Opinión

Tejero y los “rojos” de Juan Carlos I y Armada

¿En manos de quién estaban el PSOE y el PCE la noche en la que el guardia civil golpista se quedó colgado de la brocha?

El golpista Tejero ha reconocido al fin lo que todo el mundo sabía: que cuando irrumpió en el Congreso con un tricornio en la cabeza y una pistola en la mano, lo hizo básicamente como ‘pagafantas’ de una operación urdida por Juan Carlos I y el general Armada, con quien el entonces jefe del Estado “tenía preparado” un “gobierno a su gusto” presidido por el propio Armada e integrado por representantes del poder económico, del poder militar, del ‘aperturismo’ franquista devenido en ‘demócrata de toda la vida’… y también del PSOE y del PCE, que habrían sido los causantes involuntarios del súbito ‘ataque de cuernos’ del guardia civil. “¡Yo no he llegado hasta aquí para investir un gobierno de rojos!”, dicen que llegó a vociferar cuando le vio el cartón al 23F.

Dice ahora Tejero, de 91 años, que fue “traicionado” no sólo por el Borbón recluido en Abu Dabi sino también por los generales Armada y Milans del Bosch (¿será casual que los golpistas del 23F Armada y Milans del Bosch, que eran los dos generales más monárquicos y más próximos a Juan Carlos I, fueran también los militares de más alto rango condenados por el intento de golpe de Estado? No lo parece), y, a diferencia de estos, ha preferido no llevarse el secreto —a voces, todo sea dicho— a la tumba.

Cuenta Felipe Alcaraz —que el 23F era diputado del PCE en el Congreso y compañero de escaño de Tamames— que cuando Tejero y sus subordinados irrumpieron en el hemiciclo, el catedrático de Estructura Económica murmuró “coño, ‘El Chino’”

Cuenta Felipe Alcaraz —que el 23F era diputado del PCE en el Congreso y compañero de escaño de Tamames— que cuando Tejero y sus subordinados irrumpieron en el hemiciclo, el catedrático de Estructura Económica murmuró “coño, ‘El Chino’”. Aunque Alcaraz pensó que Tamames se refería a Tejero por su bigote —creo recordar que por aquella época aún estaban bastante de moda las películas de Fu Manchú—, a quien se refería realmente el diputado del PCE es a Gonzalo Díaz ‘El Chino’, la persona que aquel 23F disparó una o dos ráfagas de metralleta contra el techo del hemiciclo del Congreso y que en aquella época ejercía de escolta de la Familia Real. ¿Por qué formaba parte Tamames del fustrado Gobierno de Armada y de qué (coño) conocía a ‘El Chino’? ¿En manos de quién estaban el PSOE y el PCE la noche en la que Tejero se quedó colgado de la brocha?

Quién sabe quiénes eran los “rojos” del frustrado Gobierno de Armada a los que Tejero se refirió a voces la noche del 23F, pero —descartados el propio Armada, el entonces presidente de la CEOE, Fraga o Areilza— cabe pensar en los cuatro representantes del PSOE de González —el propio Felipe González como vicepresidente político y los ministros Gregorio Peces-Barba (Justicia), Javier Solana (Transportes) y Enrique Múgica (Sanidad)— y en los dos del PCE de Carrillo —Ramón Tamames (Economía) y Jordi Solé Tura (Trabajo)—. De los cinco —descontando al propio González—, tres acabaron siendo ministros de González: Solana, Múgica y Solé Tura, que había sido uno de los siete ‘padres de la Constitución’ —el propuesto por el PCE— y que a finales de los ochenta se dio de baja del PSUC para integrarse en el PSC. Por cierto, también a finales de los ochenta indultó a Armada el Gobierno de González.

De aquellos seis supuestos rojos, ya sólo viven tres: González —que poco después acordaría la creación de los GAL, según informes de la CIA ya desclasificados—, Solana —que, como secretario general de la OTAN, acabaría ordenando bombardear Yugoslavia— y Tamames, que se dio de baja del PCE poco después del 23F y que nunca ha llegado a ser ministro pero que ha acabado prestándose a ser el candidato de una moción de censura contra el actual presidente del Gobierno defendiendo lo de siempre —la monarquía y el régimen del 78—, sólo que ya sin absolutamente nada de ambages y de la mano de la ultraderecha.