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Francho Aijón sobre los ‘6 de Zaragoza’: “Seguimos esperando a que en el Consejo de Ministros impida que los cuatro condenados entren en prisión”

Este miércoles día 10 se cumplía el plazo para que los condenados de los ‘6 de Zaragoza’ entraran en prisión


Desde la plataforma ‘Libertad 6 de Zaragoza’ han explicado en un comunicado en redes que “ningún estamento ha frenado la ejecución de la condena” y “que en las próximas horas y días se iniciaran los ingresos en prisión”.

La entrada de prisión ha sido aplazada para el lunes 15 y el martes 16 de abril para tres de los encausados. El cuarto de ellos todavía no tiene fecha.

Una vez terminado el proceso judicial, corresponde al Gobierno de coalición PSOE-Sumar determinar si estos jóvenes son indultados.

Tras no haberse suspendido el ingreso en prisión de los condenados por el Tribunal Supremo, la plataforma ha convocado una manifestación este sábado día 13 a las 20 horas en la plaza San Miguel de Zaragoza y, también, el domingo 14 desde la coordinadora de Torrero se ha organizado un vermú solidario a las 13 horas en el CSO Kike Mur en apoyo a la campaña.

La semana pasada conversamos en Arainfo con Francho Aijón, padre de Javitxu, uno de los condenados. En dicha conversación nos explicó que “el indulto es necesario y se tiene que ejecutar”. Asimismo, señalaba que “infinidad de casos están montados con la misma especulación” que consiste en condenar casos apoyándose únicamente en “que la palabra de la policía se considera como probatoria de un delito”.

Hoy, tras conocerse que no ha habido indulto hasta la fecha, hemos entrevistado a Francho Aijón, quien ha explicado a Diario Red las claves para comprender cómo se ha orquestado este terrible caso de represión policial-judicial y las últimas novedades.

Alejandro Plana: El caso de los ‘6 de Zaragoza’ está recibiendo numerosas muestras de apoyo y solidaridad. ¿Cómo es posible que este claro montaje policial haya llegado tan lejos?

Francho Aijón: Uno de los detalles del caso es que existen leyes que permiten moldear sentencias como esta. El problema o la consecuencia es que una ideología puede influir en una sentencia y después que los sucesivos recursos no sirvan porque el comportamiento de la judicatura es gregario. Y no es de extrañar, porque es complicado para alguien con pocos recursos llegar a ser juez, que los intereses ideológicos que defiendan tengan que ver más con la posición de VOX que con la posición de un antifascista.

A.P.: Tú eres una persona muy activa en el mundo de la política y comprometida con los valores antifascistas. Desde esta posición, ¿cómo valoras que hoy en día aún siga sin derogarse la Ley Mordaza?

F.A.: Si me permites, prefiero no valorar qué ha podido llevar a distintos gobiernos progresistas a mantener esta ley. Porque solo que existan leyes que prevén impedir o dificultar la expresión popular en la calle nos retrotrae a leyes y actuaciones policiales próximas a la dictadura que prohibía la existencia de sus propias siglas. Prefiero pensar que este gobierno ya tiene en su agenda la forma de derogar esta maldita ley, y de evitar que personas enjuiciadas por ella entren en prisión. Tienen que pensar que cualquier persona que tenga su presunción de inocencia en entredicho antes de entrar en una sala de lo penal por salir a la calle a manifestarse, si entra en prisión, es un preso político. Y aquí, me da igual que se pongan con cumplimientos de la ley o tibiezas similares, la verdad es que lo que se pretende encerrar es la forma de pensar de los detenidos permitiendo encausar a todos los que, considerándolos masa —una forma de deshumanizar al que se manifiesta—, puedan participar de un grupo de personas de las que una, solo una, lance un objeto contra la policía, además de permitir que la palabra de la policía se pueda incluir como probatoria contra la de otros testigos de la defensa. Ya solo que estas dos acepciones estén en un código penal, nos deberían hacer temblar.

