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Lapiceros de colores

Voz para las lenguas que se hablan

Lo que hicieron los diputados de Vox en el Congreso, abandonando el hemiciclo en el primer día en que se utilizaron los idiomas de Euskadi, Galicia y Cataluña, es lo que sus predecesores en la dictadura franquista hicieron de un modo más brutal y propio de una España inquisitorial que impusieron con su victoria armada.


Era de esperar una actitud así. Máxime cuando el partido de la extrema derecha avanza sin remedio a una confluencia con el Partido Popular en la persona de la aspirante a La Moncloa. En este país se puede aspirar a la jefatura del Gobierno aunque conste en el historial político de la aspirante el abandono de casi 8.000 ancianos, fallecidos en las residencias de la Comunidad de Madrid como consecuencia de los llamados protocolos de la vergüenza durante las primeras semanas de la pandemia de COVID.

Díaz Ayuso aglutinará a la extrema derecha y a sus votantes cuando sea candidata a la Presidencia del Gobierno a no mucho tardar y en el camino quedarán, políticamente desvalidos o vueltos al redil del que algunos salieron, quienes actualmente lideran VOX y hacen lo que cabe esperar de sus mentalidades retrógradas: repudiar las lenguas de España, aquellas que son motivo de excelencia cultural por sus respectivas historias y por el respeto debido a quienes las hablan y las emplearon y emplean literariamente.

Lo que hicieron los diputados de VOX en el Congreso, abandonando el hemiciclo el primer día en que se utilizaron los idiomas de Euskadi, Galicia y Cataluña, es lo que sus predecesores en la dictadura franquista hicieron de un modo más brutal y propio de la España inquisitorial que impusieron con su victoria armada. A la extrema derecha de entonces y de ahora le molesta y ofende que en un país como el nuestro haya más lengua vivas que la castellana y que ésta no se imponga sobre las otras en el Parlamento, aunque el catalán, el euskera y el gallego sean el idioma en el que se expresan millones de conciudadanos

Quienes abandonaron ayer el Parlamento de España porque por primera vez se emplean allí las lenguas que se hablan en España, sólo hacen que con su actitud den la imagen de una España que nuestro presente quiere muerta, porque es la que silenció la cultura de esas lenguas y las de todo un país.

Es lo que corresponde a quienes son herederos de aquellos que consideraban el español la lengua del imperio y que por sus reaccionarias ínfulas imperiales y afanes de dominio y uniformidad, desataron la mayor tragedia histórica de este país, aplastando o haciendo partir hacia el exilio a toda una generación de republicanos, la más lúcida y más destacada que hubo en España tanto en las ciencias como en las artes y las letras. Quienes abandonaron colectivamente ayer el Parlamento de España porque por primera vez se emplean allí las lenguas que se hablan en España, sólo hacen que con su actitud den la imagen de una España que nuestro presente quiere muerta, porque es la que silenció la cultura de esas lenguas y la de todo un país.

Escribió Celso Emilio Ferreiro, autor de Longa noite da pedra y al que tuve el gusto de conocer, unos versos que justifican sobradamente la razón de expresarse en la lengua gallega, la más poética a mi juicio de las que enriquecen el acervo cultural de la península. Me hubiera gustado que alguien ayer en el Congreso hubiera despedido a los diputados de Vox con estos versos:

Eu fáloa porque sí, porque me gosta
e quero estar cos meus, coa xente miña,
perto dos homes bos que sofren longo
unha historia contada noutra lingoa.


Madrid –

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