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Baldoví, Aberchán y Errejón en el lanzamiento del «Acuerdo del Turia» — Isaac Buj / Europa Press

Buscar en Google a Mustafá Aberchán

De forma análoga a lo señalado por Madina con el ‘caso Koldo’, es inevitable hacerse la pregunta: ¿Cómo puede ser que ninguno de los partidos hoy en Sumar buscase el nombre de Aberchán en Internet? O peor todavía, ¿y si resulta que sí lo hicieron?


Ayer por la mañana, la Presidenta del Congreso, Francina Armengol, comparecía ante los periodistas parlamentarios para defenderse de los ataques del PP, que, esa misma mañana, había presentado formalmente un escrito pidiendo su dimisión. Los populares —que han protagonizado a lo largo de las últimas décadas decenas de casos de corrupción y cuyo actual presidente veraneaba habitualmente acompañado de un conocido narcotraficante gallego— señalan a Armengol por la adquisición por parte del Gobierno de Baleares que ella presidía de aproximadamente un millón y medio de mascarillas a la empresa Soluciones de Gestión —en el centro del conocido como ‘caso Koldo’—, por haber emitido un certificado afirmando que la entrega del material había sido correcta cuando las mascarillas suministradas eran de mucho peor calidad que las que figuraban en el contrato, y también por haber esperado hasta el último día de la legislatura para reclamar el dinero público sustraído así por la trama. Los argumentos esgrimidos por la ex presidenta Balear para explicar por qué no iba a dimitir fueron exactamente los mismos que utilizó el ya diputado del grupo mixto José Luis Ábalos: que no está imputada, que ni siquiera figura en el auto, que los contratos fueron legales y que no iba a permitir que «mancillaran su nombre».

Ayer por la mañana también, saltaba la noticia de la detención del líder del partido Coalición por Melilla, Mustafá Aberchán, y otras cinco personas más, en el marco de una investigación por parte de la Policía Nacional acerca de la posible compra de votos en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023, así como la posible comisión de delitos de pertenencia a organización criminal, fraude en la contratación pública, prevaricación administrativa, tráfico de influencias, falsedad documental y malversación de caudales públicos. Aberchán y su partido formaron parte del así llamado «Acuerdo del Turia» ya desde finales de 2022, junto a Más País, Compromís, Chunta Aragonesista o el Proyecto Drago de Alberto Rodríguez, entre otros. Esta plataforma política que se concibió como uno de los gérmenes de Sumar —todas estas fuerzas excepto Coalición por Melilla acabarían integradas en la candidatura de Yolanda Díaz para las elecciones generales—, llegó a organizar numerosos actos, incluso uno en el que el hoy detenido, Mustafá Aberchán, compartió escenario con Joan Baldoví e Iñigo Errejón. El 23 de mayo de 2023, cuando salieron a la luz los primeros indicios de compra de votos por parte de la formación melillense, los de Aberchán fueron expulsados del «Acuerdo del Turia» de forma «preventiva».

Según Madina, se descartó la posibilidad de contratar con la trama porque Barbón hizo una «sencilla búsqueda en Google» y encontró rápidamente noticias que relacionaban a la empresa Soluciones de Gestión con una trama previa de corrupción en Angola en el marco del así llamado ‘caso Defex’

Mientras ocurrían estos dos hechos asociados a la corrupción política, el ex dirigente y todavía militante del PSOE Eduardo Madina revelaba en la Cadena SER que la empresa del ‘caso Koldo’ intentó contactar también con la administración autonómica asturiana liderada por el socialista Adrián Barbón. Según Madina, se descartó la posibilidad de contratar con la trama porque Barbón hizo una «sencilla búsqueda en Google» y encontró rápidamente noticias que relacionaban a la empresa Soluciones de Gestión con una trama previa de corrupción en Angola en el marco del así llamado ‘caso Defex’. Así, y sin mencionar ningún nombre propio, Madina dejaba en el aire una demoledora pregunta: Aún suponiendo que los equipos de José Luis Ábalos, Fernando Grande Marlaska, Salvador Illa, Ángel Víctor Torres o Francina Armengol no supieran que estaban contratando con una empresa corrupta, ¿por qué no hicieron lo que cualquiera de nosotros hace cuando va a establecer una nueva relación comercial o laboral? ¿Por qué ni siquiera buscaron el nombre de la empresa en Google? O peor todavía, ¿y si resulta que sí lo hicieron?

Del mismo modo, si cualquiera de los integrantes del «Acuerdo del Turia» hubiesen buscado en Google el nombre de Mustafá Aberchán antes de incorporarlo a la plataforma germen de Sumar, rápidamente habrían encontrado que fue inhabilitado por el Tribunal Supremo en 2018 por la compra de votos en las elecciones al Senado de 2008, y también que fue Presidente de Melilla entre los años 1999 y 2000 gracias al apoyo del partido corrupto de Jesús Gil. De forma análoga a lo señalado por Madina con el ‘caso Koldo’, es inevitable hacerse la pregunta: ¿Cómo puede ser que ninguno de los partidos hoy en Sumar buscase el nombre de Aberchán en Internet? O peor todavía, ¿y si resulta que sí lo hicieron?

En estos días en los que tantos ciudadanos y ciudadanas se preguntan cuáles son las medidas que se pueden tomar para evitar la corrupción en las instituciones públicas, a veces la respuesta es tan sencilla como hacer una búsqueda en Google… y actuar en consecuencia, claro. Y actuar en consecuencia.


Madrid –

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