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Manifestantes por las calles, Berlín — Carmela Negrete

Miles de personas desafían en Alemania la prohibición de manifestarse a favor de Palestina

Este domingo también se manifestaban alrededor de 10.000 personas a favor de Israel en una protesta insólita con la participación del gobierno, la oposición, sindicatos, patronal, las iglesias y otras organizaciones


El sábado, miles de personas desafiaron en Berlín y en otras ciudades alemanas la prohibición de manifestarse para protestar por los crímenes de guerra que Israel comete en estos momentos en Gaza. En la protesta berlinesa había numerosos alemanes, en especial hijos de inmigrantes, pero también muchas personas de otros países, de la comunidad internacional que viven en Berlín y algunos judíos con carteles de «No en mi nombre, un nombre judío».

Según las autoridades de la ciudad, unas 5.000 personas, un cálculo claramente a la baja, marcharon bajo el lema «Descolonización. Contra la opresión global». Con cánticos de «free Gaza» y «libertad para Gaza», marcharon desde el barrio de Kreuzberg hasta el de Neukölln, dos de los distritos más multiculturales. Durante la marcha, los manifestantes corearon lemas en contra del castigo colectivo israelí en Gaza, que ya se ha cobrado la vida de más de 4.000 personas en los bombardeos indiscriminados que han atacado incluso hospitales o escuelas, además del corte de agua, luz y suministros que ha mantenido a la franja sitiada durante casi dos semanas.

La televisión local RBB explicó que el sábado se habían prohibido dos manifestaciones, una en la Puerta de Brandenburgo, “por la paz en Oriente Medio» y por la solución con dos estados en Israel y en Palestina. La otra manifestación prohibida fue una concentración en la plaza Alexanderplatz por la «Ayuda para la infancia en Gaza». En las noticias, sacaron a una ciudadana que aseguraba que «el hecho de que nosotros, que no somos radicales, sino ciudadanos normales, no tengamos derecho a expresarnos y a reunirnos y hablar de que en estos momentos tienen lugar crímenes de guerra en Palestina es un error». El rabino Andreas Nachama advertía en una concentración en un centro interreligioso del barrio de Mitte de que no se debía culpar a todos los musulmanes de forma indiscriminada de la violencia y pedía «un camino hacia la paz» en un acto de rezo colectivo interconfesional.

«Tan solo el fin de la ocupación será el principio de la paz», rezaba la pancarta que lideraba la manifestación. El llamado a la manifestación debía evitar mencionar el motivo real de la protesta, ya que las protestas contra Israel han sido prohibidas por considerarse antisemitas, y es por ello que los organizadores escribieron en la convocatoria que exigían «la abolición de todas las formas de vigilancia, sistemas militares, prisiones y regímenes fronterizos que restringen la libertad de movimiento y la libertad de expresión». Además de que desean «un mundo sin apartheid, sin fronteras y sin fascismo». En el texto de la convocatoria se explicaba que «ya sea enfrentando la dictadura, el colonialismo de los colonos, la ocupación, estando en movimiento o en las calles, enfrentando a la policía, en nuestros lugares de trabajo o escuelas, enfrentamos una constante opresión, represión y explotación». Y llamaban a «luchar y unirnos contra todos los regímenes opresivos patriarcales y capitalistas en todo el mundo».

Además, aseguraban que «desde las mujeres musulmanas oprimidas en Francia obligadas a quitarse el hiyab y el abaya, hasta las mujeres que luchan en Irán contra el régimen islámico que les obliga a usar el hiyab, arrebatándoles sus derechos más básicos, la lucha es la misma». Los manifestantes culpan a «las políticas e intereses de la Unión Europea» de continuar «perturbando el Medio Oriente, obligando a millones de personas a desplazarse y abandonar sus hogares». A pesar de que Europa es responsable de ello y del cambio climático en el sur global, escriben, «las fronteras de la Unión Europea siguen siendo el mayor obstáculo para quienes huyen de la muerte y la pobreza». Para a continuación criticar a «Frontex, la brutal vigilancia costera, los rechazos, las deportaciones y la constante criminalización de las comunidades migrantes en Europa».

