerces, como le has sucedido a Dave Chappelle, cómico amenazado con la cancelación. Durante un espectáculo de stand-up en Boston, Chappelle criticó al gobierno israelí por cortar el agua y otros recursos a la Franja de Gaza, lo que provocó que algunos espectadores abandonaran inmediatamente la actuación.

A pesar de toda esta tensión, sí hay figuras del cine que ha denunciado el horror que está sufriendo el pueblo palestino. El grupo Artists for Palestine UK publicó una carta abierta con más de 2.000 firmas, incluidas la de los actores Tilda Swinton, Steve Coogan y Charles Dance, pidiendo “el fin de la crueldad sin precedentes que se está infligiendo a Gaza” y considerando las acciones del gobierno de Israel como crímenes de guerra. En otra carta abierta, estrellas como Cate Blanchett o Joaquin Phoenix instaron a John Biden a demandar un inmediato alto el fuego. En la carta se podía leer:
“La mitad de los dos millones de residentes de Gaza son niños, y más de dos tercios son refugiados y sus descendientes se ven obligados a huir de sus hogares. Hay que permitir que la ayuda humanitaria llegue a ellos”.

John Cusack, conocido activista que se ha definido “agresivamente anti-Trump” y ha atacado a la élite del Partido Demócrata (“vendió a la clase trabajadora durante décadas”), escribió tras acudir a una marcha en Chicago a favor de la gente masacrada en Gaza: “Les diré lo que no escuché en la marcha: no escuché que muera Israel, que mueran los judíos o que hay que celebrar el asesinato de civiles israelíes. Lo que todavía escucho es que necesitamos liberar a Palestina de una brutal ocupación, liberar a gente preocupada por sus seres queridos en un área infernal, sin comida, agua y electricidad. Personas a las que se les dice que se vayan y luego son bombardeadas cuando lo hacen”. También Mark Ruffalo denunció la catástrofe humanitaria y animó a sancionar a Israel y publicó en Twitter: “Las sanciones contra Sudáfrica ayudaron a liberar a su pueblo negro, es hora de que las sanciones contra Israel liberen a los palestinos”.

Angelina Jolie, implicada en decenas de acciones humanitarias desde hace años, publicó en su Instagram: “Hay un bombardeo deliberado de población atrapada que no tiene ningún lugar al que ir. La población palestina está siendo castigada colectivamente”. Estas palabras no gustaron nada a su padre, el actor Jon Voight, con el que tiene una pésima relación. Voight, un iluminado religioso y ferviente partidario de Trump, cargó contra ella en un video en el que decía: “Estoy muy decepcionado de que mi hija, como muchos otros, no comprendan el honor de Dios, las verdades de Dios. Están tratando de destruir la historia de la tierra de Dios, la Tierra Santa, la tierra de los judíos. Esto es la justicia de Dios para sus hijos en la Tierra Santa”.

Igual de contundente que Jolie fue Susan Sarandon, Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF y de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y colaboradora del Colectivo Feminista Palestino: “No tienes que ser palestino para preocuparte por lo que está pasando en Gaza. Apoyo a Palestina. Nadie es libre hasta que todos seamos libres”.

El más claro apoyo a Israel, y contra la matanza de Hamás, vino de una carta en la que se condenaban los ataques a Israel y se exigía la liberación de los rehenes retenidos. La firmaron estrellas como Liev Schreiber, Amy Schumer, Debra Messing, Ryan Murphy o Mark Hamill. También Natalie Portman, actriz israelí-estadounidense, escribió en Instagram: “Mi corazón está destrozado por el pueblo de Israel. Estoy horrorizada por estos actos bárbaros y mi corazón late con amor y oración por las familias de todos los afectados”.

Barbara Streisand, de ascendencia judía y directora de Yentl, la historia de una joven que se corta los cabellos y se viste vestirse de chico para estudiar a una escuela talmúdica, reveló: “Estoy orando por todas las madres y padres que han perdido a sus hijos. Tenemos que esperar y rezar por el regreso seguro de todos los rehenes”.

Jerry Seinfeld, comediante judío y estrella de Seinfeld, compartió también su apoyo a Israel: “Viví y trabajé en un kibutz en Israel cuando tenía 16 años y he amado nuestra patria judía desde entonces. Mi corazón se está rompiendo por estos ataques y atrocidades. Pero también somos un pueblo muy fuerte en nuestros corazones y mentes. Creemos en la justicia, la libertad y la igualdad. Sobrevivimos y prosperamos pase lo que pase”.

En España, personalidades de la cultura también han suscrito un manifiesto. En el texto, firmado, entre otros, por Marisa Paredes, Emma Suárez, Juan Diego Botto y Montxo Armendáriz se puede leer: “Nos dirigimos al Gobierno de España para solicitar un alto el fuego y la apertura inmediata de corredores humanitarios en Gaza. El hecho de que condenemos firmemente la muerte de civiles inocentes israelíes por la operación de Hamás precede en su expresión a la exigencia de frenar la destrucción indiscriminada que está llevando nuevamente el Ejército israelí”. Y concluyen: “Si el mundo hubiese alzado la voz contra la Alemania Nazi, contra el Apartheid en Sudáfrica… habríamos salvado millones de vidas humanas por lo que ahora más que nunca es imprescindible que plantemos cara al Estado de Apartheid de Israel y nos posicionemos a favor de los derechos humanos porque como dijo Martin Luther King: “No duelen los actos de la gente mala, duele la indiferencia de la gente buena””.

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