A.P.: El juez que dio recorrido a este montaje represivo fue Carlos Lasala, conocido juez ultraderechista vinculado al franquismo y que en la década de los noventa se hizo conocido por portar armas y por ensañarse contra los insumidos que se negaban a realizar el servicio militar. Este juez llegó incluso a decretar la entrada en prisión a insumisos como Fernando Cebrián y Javier Clarimón. También Lasala, en el año 2004, actuando de una forma autoritaria, llamó a declarar a quienes protestaban en las sedes del PP después del 11M. ¿Crees que si este caso lo hubiera cogido otro juez le hubiera dado el mismo recorrido judicial? ¿De qué manera crees que ha influido en el proceso que el juez sea un conocido ultraderechista?

F.A.: Como te decía anteriormente, el potencial represivo de esta ley no está solo en el escrito, sino también en que los enjuiciados caigan en manos de un juez con una ideología muy definida. Desde el primer momento es una cuestión de suerte. Creo que no hay nada que sea menos parecido a la justicia que la suerte. Creo que si mi hijo y los otros cinco hubieran entrado en otra sala, la sentencia no hubiera sido ni de lejos, la que formalizó el señor Carlos Lasala, hoy felizmente jubilado y disfrutando de sus frutos con el dinero que le hemos pagado entre todos por una función, fundamental en el prestigio de una democracia, que ha sido deficiente y preocupante en muchos casos como cuando quiso enjuiciar al concejal Alberto Cubero. La pena es que no existen mecanismos de control a jueces o policías y que cuando esto se ponga sobre la mesa, todo el mundo se ponga tan nervioso. ¿Sabes dónde no se fiscaliza la actuación de jueces y policías? Exacto, en las dictaduras.

A.P.: ¿Crees que estamos ante un caso de lawfare? ¿Crees que si tu hijo no hubiera sido de izquierdas hoy estaría en esta situación?

F.A.: Lo que vimos en Ferraz, los gritos fascistas, cantar el Cara el Sol, que se hagan homenajes a la División Azul pronazi no parecen preocupar, ni a los que levantan atestados que no ven delitos de odio, la policía, ni a los que tienen que dirimir si es o no un delito de odio, desórdenes públicos o de atentado contra la autoridad y todo queda en sanciones administrativas. Sin embargo, donde las organizaciones de izquierdas se enfrentan a desahucios, racismo, machismo, crisis climática, homofobia, transfobia, o cualquier discurso fascista sí que nos encontramos con actuaciones mucho más violentas y causas penales. Y eso no es una opinión, por desgracia es una estadística.

A.P.: Finalmente se ha aplazado el ingreso a prisión de tres de los jóvenes para la semana que viene y el martes pasado presentasteis un indulto al Gobierno. ¿Se han puesto en contacto con vosotros alguien del Gobierno? ¿Tenéis alguna novedad al respecto?

F.A.: Al final, nos han concedido un aplazamiento y ha sido un extraño alivio. Por un lado, no entrará en prisión —Javitxu—, pero volvemos a estar contrarreloj y, lo peor de todo, sin saber desde qué minuto arranca el tiempo. También seguimos esperando que el proceso de la petición de indulto llegue al Gobierno de España y que en el Consejo de Ministros se tome a consideración no permitir que ninguno de los cuatro condenados a cuatro años y nueve meses entren en prisión. No puedo decir nada más porque es un proceso abierto. Pero pido a cualquier cargo público y personas que nos representan que se signifiquen a favor del indulto, públicamente o en su ámbito privado. Mi esperanza, lo que me dicta el corazón y la cabeza es que alguien que preside el gobierno de España con el mandato del pueblo y que ha sido legitimado por unas urnas de mayoría progresista, responderá con el recurso técnico que tiene el poder político para corregir lo que la justicia no ha sabido enmendar y acepte la petición de indulto en las condiciones presentadas.

A.P.: Si finalmente el Gobierno no decide indultar a estos cuatro jóvenes y entran como todo parece indicar en prisión, ¿qué pasos tenéis pensados?

F.A.: Seguiremos denunciando la existencia de una ley injusta y seguiremos reclamando que salgan de la cárcel, no solo ya los cuatro mayores de edad de ‘los 6 de Zaragoza’, sino también todas aquellas personas represaliadas por esta ley injusta y recurriremos a la justicia europea, pero será una mala señal. Significará que mi hijo, una de las personas más bellas que puedas conocer, estará privado de su libertad por manifestarse contra los fascistas que nos quieren desmemoriadas y silenciadas.