Mientras tenía lugar la manifestación, en la Avenida Sonnenallee en el barrio de Neukölln, donde viven y trabajan numerosos libaneses, la mayoría de comercios secundó una huelga internacional organizada para denunciar la situación en Gaza. En dicha calle hubo varias protestas sin autorización esta semana, en las que, según las autoridades, se habrían cantado lemas antisemitas.»

Insólita manifestación a favor de Israel

En paralelo a la manifestación a favor de Palestina, en la feria del libro de Frankfurt la asociación de escritores PEN organizaba de forma espontánea una lectura del libro de la autora palestina Adania Shibilis, que debía ser premiada en dicha feria y, sin embargo, la organización decidió cancelar el evento. Una de las participantes en la lectura fue la abogada y escritora kurda Seyran Ates, cofundadora de la mezquita berlinesa Ibn-Rushd-Geothe, que promueve una visión progresista del islam y defiende los derechos de mujeres y de la comunidad queer musulmana. “El terrorismo islamista no solo amenaza a Israel, sino que también aquí es una amenaza”. Ates y la mezquita han sido amenazados y esta semana se producía asimismo un ataque contra una sinagoga con cócteles molotov y las casas de varios judíos eran marcadas con pintadas con la estrella de David. Ello ha provocado recuerdos del holocausto y ha promovido la que sin duda será la protesta más unitaria que se recuerda, sin duda algo insólito, en la que se han unido diferentes ámbitos de la sociedad alemana que sería impensable ver juntos para otros temas.

Este domingo, a las dos de la tarde, estaba convocada una manifestación a favor de Israel, en la que participaba el gobierno y la oposición, excepto la AfD, y ha sido convocada con el lema «Levantarse contra el terror, el odio y el antisemitismo. En solidaridad y sentimiento con Israel». El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, del SPD, realizó un discurso en la Puerta de Brandenburgo. La protesta —a la que acudieron alrededor de 10.000 personas— estaba organizada por la Sociedad Alemano-Israelí y los partidos cristianodemócrata de la CDU, verde de Die Grünen, socialdemócrata del SPD, liberal del FDP y de la izquierda de Die Linke, así como la Asociación de Lesbianas y Gays LSVD, la confederación alemana de sindicatos DGB, la Confederación de la Industria Alemana BDI, la Conferencia Episcopal alemana, la Iglesia Evangélica alemana, el Consejo Central Judío, la organización musulmana Sociedad Alhambra, y también la plataforma de peticiones Campact.

El texto de la convocatoria condena el ataque de Hamás a Israel, lo califica como «bárbaro» y menciona que resultó en el asesinato de más de mil judíos. Recalca varias veces que los ataques terroristas contra Israel no son justificables y que los terroristas actúan en base a su propia ideología y odio, con el objetivo de la destrucción de Israel y sus ciudadanos. El texto hace un llamado a la solidaridad con Israel y a conseguir una base para la coexistencia pacífica entre Israel y los palestinos. También menciona la necesidad de ayudar a la población palestina en Gaza y de condenar cualquier forma de extremismo y antisemitismo. La sociedad alemana se muestra horrorizada por lo que dice el texto: «Desde el Holocausto, nunca antes tantos judíos fueron asesinados en un solo día».

Además, se lee que «los terroristas no actúan en interés de la población palestina y no pueden apelar a su sufrimiento, sino que asesinan solo por su propia ideología y odio». Y continúa: «Su objetivo es la destrucción del Estado de Israel y de todos los judíos en el mundo». Para asegurar a continuación que «el derecho internacional otorga a Israel el derecho a defender su existencia». Sin embargo, en el caso de Gaza, el manifiesto no habla de los crímenes de guerra que comete Israel, sino que deja toda la responsabilidad en manos de Hamás: «Hamás utiliza a su propia gente como escudos humanos, lo que ha resultado en muchas víctimas». Y terminan mezclando las actuaciones del estado de Israel con el judaísmo en general: «Debido a que la vida judía está siendo atacada y puesta en peligro, nos solidarizamos con los judíos», escriben. «Mostremos que la gran mayoría de las personas en nuestro país se oponen al antisemitismo, el terrorismo y el odio, y que están en solidaridad con Israel».


Berlín –

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