Canal Red en Palestina: “Es como morir en silencio. Estamos sufriendo y nadie puede ayudarnos”
Muchas personas siguen sin poder salir de Gaza a pesar de las falsas promesas israelíes de corredores seguros
7 de noviembre —día 32 del genocidio—. El Primer Ministro Netanyahu ha declarado que no habrá un cese al fuego en Gaza hasta que se liberen a los rehenes. A pesar de que Hamás ha ofrecido liberar a todos los rehenes si se acuerda un alto al fuego de cinco días, tanto Netanyahu como el Secretario de Estado estadounidense Blinken argumentan que un alto el fuego en este momento sería darle oxigeno a las milicias de Hamás y no es una opción viable. De hecho, el ejército israelí anunció que llevaría a cabo «ataques significativos» a partir de la tarde del día 6 y durante los próximos días en la Franja de Gaza, y ha cumplido con esa promesa.
Desde las 6 de la tarde de antes de ayer, los teléfonos de los gazatíes dejaron de emitir señal, a causa del apagón de las comunicaciones. Poco después, comenzaron los intensos bombardeos, con cientos de ataques lanzados por el ejército agresor. Uno de los días más devastadores precisamente cuando se cumplían dos meses desde el inicio del conflicto.
Los ataques se han extendido durante la noche del domingo y han continuado durante todo el día hasta anoche desde el norte de Gaza, el Hospital Al-Shifa y en varios puntos de la Franja. El ejército israelí sigue afirmando que estos intensos ataques aéreos tienen por objetivo las sedes de Hamas en Gaza. Sin embargo, las viviendas residenciales y las infraestructuras han sido las dianas de los lanzamientos.
Cabe destacar que muchas personas en Gaza siguen sin poder evacuar a pesar de las promesas israelíes de corredores seguros. Israel considera toda la Franja de Gaza un objetivo legítimo, lo que deja a miles de gazatíes atrapados y vulnerables a estos continuos ataques.
Consecuencia de ello, más de 200 personas fueran asesinadas en la noche del día 6 y ayer fueron al menos 100 las victimas, según el Ministerio de salud de Gaza. El personal medico del hospital de Al-Aqsa, ubicado en el centro de Gaza, presenciaron más de 100 muertes solo en el día de ayer. Sobre las victimas del ataque israelí, el médico Ghassan Abu Sitta ael mismo domingo comentaba en las redes que eran “500 los cuerpos llevados a Al Shifa tras el bombardeo en el campamento de Beach” de Gaza.
Desde el inicio de la masacre, según datos del Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, se ha registrado un total de 10.022 víctimas, de las cuales 4.104 niños. Además, lamentablemente, al menos 2.500 personas continúan desaparecidas bajo los escombros. Según la misma fuente de Gaza, se estima que hasta la fecha, unas 46.000 personas han resultado heridas.
En una declaración oficial, Daniel Hagari, portavoz del ejército israelí ha señalado que los ataques han tenido como resultado la división en dos de la Franja de Gaza. Un hecho que imposibilita la llegada de ayuda en Gaza y la zona norte.
Una información que ha sido corroborada por Suha, voluntaria de una institución de socorro y de ayuda, en la conversación previa al corte de comunicación que hemos mantenido con ella.
Una información que ha sido corroborada por Suha, voluntaria de una institución de socorro y de ayuda, en la conversación que hemos mantenido con ella previa al corte de comunicación.
“Tenemos cero recursos. Intentamos comprar alimentos frescos a los agricultores, higiene y alimentos secos y distribuirlos a las personas en los refugios. Debes saber que los supermercados llevan cerrado desde hace muchos días porque no tienen artículos. La mayoría de las instituciones de socorro intentan ayudar con lo poco que queda, pero desafortunadamente la ayuda terminará pronto debido también a la falta de combustible”.
Nos comenta que los palestinos dependen de la harina como alimento principal y que cada vez es más difícil obtenerla.
Voluntarios, personal médico y asistencial están física y mentalmente agotados: “me siento muy mal, necesito volver a mi vida normal. Necesito sentirme segura. La mayor parte del tiempo hay bombardeos aleatorios y sonidos aterradores, mi vida sin agua y electricidad es miserable”.
Sin medios y con los continuos bombardeos la frustración es continua en la labor de socorro y de ayuda a las personas desplazadas y refugiadas: “nos agradecen el esfuerzo. Pero su necesidad supera nuestra capacidad de ayudarles. Hay muchas restricciones. Hay mucho riesgo para ellos y para nuestro equipo, no hay un lugar seguro ni un almacén para preparar los paquetes de la ayuda”.
Esta misma mañana, hemos recibido un mensaje que Suha nos había enviado durante la noche cuando el corte de la línea: “no sé si estas palabras te llegarán. Ahora no podemos comunicarnos con nuestros vecinos. Nadie puede hablar con nosotros. Es como morir en silencio. Estamos sufriendo y nadie puede ayudarnos. Bayden el presidente de Estados Unidos está apoyando a las fuerzas israelís para matarnos sin piedad”.
Madrid –
