‘Los asesinos de la luna’ de Scorsese: demasiado larga y, ni de lejos, una obra maestra

Todo parece estar ahí en la superproducción del año: una muy buena historia, Martin Scorsese, un gran reparto… pero a la película, además de interminable, le falta alma
Fotograma de la película ‘Los asesinos de la luna’

Martin Charles Scorsese era un muchacho con asma que pasó su infancia en salas de cine, una experiencia que le cambió la vida y que lo convirtió en un enorme cineasta además de un apasionado cinéfilo y comprometido restaurador de clásicos. En aquellos cines de su infancia Martin Charles también gozó de los grandes peplums, las películas de romanos de largas duraciones. De hecho, su primer storyboard lo dibujó con solo 11 años y fue un peplum inventado que tituló La ciudad eterna. En sus títulos de crédito leemos: “Dirigida y producida por Martin Scorsese”. Las letras con su nombre son más grandes que las de las estrellas ficticias, entre ellas Richard Burton y Robert Taylor.  

El pequeño Martin tenía sueños de grandeza y quería ser parte de ese Hollywood que luchaba porque sus espectadores no lo abandonaran por la televisión. Por eso Hollywood peleó para que la pequeña pantalla no pudiera competir con sus películas y lo hizo con los grandes formatos, como el Cinemascope o el Cinerama, y las largas duraciones. Es exactamente lo que está volviendo a suceder hoy.

Sobre la duración de Los asesinos de la luna, 206 minutos, tres horas y media, Scorsese ha declarado que ha querido hacer una película que debería verse en una gran pantalla, un filme para el que debes, en un mundo inmerso en la prisa, la inmediatez y las pantallitas del móvil, sacar tiempo. Mucho tiempo, dedicarle a su película toda una tarde, como pasaba con aquellas superproducciones que Scorsese disfrutó en su infancia. De hecho, esta película es su gran superproducción: ha costado 200 millones de dólares, 40 millones más que la fallida El irlandés. Solo el salario de DiCaprio fue de 30 millones de dólares.

Aunque en el cine de Scorsese no es nueva la larga duración (El irlandés duraba 209 minutos y El lobo de Wall Street 179), no es el mayor problema de Los asesinos de la luna. El gran vicio del nuevo Scorsese es que es demasiado frío y también deja frío al espectador, aunque la historia que cuenta es muy interesante: años 20, el petróleo ha cambiado la economía norteamericana. Gracia a él, la tribu Osage se convierte en una de las civilizaciones más ricas del mundo, algo de lo que el hombre blanco se va a aprovechar engañando, extorsionando, robando y asesinando.

En este sentido, Los asesinos de la luna es otra película de gangsters de Scorsese. La chusma criminal de esta película en poco se diferencia de los protagonistas de Malas calles, Uno de los nuestros o Casino. Pero sí difiere en algo medular para el espectador: los mafiosos de Scorsese, enriquecidos con magníficas escenas de humor negro, caen bien y los criminales de esta película no. Es imposible empatizar con el tonto y rufián Ernest Burkhart (DiCaprio) o con William Hale (Robert De Niro), villano de la función, un ser demoníaco que orquestó las matanzas y el gran saqueo de la riqueza de los Osage, un caso que hasta ayudó a crear el FBI.

Fotograma de la película.

Sobre el papel, la idea es magnífica, muy poderosa: un western en el que los personajes femeninos tienen gran importancia y que sugiere que Norteamérica está cimentada en el crimen, algo que ya apuntaba la también fallida Gangs of New York. De hecho, Scorsese dijo que cuando leyó el libro de David Grann Asesinos de la luna de las flores: petróleo, dinero, asesinato y el nacimiento del FBI supo que tenía que convertirlo en una película. Para conseguirlo, se citó con el jefe “Oso de pie”, quería convencer a la Nación Osage de que colaborara con su película.

Pero lo que sobre el papel puede resultar brillante, en pantalla lo que ves es un repartazo, clasicismo, mucho dinero, una impecable producción, ampulosidad, fasto… pero poca alma. La crítica, eso sí, no ha opinado igual y se ha rendido ante el nuevo Scorsese. En El País, Elsa Fernández Santos se ha atrevido a compararla con Gigante, de George Stevens, resulta “fascinante” para The Hollywood Reporter y es “un clásico americano instantáneo” para The Guardian.

Ni mucho menos. La película que nos ocupa es de las más fallidas de Scorsese. Me quedo con lo que ha escrito Peter Debruge en Variety, que compara Los asesinos de la luna con la desmesurada La puerta del cielo, aunque carece de la belleza visual de la película de Michael Cimino. Debruge habla de “una mirada moralmente indignada a una masacre en cámara lenta que se empantana tanto en los detalles que pierde el hilo”. Y ese es el gran defecto del último Scorsese: que nadie le ha pedido podar el guion o su montaje en la sala de edición. A Los asesinos de la luna le sobra una hora de metraje. Y hasta podando la película, nunca te llegarían a fascinar sus personajes. Burkhart es solo un palurdo ambicioso, Hale un frío, hueco y demasiado previsible malo de la función y Mollie una sufriente nativa americana de voz susurrante y escasa expresividad. Porque una cosa es que tu película la protagonicen criminales y otra muy distinta gente que está muerta por dentro, personajes que no calan. El filme es tan fallido que, hasta los asesinatos, y rodando asesinatos Scorsese es un genio, son cinematográficamente pobres. Y lo más grave: la trama principal de una película de tres horas y media es confusa, tiene demasiada información y está mal expuesta. Y rematada con un desacertado final, una absurda pirueta temporal.   
Los asesinos de la luna es un filme que se toma demasiado en serio, falto de humor, gélido, incapaz de emocionar. Y no tiene una sola secuencia realmente memorable, de gran cine, algo que pides a alguien de la altura de Scorsese, que, eso sí, ha rodado la película que quería y ha llevado a muchos miles a ver una larguísima película en una sala de cine. Solo en su primer fin de semana recaudó 44 millones de dólares en todo el mundo, aunque no ha tenido un buen boca a boca y finalmente será un fracaso de taquilla.

Leonardo DiCaprio — Fotograma de la película.

La película tendrá su segunda vida comercial en la plataforma de Apple, empresa que ha pagado este dispendio. Y me temo que, en contra de los deseos de Scorsese, los que no la han visto en una sala verán Los asesinos de la luna en su casa y por partes, como una miniserie. Y la olvidarán fácilmente.

Pueden ver el tráiler de la película aquí:

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