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Nuestro Ahora con Inti Illimani en Canal Red

«El pueblo unido jamás será vencido» con Inti Illimani en Nuestro Ahora

Charlamos con la mítica banda chilena Inti Illimani y con el cantautor italiano Giulio Wilson de su nuevo disco conjunto en el 50 aniversario del golpe militar contra Salvador Allende


Llegó la tormenta, crujieron los cielos, pero no nos detuvo el miedo. De la lluvia aprendimos que somos agua, y a querer tanto a los desiertos como a los humedales del alma. No nos rendimos. Ni nos rendiremos. Vale la pena, siempre, apostarlo todo a la revuelta permanente por lo sostenible. Chile es un camino, entre otros tantos, que nos lleva a la raíz, allí donde se encuentra mi otro yo, aquel que es el único capaz de abrir los ojos de la piel.

1967. Un año antes de aquel mayo inolvidable. Un águila dorada por un rayo de sol se vislumbra entre las nubes de Santiago. En los alrededores de la universidad del Estado, está naciendo la Nueva Canción Chilena. Un grupo de estudiantes van a reinventar la música latinoamericana.

1973. Caen las bombas sobre el palacio de la Moneda, cerrando las alamedas, en el más oscuro de los septiembres. Llega desde Italia un canto herido, pero no abatido: no dejáis regresar al exiliado del sur, pero no pararemos de entonar la marcha de la unidad del pueblo, hasta que caigan los asesinos.

2023. Medio siglo después, siguen vivos los acordes de Violeta y Víctor Jara, su mensaje inmortal. Sigue cantando en las alturas de la montaña de la paz el águila de oro, en quechua, en aimara, en castellano, en todos los idiomas del corazón en un puño, la canción de los oprimidos.

Seguimos cantando, seguimos en pie. Y seguiremos.

Se cumple medio siglo desde el golpe militar en Chile contra Salvador Allende, que dio comienzo a la dictadura de Augusto Pinochet.

A Inti Illimani aquel fatídico 11 de septiembre os pilló en pleno tour por Europa. Ya no pudisteis regresar hasta más de una década después. El país que mayormente os acogió durante este exilio fue Italia. Es cuanto menos simbólica la aparición justo ahora de este disco en colaboración con un cantautor italiano como Giulio Wilson, grabado además en parte en Florencia. ¿Cómo nace la idea, el impulso de llevar a cabo este disco conjunto?

JORGE (I.I.): ¿Lo cuentas tú, Giulio?

GIULIO: Hace unos tres años les envié un e-mail con un tema que había escrito, que se titula ‘Vale la pena’. Me parecía que era una canción con una melodía perfecta para la música que ellos proponen. Y me aventuré. Jorge me respondió muy rápidamente, diciendo: “nos gusta mucho. Vente a Santiago de Chile a hacerla con nosotros”. Y yo, claro, me fui. Básicamente empezó así. Hicimos después una gira en Italia, nos conocimos más a fondo y a partir de ahí hemos tenido cada vez más ganas de trabajar juntos. Ahora por fin hemos hecho un disco. Se llama ‘Agua’. Son trece canciones que giran alrededor de un tema, el agua, que nunca cae de manera regular.

Habéis estado presentando el disco en Italia, donde habéis dado conciertos en una decena de ciudades, algunas de las más importantes del país. ¿Cómo veis la situación allí? ¿Qué ha sucedido desde los años setenta hasta hoy para que haya podido llegar al gobierno la extrema derecha? ¿Es tan frágil la memoria?

JORGE (I.I.): No sé si es frágil solo la memoria. Las fragilidades son muchas. También son muchas las fortalezas. Nunca se puede comparar del todo un período con otro. Los paralelos de la Historia nunca son justos. Creo que son muchas las circunstancias que hacen que el mundo tenga miedo. Y hay quienes trabajan concienzudamente para ello. Eso en gran parte explica esta situación, que no es solo de Italia. Y las elecciones en muchos países lo van confirmando. Pero no es una fatalidad. Depende de nosotros. 

«Entonces no es tanto que haya perdido fuerza la izquierda, a mi modo de ver, sino que había una fuerza de reserva de la derecha, digamos, importantísima, y que casi nadie realmente se esperaba»

También se cumplen cincuenta años desde que empezarais a entonar el que se ha convertido en uno de los himnos más repetidos por los movimientos emancipadores en manifestaciones de todo el mundo: “el pueblo unido jamás será vencido”. ¿Qué es lo que falla? Si lo sabemos, que unidos nos hacemos invencibles, y lo cantamos con el corazón en la mano, ¿por qué nos cuesta siempre tanto unirnos en ese frente común?

