Internacional

Von der Leyen impulsa un amplio plan de gasto en armamento para fortalecer la defensa europea

Ursula Von der Leyen prioriza el gasto en la industria militar, ante las “amenazas geopolíticas”,  y deja a un lado las inversiones en políticas de bienestar 

“Tenemos que gastar más, tenemos que gastar mejor, tenemos que gastar Europeo”. Estas han sido las palabras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha utilizado en una entrevista en The Financial Times para anunciar la nueva estrategia y sus intenciones en cuanto al gasto en industria armamentística europea. Aunque según Yago Álvarez Barba, periodista de El Salto, “esta estrategia no sería tan nueva, sino que ahora se reviste de otra forma”.

“El mundo se ha vuelto más duro”, refiriéndose a los conflictos bélicos, por “el incremento de las amenazas geopolíticas” expresó la dirigente, quien esta misma semana, ha anunciado que quiere seguir siendo la presidenta de la Comisión una legislatura más.

Álvarez Barba, también apunta que tampoco es la primera vez que se utiliza el miedo a “las amenazas externas”, con el fin de continuar apuntalando los negocios de la industria armamentística, a través del incremento de partidas presupuestarias públicas. Dinero que se recorta de las partidas presupuestarias destinadas principalmente al sistema de bienestar. A esto, la periodista y escritora Naomi Klein lo llamó “la doctrina del shock”, en su libro bajo ese mismo título. El quid de la cuestión está en generar un relato de terror, para conseguir que la población acepte que la única vía posible para combatir el miedo y sentirse protegidos, sea la de gastar dinero en fortalecer la industria de armas. 

Von der Leyen, en algún acto de populismo revestido de militar, ha comparado este incremento del gasto público en armamento con el que se acometió con las vacunas frente a la COVID. “Lo hicimos con las vacunas y el gas” afirmó en la entrevista la presidenta de la Comisión Europea, en relación con el incremento del gasto y las compras para afrontar la pandemia y para sortear la dependencia de las energías rusas y sus consecuencias sobre la inflación. Además, Ursula aseguró que “si me dejáis gastar en armas, crearé empleo y haré que las empresas crezcan”. Ante estas declaraciones, el periodista Yago Álvarez, ha asegurado que “si un partido de izquierdas propusiera ese mismo paradigma sobre otro tipo de industria no consideradas estratégicas, sería tachado de peligroso populista y comunista que quiere intervenir los mercados para acabar con la libre competencia y subvencionar sectores que serían acusados de ser dependientes del dinero público. Pero hablamos de la industria de las armas y lo dice la más alta representante del Partido Popular Europeo”. 

Es llamativo también ver cómo los liberales siempre hablan de recortar el gasto público empleado en conservar el estado de bienestar y remarcan la idea de mejorar el gasto, de recortar despilfarros y una serie de conceptos que son utilizados para denostar y estigmatizar el gasto — nunca llamado de inversión — público. Sin embargo, este debate nunca se encuentra en el ámbito del gasto militar. “Tenemos que gastar el 2% de nuestro PIB” parece ser una regla de la Unión Europea, puesto que si estás en la ONU, gasta el 2% de tu PIB, para evitar los problemas geopolíticos globales. A lo que el periodista de El Salto responde “da igual si lo gastas en armas con fecha de caducidad, si no lo acabas usando nunca, si son más caras porque prefieres comprar a empresa locales que a los de tus adversarios geopolíticos, no importa si ese gasto choque de frente con las reglas fiscales europeas, porque la austeridad no cuenta si estamos hablando de compra de armas: Pase lo que pase, gasta el 2% del PIB”.

Además, al otro lado del charco Trump también intenta instaurar el miedo, de una manera mucho más directa que la presidenta de la Comisión Europea. “Animaría a Rusia a hacer lo que diablos quisiera” ha dicho el nuevamente candidato a ocupar la Casa Blanca, Trump. Este llamamiento al gasto armamentístico no solo es una estrategia de defensa militar, también es una estrategia económica, entre distintas empresas que se dedican a la venta de armas. 

Parece ser que, vuelve el imperio del miedo y los tiempos oscuros, por lo tanto según altos dirigentes “unos tiempos en los que necesitamos gastar dinero en armas, por vuestro bien”. En definitiva, generan miedo para excusar sus gastos en industria armamentística. Como muestra de ello, Von der Leyen aseguró en la entrevista que “hay que gastar dinero europeo, tenemos un mercado de defensa muy fragmentado y necesitamos cambiarlo”.