Óscar Puente interviene en el debate de investidura
Alberto Ortega / Europa Press
Cuando Óscar Puente justificaba «las consecuencias» que Pablo Iglesias pudiera sufrir
El episodio de acoso y violencia de un neonazi contra el diputado del PSOE demuestra por qué debe evitarse la equidistancia aunque la víctima no sea de tu tendencia política
El viernes pasado, el diputado Óscar Puente fue víctima de acoso y violencia por parte de un neonazi en el AVE Valladolid-Madrid. Desde Diario Red hemos señalado la importancia de poner fin a la equidistancia que una buena parte del poder mediático suele utilizar a la hora de narrar estos sucesos. Denunciamos también a la derecha mediática que no hace otra cosa que potenciar este tipo de ataques sobre quienes considera adversarios políticos.
El contraste lo hemos visto en las redes sociales donde los usuarios y usuarias han llamado a la violencia violencia, al acoso acoso y al atacante neonazi. Asimismo, en las redes sociales se ha hecho memoria; como en el caso del usuario Eterno Primavera, quien ha recordado —mediante una captura de Twitter— cuando Óscar Puente ejercía algo peor que la equidistancia.
El tuit de Puente es del 16 de octubre de 2019 y en él se cita una entrevista realizada a Pablo Iglesias por el digital Público. Puente cita el titular de Iglesias: “No queremos vivir en un país con presos políticos” para señalar, después, que “cuando dices cosas así de tu propio país, sabiendo que son falsas, eres un absoluto inconsciente y no puedes extrañarte de las consecuencias”.
Lo que llama la atención no es tanto que llamase “inconsciente” —entonces— a quien señalaba algo que hoy Puente definiría de manera muy distinta, como demostró de hecho el propio diputado del PSOE en la tribuna del Congreso de los Diputados esta semana. Lo que resulta más alarmante es que Puente justificara “las consecuencias” que, de hecho, sufrieron tanto Pablo Iglesias como Irene Montero durante meses en la puerta de su casa por defender sus posturas políticas.
En contraste, el mismo día en que Puente fue víctima de acoso por parte de un neonazi, Pablo Iglesias denunció la equidistancia del poder mediático al señalar: “No es un altercado, ni un incidente, ni tensión, ni rifirrafe… Es un fascista tratando de intimidar a un representante de la soberanía popular.” Iglesias recordó también que no es la primera vez que estos intentos de intimidación se realizan contra representantes políticos: “Cuando nos lo hicieron a nosotros, muchos miraron hacia otra parte. Esto es lo que provocan la derecha política y mediática”.
Madrid –
