Reunión del Consejo Europeo en Bruselas. Fuente: Consejo Europeo.
Después del genocidio de más de 32.000 palestinos, la UE evita pedir un alto el fuego y se queda en «pausa humanitaria»
A pesar de la tibieza de la postura de los 27, el presidente del Consejo Europeo ha calificado el acuerdo como “fuerte” y asegura que el bloque europeo se está mostrando como un “actor creíble” para que Israel “respete el derecho internacional”
Washington empieza a pronunciar el término “alto el fuego” con dirección a Tel Aviv, pero Netanyahu sigue sin escuchar o, al menos, no le llega con la fuerza necesaria para que cese el genocidio en la Franja de Gaza que, desde el 7 de octubre, ha asesinado ya a más de 32.000 palestinos.
De hecho, este viernes Estados Unidos ha defendido en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que, por primera vez, habla de alto el fuego, aunque condicionado a que Hamás libere a los israelíes retenidos desde el 7 de octubre. No ha salido adelante porque la han vetado Rusia y China por considerar que este cambio de posición repentina de la administración estadounidense no es sincero y tiene trampa: “Estados Unidos intenta vendernos un producto y está engañando a la comunidad internacional”, ha criticado el embajador ruso ante la ONU.
Sin embargo, la posición de Estados Unidos va ya más allá que la de la UE. Los 27, en lugar de pedir un alto el fuego, han hecho un requiebro lingüístico y en la última reunión de los primeros ministros en Bruselas se han quedado en “pausa humanitaria inmediata que lleve a un alto el fuego sostenible”.
Todo esto a las puertas del riesgo inminente de hambruna y de que Israel bombardee Rafah, la única ciudad que todavía no ha sido devastada por las fuerzas de ocupación israelíes y donde se refugian más de 1,3 millones de palestinos que han huido de sus casas para salvar su vida y la de sus seres queridos.
A pesar de la tibieza de la UE, el presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, ha calificado el acuerdo como “fuerte” y considera que “por fin” la UE está mostrando que “somos un actor creíble y podemos tener un papel útil para hacer que Israel respete el derecho internacional”.
Madrid –
