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Reaparece Jaime del Burgo y afirma que Letizia Ortiz es «antimonárquica, anticatólica y comunista»
El personaje que agita estos días la crónica social vuelve a publicar compulsivamente en Twitter para cargar contra la figura de la Reina, aunque niega ser parte de una “conjura juancarlista”
Jaime del Burgo va camino de ser uno de los personajes más esperpénticos que corone el final de este año 2023. El polémico personaje saltado a la palestra a principios de diciembre ha conseguido de nuevo la atención mediática del país. Del Burgo, que no vive en España —dice residir entre Reino Unido y Estados Unidos— y proveniente de una saga de políticos conservadores y criados al calor del franquismo en Navarra, continúa su cruzada contra Letizia Ortiz a través de Twitter pese a insistir en que no tiene interés alguno detrás de las acusaciones que vierte compulsivamente en su red social.
Del Burgo ha reaparecido en la red X tras borrar los posts que le hicieron famoso hace apenas unas semanas y en los que narraba detalles de una relación personal con la monarca que desataron una oleada machista de acusaciones y rumorología sobre un asunto que, fuera o no cierto, pertenecería a la intimidad de sus protagonistas. Aunque el morbo de los tweets del empresario -que también hizo frustrados pinitos como novelista- han despertado el interés de la crónica social y el humor twittero, lo cierto es que son muchas las voces que señalan que tras el aparente cotilleo existe una deliberada voluntad de dañar la imagen de la actual Casa Real y especialmente de Letizia Ortiz, y reinstaurar el prestigio del rey emérito Juan Carlos, exiliado en Abu Dhabi y presentado como una víctima de la ambición de Ortiz y del abandono de los valores regios más tradicionalistas en el seno de la institución.
Como Del Burgo, muchos monárquicos conservadores censuran lo que consideran una deriva progresista de la monarquía española, en gran parte, por la inacción que imputan al Rey Felipe ante el gobierno socialista. Esta oposición a la Corona desde la derecha más reaccionaria se refleja en las campañas orquestadas en redes sociales contra Felipe VI (donde insultan al monarca con oprobios como “felón”, “felpudo” o incluso “masón”) y también a viva voz en las protestas ultras acontecidas los últimos meses frente a las sedes del PSOE y en las principales capitales en las que las derechas se han manifestado contra la investidura de Pedro Sánchez y la Ley de Amnistía. Los detractores de Felipe y Letizia acusan a la actual reina de ser una suerte de Yoko Ono monárquica, señalándola —con altas dosis de misoginia— de ser la principal promotora de la salida del Rey Emérito del país y de su separación de la vida pública de los actuales reyes e infantas con el fin de preservar una imagen moderna y renovada de la monarquía española.
Quienes ven en Del Burgo algo más que un personaje siniestro en busca de atenciones mediáticas advierten de que, como él, son varios los agentes interesados en restaurar al precio que sea la figura de Juan Carlos, aunque ello conlleve incluso cargar contra miembros de la Familia Real. En un momento crítico para la corona española —el discurso de Navidad fue el menos visto desde 2016— Zarzuela ve con preocupación como sus detractores más recalcitrantes —y extravagantes— salen estos días, precisamente, de sus propias filas.
Madrid –