A.P.: Por ir concluyendo, ¿cómo es posible que un caso tan escandaloso como este no haya salido en los grandes medios de comunicación?

F.A.: La verdad es que hemos ido a muchas puertas y creemos que hay poderes que controlan los medios precisamente para que casos así no se conozcan. Creemos que para el ciudadano medio sería inconcebible que sin aportar ninguna prueba se pueda condenar a penas máximas a cuatro jóvenes y se les prive de libertad. Está aberración, que tendría que ser estudiada en algún tipo de cursillos sobre salud democrática, nadie la visibiliza porque es molesta y muestra que hay un orden perverso en la separación de Poderes en España que vienen de lejos. Pero es obvio, por otros casos, pero con Podemos ha sido muy revelador, o con el caso de Mónica Oltra, que muchos jueces representan un peligro para el buen funcionamiento de la democracia, e insisto, que esto no lo quieren mostrar los medios porque están controlados por los mismos que instrumentalizan la justicia. Dije que no se nos visibiliza, pero no es así, aquí estamos ahora, pero excepto para medios afines a la izquierda, para el resto somos una molesta paja en el ojo. Por desgracia, el periodismo está en horas muy bajas y las personas trabajadoras que no tenemos más herramientas para pedir justicia somos desoídas. Y no deberíamos olvidar que esta vez le ha pasado a mi hijo, pero la próxima le puede tocar a tu hijo o a tu hija o a tu hermana o a tu hermano porque, como ya hemos dicho antes, no es una cuestión de justicia, sino de suerte.

A.P.: Desde aquí te deseamos lo mejor y esperamos que finalmente no se consume esta farsa judicial, puedan quedar en libertad y sean reparados por todo el daño que han sufrido durante todo este tiempo. Porque la condena para estos jóvenes, como bien has apuntado, ya comenzó desde el momento en que se realizaron las detenciones aleatorias. ¿Algo más que quieras añadir?

F.A.: Agradeceros que estéis ahí, que nos aportéis luz y taquígrafos y también pedir a todas las personas que puedan sentir que se ha cometido una injusticia que nos apoyen en redes sociales y que, de alguna manera, desde nuestra página puedan dar a conocer el caso, esos cinco años que llevamos sufriendo esta pena de banquillo infame, por si a alguien le puede ayudar si tienen la desgracia de pasar por un proceso parecido. Para esas personas, nos tienen ahí, a su disposición. Por último, quiero pedirles que nos ayuden económicamente porque además de la ruina personal en la que entran los chavales también hay que sumar la ruina económica que supone hacer frente a las costas de los juicios, minutas de abogados, multas e indemnizaciones. Para ello hemos abierto un crowdfunding.

La razón es que para pedir tanto el indulto como futuros beneficios penitenciarios, se tiene muy en cuenta que se hayan pagado multas, costes e indemnizaciones y nosotras no somos Dani Alves, no tenemos esos amigos a los que se les caen los millones de euros y ni nos acercamos a los cerca de 50.000 € que puede suponer todo el coste del proceso. Por supuesto, ojalá hubiésemos tenido ese dinero para haber pactado con el fiscal en primera instancia, porque la justicia no es igual para todos, de hecho, es lo más parecido a un juicio de valores y de dinero. Los valores o la ideología los impone el que te puede meter en prisión y su forma de ver el mundo, algo contra lo que tú no puedes hacer nada, y el dinero un elemento nada justo y que a muchos les viene de cuna o a otros de jugar al fútbol, pero es algo con lo que no cuenta la clase trabajadora cuando entra en un juicio y se sienta en el banquillo. Así que lo único que le queda es la suerte; suerte con el atestado que levanten los policías; suerte con el abogado de oficio; suerte con los valores del juez, sobre todo si en la causa hay algún rasgo político detrás.

La justicia está deshumanizada y está inclinada descaradamente hacia una clase social y si eso no lo cambiamos entre todas, la democracia sólo será una palabra con mucha resonancia, pero muy poca voz.

Gracias a todas las personas que nos apoyan, que nos apoyáis, que nos dais amor. Nuestro amor vencerá a su odio, siempre.


Madrid –

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