JORGE (I.I.): Brevemente. No se trata de una receta. Diría que es una verdad. No hay que mirar al pueblo como un elemento extraño. Como el agua, no solo está fuera, está dentro de nosotros. Somos el pueblo y hay que trabajar día a día para que sea el pueblo el que construya la unidad. No estárselo recetando. La convicción tiene que ser profunda, y en primer lugar popular.

Volvió a escucharse con mucha fuerza este himno, y otros tantos de lo que se llamó La Nueva Canción Chilena, a la que pertenecéis, en los actos masivos de protesta en Chile de 2019, que desembocaron entre otros acontecimientos en la histórica llegada a la Moneda de Boric, del Frente Amplio. En vista de lo que ha ocurrido en estos meses con el proceso constituyente, con el giro reaccionario y el auge de la extrema derecha. ¿Qué errores creéis que se han cometido desde las izquierdas chilenas, si es que ha habido alguno?

JORGE (I.I.): Es una pregunta complicada. Hay que decir primero que los dos reveses electorales que hemos tenido a manos de la derecha, en parte se deben a que por primera vez se está aplicando el voto obligatorio. A los siete u ocho millones de personas que votaban en Chile, se sumaron cuatro millones, que nunca habían participado, a los que no les interesaba para nada. Esos cuatro millones resultaron abrumadoramente votos de derecha. Entonces no es tanto que haya perdido fuerza la izquierda, a mi modo de ver, sino que había una fuerza de reserva de la derecha, digamos, importantísima, y que casi nadie realmente se esperaba. 

Yo no creo que haya que flagelarse, porque una de las razones por las cuales perdemos consenso es que nos autoflagelamos más de la cuenta, y buscamos mucho la culpa del problema en el amigo que tenemos sentado al lado.

GIULIO: También es muy relevante aquí todo el asunto de las redes sociales. A veces parecen democráticas, pero no lo son. En el momento en que un partido, por ejemplo, puede financiar una promoción de campaña electoral con fake news, esto lo hace constantemente la derecha, lo hemos visto con Trump, lo hemos visto en Italia también, y en Chile, eso va a influenciar inevitablemente. Sobre todo a esa gente que no tiene una pertenencia de base, esa parte de la población de la que hablaba Jorge.

¿Qué grado de importancia creéis que tienen los grandes poderes mediáticos, en manos de la derecha casi en su totalidad? ¿Pueden las políticas de izquierda resistir frente a los marcos intencionados, los temas que ponen en la agenda medios como por ejemplo El Mercurio, y que a fin de cuentas la definen? ¿Se los ha subestimado, tal vez?

CÉSAR (I.I.): Eso es lo que explica en gran medida los resultados tan volátiles que han habido en Chile en los últimos dos años. Pasar de una oportunidad histórica, de tener una constitución desarrollada, a través de un proceso que movilizó a todo el país desde el 2019, a fallar en ese proceso y hoy día tener unas elecciones que cambiaron completamente el foco y traen un resurgir de la derecha. Tiene todo que ver con los proyectos de trabajo de los medios de comunicación, que en Chile son muy fuertes y muy concentrados. Y nos obliga a generar proyectos de unidad de izquierda también desde ahí, desde los medios. Aunque no es nada fácil.

Teniendo en cuenta esta presión mediática constante y fortísima, ¿es posible también que se haya cedido demasiado terreno a la derecha? ¿Se han escorado demasiado hacia el centro quizás algunas posiciones en pos de determinadas estrategias?

JORGE: Mi opinión es que poco se gana con ceder. Porque te desconfigura. Pierdes identidad. No se trata de un maximalismo, porque eso no existe, no hay una propuesta ultrarrevolucionaria que ponga en jaque todo el “sistema”, pero estar cediendo permanentemente yo creo que nos resta credibilidad.

¿Qué significaría para vosotros el concepto de “revolución” hoy? ¿Tiene sentido hablar de revolución?

GIULIO: La revolución no es una canción, pero la pueden llevar a cabo las personas que escuchan una canción. La revolución hoy parte de la cultura. Yo pienso que la cultura es la base de poder hacer un pensamiento, una consciencia. En el momento en el que la cultura se resiente, la derecha gana, ganan las cosas sin contenido, gana la fachada. Pierde el pensamiento intenso, profundo.

