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Yolanda Díaz junto a Marta Lois en el Congreso — Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

El fracaso del modelo Sumar en Galicia

La negativa de las bases de Podemos Galicia a concurrir a las elecciones en coalición con Sumar es el último acontecimiento de una ya larga cadena que, más allá de las diferentes posiciones y las filias y fobias de cada uno, se puede describir objetivamente como una trayectoria de fracaso político creciente


Cuando, hace unas semanas, Podemos decidió integrarse en el Grupo Mixto en el Congreso para recuperar la capacidad de poder registrar iniciativas y la voz en la tribuna que Sumar les había sustraído, los de Yolanda Díaz utilizaron este hecho del ámbito estatal para levantarse de la mesa de negociación en Galicia. Cuando Alfonso Rueda decidió convocar elecciones autonómicas anticipadas para el próximo 18 de febrero hace unos días, las conversaciones se retomaron discretamente pero Sumar no alteró el modus operandi que ya había ejecutado antes en Andalucía y, después, en las elecciones generales del pasado 23 de julio. De hecho, lo intensificó. La propuesta que los de Díaz enviaron a Podemos Galicia cuando quedaban muy pocos días para poder tomar una decisión cometía todos los errores que habían envilecido los procesos anteriores; e incluso alguno más. Esta vez, no solamente se imponía el nombre de la candidatura —Sumar Galicia; eliminando toda referencia a Podemos— y se imponía también la cabeza de lista desde Madrid —Marta Lois—, ambas cosas de forma autoritaria y sin ningún tipo de proceso democrático. Esta vez, además, no se ofrecía a los morados en este proceso electoral concreto ningún puesto de salida en las papeletas; reservando las primeras posiciones de las circuscripciones de Pontevedra y A Coruña —las únicas con una pequeña probabilidad de resultar elegidas— para personas de Sumar. A cambio de la firma y los votos de Podemos, los de Yolanda Díaz solamente aceptaban ceder 46.000 euros anuales de la financiación de partidos a la que se tiene derecho después de las elecciones en caso de tener alguna representación.

A la vista de este nuevo intento de arrinconamiento y humillación por parte de Sumar, la dirección de Podemos Galicia, con Borja San Ramón a la cabeza, recibió la «oferta» con escepticismo —sin descartar que se tratase de una simple maniobra mediática para obligar a los morados a romper y quedar como los culpables— y decidió con buen criterio someter el acuerdo a la votación de los inscritos e inscritas. Esta mañana, se conocían los resultados y no pueden ser más claros. Con una participación de más de 2500 personas, más del 60% de las bases de Podemos Galicia han rechazado de forma contundente el «trágala» que intentaban imponer los de Yolanda Díaz. Nadie cree que Esquerda Unida y el Movimiento Sumar de la antigua líder de IU en Galicia puedan acercarse a una cifra de participación semejante cuando consulten a sus bases en Galicia. Y quizá ese sea uno de los principales problemas de Sumar en Galicia y en todo el Estado: carecen de militantes.

Con una participación de más de 2500 personas, más del 60% de las bases de Podemos Galicia han rechazado de forma contundente el «trágala» que intentaban imponer los de Yolanda Díaz

Después de la propuesta de Díaz a Martiño Noriega para encabezar su candidatura en Galicia como independiente —es decir, dejando al margen a su organización política, Anova— y la consecuente negativa del ex alcalde de Santiago, la negativa, ahora, de las bases de Podemos Galicia a concurrir a las elecciones autonómicas en coalición con Sumar es el último acontecimiento de una ya larga cadena que, más allá de las diferentes posiciones y las filias y fobias de cada uno, se puede describir objetivamente como una trayectoria de fracaso político creciente. Después del mediocre resultado en Andalucía tras el primer ensayo de la nueva forma —autoritaria, por arriba, sin refrendo democrático, sin transparencia y arrinconando a los morados— de fraguar «acuerdos» introducida en el espacio Sumar, y después de la reducción del espacio político respecto del ocupado por Unidas Podemos que se produjo en las elecciones generales bajo el liderazgo de Yolanda Díaz, nada hace pensar que el próximo 18 de febrero Sumar pueda obtener un resultado que permita desalojar al PP de la presidencia de la Xunta; algo que ya habría sido difícil incluso de haber sido capaces de integrar a Podemos con un acuerdo electoral justo. Y no solamente porque resulte obvio que no se puede generar ilusión ni tracción política alguna derivada de la unidad cuando ésta se diseña de una forma que aliena a los votantes de la mayoría de los partidos que la forman. Además, porque no parece que sea correcta la hipótesis de que Sumar es la pieza hegemónica con los apoyos populares suficientes como para que resulte mínimamente legítimo imponer su marca y sus candidatas al resto de partidos y, haciendo eso, obtener buenos resultados electorales. No sólo no se ha demostrado esta hipótesis sobre el terreno, sino que más bien parece haberse verificado su contraria, y todo apunta a que eso es lo que va a volver a ocurrir en Galicia.


Madrid –

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