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Manifestación contra la amnistía en Barcelona

Kike Rincón / Europa Press

Feijóo y Abascal fracasan en su estrategia de tensión callejera en contra de la amnistía

50.000 personas han participado en la manifestación contra la amnistía por las calles de Barcelona, 30.000 menos que en 2019


8 de cada 10 votos que los catalanes depositaron en las urnas el 23J fueron a partidos que apoyan la ley de amnistía y que, si avanzan las negociaciones, votarán favorablemente para investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España. Esta mayoría numérica, traducida a diputados, supone 40 escaños catalanes en el Congreso frente a los 8 del PP y Vox. En el Senado, de los 16 escaños que se eligieron el 23J por las circunscripciones catalanas, ninguno fue a manos ni del PP ni de Vox.

Frente a esta realidad numérica irrefutable, la derecha y la ultraderecha habían diseñado una estrategia de tensión para ganar en la calle lo que perdieron en las urnas el 23J. La primera parada de esta estrategia tuvo lugar en Madrid hace dos semanas y el resultado fue discreto: 50.000 personas, en la plaza central del anticatalanismo. La sensación en el PP es que la calle no se terminaba de calentar y para eso tenían todas sus esperanzas depositadas en la manifestación del 8 de octubre convocada por Societat Civil Catalana. Pero la calle sigue sin calentarse.

El resultado ha sido 30.000 manifestantes menos que en 2019, cuando la derecha y la ultraderecha convocaron un acto similar en contra de los altercados callejeros en respuesta a la sentencia del procés. Hace un mes, el 11 de septiembre, el independentismo sacó a la calle a 115.000 personas, según la misma Guardia Urbana que ha contabilizado este domingo a 50.000 manifestantes en contra de la amnistía. La última Diada fue la convocatoria menos numerosa del independentismo e incluso así dobló la cita de este domingo.

Bajo el lema ‘No en mi nombre: ni amnistía ni autodeterminación’, hasta Barcelona han llegado en AVE los principales líderes de la derecha y la ultraderecha, sabedores de que este 8 de octubre se jugaban la segunda vuelta de las elecciones del 23J. Hasta Barcelona, por parte del PP, han llegado Alberto Núñez Feijóo y los presidentes autonómicos de Andalucía, Madrid, Murcia y Aragón, quienes han evitado en todo momento una foto conjunta con Santiago Abascal y los miembros de Vox para no regalar a la izquierda la reedición de la foto de Colón en 2019.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, escoltado por Cuca Gamarra y sus presidentes autonómicos, ha criticado la ausencia del PSOE en la manifestación: “Está haciendo un negocio y el negocio es la Presidencia del Gobierno, después de perder por 7 votos independentistas”. En la misma línea se ha posicionado la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, quien ha manifestado que “por 7 votos nadie puede cambiar el destino de una nación”.

Bajo el lema ‘No en mi nombre: ni amnistía ni autodeterminación’, hasta Barcelona han llegado en AVE los principales líderes de la derecha y la ultraderecha, sabedores de que este 8 de octubre se jugaban la segunda vuelta de las elecciones del 23J

“USO PARTIDISTA” DE TELEMADRID

Nada refleja mejor que la manifestación del 8 de octubre en Barcelona era una cita central para la estrategia de tensión del PP como que Telemadrid haya retransmitido en directo la marcha por las calles de la capital catalana. En este sentido, el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, ha criticado el “uso partidista” del PP de la televisión pública de los madrileños.

“No hay límite que no sean capaces de superar. No le gustan los servicios públicos, salvo cuando los pueden utilizar al servicio de la causa partidista”, ha subrayado el delegado del Gobierno. La portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García, también ha calificado de “vergonzoso” el uso partidista de Telemadrid. 

Alfonso Serrano, secretario general del PP de la Comunidad de Madrid, ha cuestionado la “curiosa función” de la Delegación del Gobierno en Madrid y ha recordado que la cobertura ha sido “similar” a la de la manifestación de Societat Civil Catalana de 2017, con la “única diferencia” que entonces el PSOE “estaba con la sociedad civil y hoy está con los golpistas”, con relación a la participación de los socialistas hace cinco años. 


Madrid –

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