Sílvia Orriols (C) — TWITTER (X)
El Mundo propaga el discurso racista de la alcaldesa de Ripoll
La líder de Aliança Catalana combina ideas independentistas con un discurso islamófobo en línea con Le Pen, Widers o Trump
Silvia Orriols, alcaldesa de Ripoll por el partido Aliança Catalana, se ha convertido en una referencia de la ultraderecha islamófoba pero desde el nacionalismo identitario catalán, hasta tal punto que le está disputando la hegemonía de la derecha catalana a Junts. Sin embargo, Orriols no podría haberse hecho con la vara de mando sin Junts, partido que sumo sus tres ediles a los seis obtenidos por esta mujer cuyas referencias políticas son Marine Le Pen, Trump o el neerlandés Geert Wilders. A pesar de su discurso abiertamente racista, El Mundo la ha entrevistado para ayudarle a propagar sus ideas extremistas.
Orriols se define como una “nacionalista catalana inspirada políticamente por Daniel Cardona”, fundador del Front Nacional de Catalunya que ya en 1940 defendía la independencia. El origen de su relato discurso lo sitúa en 2017, cuando tuvieron lugar los atentados yihadistas en las Ramblas de Barcelona. “La mezquita donde se hicieron los discursos de odio sigue abierta, todo se ha tapado”, asegura.
La alcaldesa de Ripoll, municipio gironés de 11.000 habitantes en el que solamente un 13% de la población es de origen extranjero, niega el calificativo de “fascista” y apunta que se lo llaman para no darle voz. “La gente ve que nosotros no somos radicales, sino que justamente combatimos posiciones radicales como la del islamismo”, le responde a Iñaki Ellakuría, periodista de El Mundo que firma la entrevista.
La primera edil catalana defiende excluir a las personas migrantes de las ayudas sociales e incluso excluirlas del padrón municipal, aunque no lo dice así de claro: “Desde el presupuesto municipal intentemos redirigir los recursos públicos para nuestros abuelos y personas vulnerables del país”.
En su nacionalismo identitario, considera que las personas migrantes se deben “asimilar” a la cultura de origen para ser aceptadas. “Si yo voy a China, aprenderé su idioma, me adaptaré e intentaré pasar desapercibida, aunque evidentemente nunca seré china porque identitariamente soy catalana y, por lo tanto, es imposible la asimilación completa”, subraya.
La líder de la ultraderecha catalana no defiende la ley de amnistía porque considera que es “un intercambio de caramelos entre Madrid y los partidos procesistas”. Su aspiración es la independencia de forma unilateral para “recuperar así las riendas de nuestra nación”. Añade: “Tampoco fuimos conquistados por España por referéndum, lo fuimos a la fuerza”.
Dentro de este discurso ultranacionalista, sostiene que España envía inmigrantes a Cataluña “como arma arrojadiza para disolver la nación catalana” ya que “si no hay catalanes, el conflicto deja de existir”, sentencia.
Madrid –