Pregunta de Gonzalo Winter, diputado del gobierno de la República de Chile: Creo que parte de la clave de la conexión emocional y la posterior trascendencia hasta nuestros días de vuestra música tiene que ver con que cantó las aventuras de un pueblo organizado. ¿Es posible que se dé esa conexión y esa trascendencia sin un pueblo organizado? ¿Creen que es posible que el pueblo vuelva a sentirse como un actor emocionalmente colectivo? Y por otra parte, se cumplen 50 años del golpe militar, de la muerte de Allende y de Víctor Jara, entre otras tantas, pero también se cumplen 50 años de la muerte de Pablo Neruda. ¿Cómo creen que debe ser recordada la figura de Neruda y qué lugar debería ocupar en la cultura chilena?

JORGE (I.I.): Repito que no debemos ver al pueblo como un ser ajeno, al que podamos decirle: haz esto, haz lo otro. Tenemos que estar en la base. Las canciones no hacen revoluciones. Es el pueblo, cuando se moviliza, el que produce canciones y produce esa identidad extraordinaria.

Las figuras de Allende, de Víctor Jara, y de Pablo Neruda, siguen creciendo en la memoria popular, a pesar de que ha habido cincuenta años de esfuerzos por hacer que se olviden, y no solo desde las derechas. Allende sigue siendo la figura más querida del pueblo chileno, y sucede algo parecido con Pablo Neruda. ¿Cómo hay que recordarlo? No como un poeta que supo poner su poesía al servicio del pueblo, sino como alguien que supo hacer poesía desde su condición de hijo de un ferroviario, desde su condición popular.

CÉSAR (I.I.): Me parece que esa emoción, esa conexión trascendente, de la que habla Gonzalo, se produjo de una forma muy interesante en las movilizaciones de 2019 en Chile. Fue un momento realmente especial. Lamentablemente, la pandemia provocó, entre tantas consecuencias nocivas, un aislamiento que frenó en parte aquello. Pero hay un germen siempre. Hay que tener esperanza. Porque cuando emerge la unidad, emerge la emoción y emerge un sentimiento colectivo que es tremendamente poderoso.

¿Qué artistas jóvenes chilenos o chilenas recomendáis?¿Cuáles créeis que podrían conformar la nueva Nueva Canción chilena?

CÉSAR (I.I.): Hay un fermento muy fuerte ahora. Son muchos. Se me vienen a la mente Anita Tijoux, Nano Stern, Manuel García… curiosamente son más solistas que grupos, al contrario de la época de los setenta.

Rueda de reconocimiento: Violeta Parra / JORGE (I.I): Madre, de todo lo que hemos hecho — Víctor Jara / CÉSAR (I.I.): Padre, pilar fundamental para los chilenos y los latinoamericanos — Sergio Ortega / JORGE (I.I.): El gran desconocido, a pesar de que sus canciones son las más famosas del mundo — Giorgia Meloni / GIULIO: Difícil, muy difícil — José Antonio Kast / JORGE (I.I.): Tiempos oscuros  — Agustín Edwards / CÉSAR (I.I.): Más oscuros todavía. JORGE (I.I.): El gran patrón. Los que están en la sombra — Sergio de Castro / JORGE (I.I.): Hombre del régimen. Ideólogo. Invoca directamente a Pinochet — Augusto Pinochet / JORGE (I.I.): Un miserable — Salvador Allende / JORGE (I.I.): El más grande — Gabriel Boric / CÉSAR (I.I.): Esperanza — Horacio Salinas / JORGE (I.I.): Un gran músico

¿Cómo veis nuestro ahora?

CÉSAR (I.I.): Complejo. Es un permanente esfuerzo por unirnos. Y una necesaria conexión con la juventud, con los que vienen. No olvidarnos nunca de eso.

¿Qué diríais que ahora es nuestro?

GIULIO: Aquello que se ha construido en el pasado

JORGE (I.I.): Tenemos un patrimonio ético gigantesco

A Jorge y César, Inti Illimani: ¿Venceremos?

JORGE (I.I.): Me gusta decir, en tono de chiste, que nos contentaríamos con un empate

A Giulio Wilson: ¿Vale la pena?

GIULIO: Siempre.


Madrid –

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