Migrantes llegan a El Hierro en cinco pateras
Europa Press
La Unión Europea abraza las ideas racistas sobre la inmigración de extrema derecha
El acuerdo alcanzado entre los países de la UE de cara a la gestión de la crisis migratoria constituye una victoria de los discursos y políticas de la extrema derecha
La Unión Europea va renunciando hace tiempo a aquellos valores que la hicieron constituirse. Ese es el caso del acuerdo alcanzado relativo a la gestión de la crisis migratoria que será llevado al Consejo Europeo hoy viernes en Granada y que resulta mucho más que alarmante. Un acuerdo que en materia de migración supone nada menos que la victoria cultural y política de la extrema derecha en la Unión. No en vano se encontraba bloqueado por nada menos que la Italia de Giorgia Meloni, que se negaba a que las ONGs pudieran continuar su labor de salvamento cubriendo los vacíos estatales de los países de la unión.
El acuerdo alcanzado el 4 de octubre era la última pieza del paquete que conforma el Pacto e incluye: 1) Medidas excepcionales en situaciones de crisis: procedimientos acelerados en frontera y límites de 4 semanas para registrar solicitudes después de la presentación; 2) ”Solidaridad” con los países frontera: por un lado que el país donde llegan migrantes solicite a otros que acojan refugiados y que también procesen solicitudes o aporten dinero. Lo que vemos claramente es que el criterio de que se hace cargo el país de entrada y de que se aumente la responsabilidad de los países fronterizos, como España, se mantiene.
Los derechos humanos siguen a la cola de las prioridades en este tipo de pactos que evidencian un peso fuerte de los países con gobiernos abiertamente xenófobos y racistas como son Polonia, Hungría, Eslovaquia o Austria
El acuerdo ha eliminado también el reparto de la responsabilidad con las personas que llegan a Europa. Una medida que resulta poco solidaria con los países en primera línea. Por otro lado, los procedimientos acelerados y los “procedimientos fronterizos” (campos de concentración, en un lenguaje más claro) se consolidan en el acuerdo y se vuelve a desamparar y recrudecer las acciones contra las ONGs que muchas veces suplen la labor que deberían cumplir los estados al salvar vidas en el Mediterráneo. Este aspecto fue crucial para que la heredera política de Benito Mussolini, Giorgia Meloni, desbloqueara el acuerdo.
Los derechos humanos siguen a la cola de las prioridades en este tipo de pactos que evidencian un peso fuerte de los países con gobiernos abiertamente xenófobos y racistas como son Polonia, Hungría, Eslovaquia o Austria. Ante dicha ofensiva, la Unión Europea en su conjunto no ha hecho otra cosa que ceder y abrazar las tesis de abuso contra las personas migrantes. Un pacto que será defendido este viernes en Granada (España) y que representa una terrible noticia en materia de derechos humanos y democracia porque los derechos de todos y todas son derechos democráticos.
Madrid –
