Canal Red en Palestina: La realidad ha superado el “borrador”
“Salimos incluso cuando la carretera no era segura, nos vimos obligados a ir donde la playa, los que quedaron atrás murieron por los disparos”
9 de noviembre. Día 34.
Israel sigue matando a más y más civiles. Más de 10.500 personas han muerto asesinadas en Gaza, 4.325 niños, el 70% de ellas mujeres y niños.
Ayer el mundo volvió a ver imágenes en directo de el éxodo de miles de personas escapando de los bombardeos. Somalia, Bosnia, Afganistán, Irak, desde hace algo más de un mes, Gaza.
El desalojo forzado de la población gazatí es un hecho consumado. En base al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional el desalojo forzoso constituye un crimen de guerra. El articulo 8.2 dispone claramente que “el traslado, directa o indirectamente, por la Potencia ocupante de parte de su población civil al territorio que ocupa o la deportación o el traslado de la totalidad o parte de la población del territorio ocupado, dentro o fuera de ese territorio” es un crimen de guerra.
Otro crimen que se suma a una larga lista ya perpetuados por el gobierno y ejecutados por el ejército israelí en la Franja en tan solo 34 días.
Ayer dábamos los números de los desplazados interno, alrededor de 1,5 millón de personas han huido y siguen intentando huir de los ataques a zonas residenciales, hospitales, escuelas a los bombardeos aleatorios y bárbaros que han golpeado duramente todo el territorio.
En los primeros días de los combates, la organización israelí pro derechos humanos B’Tselem ha arremetido contra los ataques aéreos israelíes que no distinguen entre objetivos militares y civiles.
Parece que en este conflicto todo sea aleatorio, los ataques, los encarcelamientos en Cisjordania, pero en verdad responde a una estrategia planificada de Netanyahu y de su gobierno de exterminio aunque pueda que no fuera el plan inicial.
Hace poco más de 10 días, salió a la luz un documento oficial del gobierno israelí que planteaba el traslado forzoso de los gazatíes en el Sinaí. Pocas horas después la oficina del Primer Ministro Benjamín Netanyahu reconoció la existencia del documento y aclaró que se trataba de una propuesta del Ministerio de Inteligencia y no de su gobierno. Sin embargo, en una declaración sucesiva el mismo Netanyahu matizó que el documento era un simple borrador como otros muchos que se elaboran en todos los niveles del gobierno y sus agencias de seguridad.
El documento con fecha del 13 de octubre propone inicialmente el establecimiento de ciudades mediante la instalación de estructuras temporales, seguido de la construcción de nuevas ciudades en el norte del Sinaí. Después del reasentamiento, la propuesta sugiere la creación de una zona deshabitada de varios kilómetros dentro de Egipto, con la restricción de no permitir que la población regrese a vivir o realizar actividades cerca de la frontera original.
El simple hecho que alguien pueda plantear la ejecución de un crimen de guerra, en cualquier nivel de gobierno o agencia de seguridad correspondiente, debería horrorizar al jefe de gobierno de un estado democrático como supuestamente es Israel y en caso contrario debería hacer saltar todas las alarmas en toda la comunidad internacional.
Pues, no se dio el caso. Y aun peor, el rechazo por parte de Egipto a la demanda de acogida de desplazados palestinos ha obligado a Israel a modificar sus planes. Finalmente la realidad ha terminado superando el “borrador”, el gobierno de Israel ha superado cualquier limite, ha borrado la dignidad humana de ciento de miles de gazatíes, cabalgando la impunidad otorgada por Estados Unidos y su capacidad de veto en la ONU.
Las imágenes, que llegan gracias al inmenso sacrificio de decenas de periodistas de Gaza, demuestran que probablemente Netanyahu decía la verdad, era un borrador de otro ministerio, su gobierno lo ha puesto en practica, la propuesta política ha pasado del papel al terreno con una modificación fundamental, primero el exterminio y luego el traslado forzoso de toda la población.
El éxodo actual trae a la memoria el desplazamiento forzoso de 1948, conocido como la Nakba (catástrofe), cuando los palestinos se vieron obligados a abandonar sus hogares y trasladarse principalmente a Gaza y la Ribera Occidental, los actuales territorios palestinos. Este episodio tiene una gran relevancia en la identidad actual de los palestinos. La vergüenza causada y el sentimiento de injusticia representan una herida que toca el núcleo mismo de la conciencia colectiva en Gaza. Cualquier desplazamiento masivo se percibe como una nueva Nakba, de manera similar a cómo cualquier amenaza a la seguridad de Israel se relaciona con la Shoa.
Mnar Adley, fundadora y directora de Mint Press, escribía ayer en las redes sociales “esto es peor que la Nakba. Más de un millón de palestinos en Gaza se trasladaron por la fuerza al sur. Nunca se trató de Hamás. Siempre se ha tratado de una limpieza étnica de los palestinos en el desierto del Sinaí para que Israel pueda apoderarse de nuestra tierra, nuestro gas y nuestros puertos”.
En un vídeo grabado desde Rafah, Amin relata su experiencia y la de su familia. “Estábamos viviendo en el barrio del Saftawe (Norte de Gaza), los judíos nos ordenaron desalojar la zona era peligrosa para nosotros para nuestros hijos y hijas”.
En su zona casi la mitad de los edificios han sido golpeados “lanzaron misiles por arriba de nuestras casas, destruyeron una casa al lado de la nuestra. Salimos incluso cuando la carretera no era segura, nos vimos obligados a ir donde la playa, los que quedaron atrás murieron por los disparos”.
Y sigue:”temprano por la mañana estamos en la plaza, tenemos frío. Comimos una barra pan en cinco días”. Continua hablando de como la gente hace colas de horas para un poco de pan y que en muchos casos termina sin nada. La falta de disponibilidad de combustible ha provocado la paralización de muchas panaderías.
Los responsables de la ONU han sido los único han hablado abiertamente de crímenes de guerra. “Las atrocidades perpetradas por Hamás el 7 de octubre son odiosas, brutales y estremecedoras”, ha declarado al Alto Comisionado de la ONU, Türk durante una visita al paso fronterizo de Rafah y al hospital egipcio de El Arish.
Y ha añadido “el castigo colectivo de Israel a los civiles palestinos equivale a un crimen de guerra, al igual que la evacuación forzada ilegal de civiles”.
A las 20.23 recibimos un mensaje de audio de Asir, desde Kahn Yunes. Se le escucha diciendo “ahora, ahora, hay lanzamientos”, a lo lejos una voz de otro hombre aterrorizado “ven aquí, ven aquí” y la deflagración.
Madrid –
