Le voy a dar un dato sobre Zara
No hay ningún milagro, es capitalismo crudo en bandeja de plata
Yolanda Díaz, actual líder de Sumar, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, fue entrevistada en un programa de RTVE llamado Late Xou con Marc Giró. Durante la charla, la ministra de Trabajo, sí, de Trabajo, afirmó ser forofa de la moda galega y de Zara. Hoy vengo a dar datos, esos que tanto gustan a la ministra.
Zara no es la moda galega, Zara tampoco es la moda española. Zara es principalmente asiática, porque la mayoría de los productos que manufactura están allí. Tampoco sus diseños; hay ilustradores independientes que acusan abiertamente a Zara de robarles descaradamente los diseños. El ‘fast fashion’ funciona así, grupos como Inditex utilizan su envergadura empresarial para aplastar cualquier posible competidor, ya sea robando los diseños o explotando a niños en Bangladesh.
Le voy a dar un dato.
Amancio Ortega se lleva gran parte de su ganancia a paraísos fiscales, así se ha convertido en el hombre más rico de España, con un patrimonio de 81.800 millones de euros. Por cierto, en 2023 su buchaca aumentó en un 53% con respecto al 2022. Después se limpia la cara en la pila de la filantropía y le queda un cutis perfecto.
Le voy a dar otro dato.
Zara ha sido condenada a pagar millones de euros por utilizar trabajo esclavo en su cadena de montaje en varios países alrededor del mundo. El líder pakistaní, Ehsan Ullah Khan, asegura que la producción de Zara en Asia se sustenta con mano de obra infantil. También se denunciaron casos de niños entre 10 y 14 años cosiendo en Portugal. En Brasil, Zara empleaba a trabajadores de Bolivia y de Perú que fueron encontrados en condiciones degradantes. En Argentina se destapaban talleres ilegales que trabajaban para el gigante textil. En 2013 se derrumbó el Rana Plaza, un edificio en Bangladesh que albergaba producción textil para empresas como Inditex, murieron más de mil trabajadoras aplastadas por los escombros. Nadie hizo nada, ninguna gran empresa hizo nada.
Le voy a dar otro dato extra.
El imperio de Inditex se construyó sobre la explotación de miles de mujeres gallegas sin derechos. Cuando a don Amancio ya no le servían aquellas manos, deslocalizó la producción a países como Marruecos, Bangladesh o Turquía. Allí se aprovechó de las condiciones laborales de las trabajadoras; menos salario, más horas de producción, más explotación, en definitiva, más margen de ganancia.
Así se expandió Zara, a costa del esfurerzo y de la artrosis de las costureras a las que le robó y les sigue robando la plusvalía. Amancio aprovecha su situación de poder como empresario. No hay ningún milagro, es capitalismo crudo en bandeja de plata.
¿Cómo qué moda galega?, ¿cómo qué forofa de Zara?, ¿cómo qué de izquierdas?
Madrid –
