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Milei, presidente electo de Argentina con Luis «Toto» Caputo (centro) futuro ministro de Economía — Twitter Javier Milei

Lo que se viene con Milei: del “hay que sufrir” al “vayan comprando un generador”

La luna de miel de popularidad de Milei se espera que no exceda del primer trimestre porque se viene una recesión agresiva. Y en 2025, si no aparecen señales nítidas de mejora económica general, el gobierno fracasará en las elecciones legislativas


Argentina puede recordar muchas cosas, pero estos días de otoño de 2023 posteriores a la arrolladora victoria del ultraliberal Javier Milei recuerdan especialmente a la Europa en 2010. Mientras la mayoría de países del mundo está en una fase de gasto expansivo para superar los efectos de la pandemia, en Argentina suena otra música.

Para empezar, el entorno del próximo Presidente de la República se muestra orgulloso de servir al FMI el plan de recortes presupuestarios lo más ambicioso posible, una práctica que evoca los planes de ajuste de los estados miembros enviados a Bruselas durante la crisis de deuda. Para continuar, se apunta a la privatización masiva de empresas públicas, que evoca los memorándum (2010, 2012, 2015) entre la Troika y Grecia, pero también otros países, durante los peores años de la crisis con la lista de bienes públicos en venta.

Después está la llamada a sufrir de Carlos Rodríguez, jefe de asesores de Milei, a la población, una parábola que nos conduce a las lágrimas de la ministra italiana Elsa Fornero presentando en 2012 un plan de ajuste a bordo del Ejecutivo de Mario Monti: «Hay que sufrir, no cabe duda, para que se aprenda”, dijo Rodríguez. “Las cosas cuestan. No hay más remedio, esto es una guerra”.

“Con Sergio Massa o con Milei, se votaba el gestor del ajuste, no si había ajuste”, razona el docente de la UBA y politólogo Patricio Gómez Talavera. “Ahora el mandato es claro: yugular a la inflación, que va camino del 150%. Sin embargo, la luna de miel de popularidad de Milei se espera que no exceda del primer trimestre porque se viene una recesión agresiva. Y en 2025, si no aparecen señales nítidas de mejora económica general, el gobierno fracasará en las elecciones legislativas”.

Las primeras afirmaciones tras las elecciones pusieron en la diana la privatización de los medios públicos y de la petrolera de mayoría estatal, YPF. YPF obtuvo 2.200 millones de euros de beneficios en 2022 y prevé un futuro próspero en el horizonte gracias al Yacimiento Petrolífero de Vaca Muerta y al desarrollo de obras como el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner. Fue privatizada con la ola neoliberal de Carlos Menem y nacionalizada en 2012 por el Gobierno de CFK.

Como bien sabe el peronismo en los últimos años, en Argentina hay manos que mecen la política y son independientes a la gestión. Y si esta semana trascendió que en un mismo día dos decisiones judiciales beneficiaban directamente al ex presidente Mauricio Macri y una perjudicaba a Cristina Fernández, la viabilidad de YPF ni siquiera la deciden los jueces nacionales. Así, en septiembre pasado la jueza Loretta Preska emitió una orden de pago del estado argentino de 16.600 millones de dólares a favor de Burford Capital y en contra de la decisión tomada por Cristina Kirchner y Axel Kicillof en 2012. Sorprendentemente, dos días después de la victoria de Milei, el 22 de noviembre, la jueza Preska permitió a Argentina no consignar esa cantidad y aportar otros activos que sean del agrado de los beneficiarios al fallo antes del 5 de diciembre, como garantía para evitar embargos.

“Milei ha inundado de matices la privatización de YPF durante estos días, al punto de decir que primero desea revalorizar la empresa para después privatizarla en una segunda etapa de indefinida ubicación”, indica Patricio Gómez Talavera. “Además hay una controversia constitucional difícil de desanudar: primero, no se puede privatizar YPF sin el Congreso; segundo, los votos están muy lejos de alcanzar para La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio. Y el 49% de YPF pertenece a las provincias”.

No es sólo YPF, sino Vaca Muerta, como afirmó recientemente la próxima canciller Diana Mondino. “¿Por qué tiene que ser estatal? ¿Por qué el gasoducto tenía que ser estatal? Quiero que una persona me diga por qué el gasoducto debería ser estatal”. Le respondió el ex secretario de Energía, Darío Martínez: “Señora Mondino, esta obra la construyó y financió el Estado, porque era imprescindible hacerla y el sector privado no manifestaba ninguna convicción sería en participar. Los números son contundentes en inmensos beneficios en materia de disminución de costos para toda la economía».

“Diana Mondino no tiene antecedentes de ningún tipo, no es experta en Relaciones Internacionales”, comenta el consultor y economista Pablo Tigani. “Es de una universidad que imita a la Universidad de Chicago [la Universidad de la CEMA, creada por Carlos Rodríguez, el jefe de asesores], sus fundadores son egresados de allí, han copiado la insignia y suelen dar discursos sobre el catálogo de crueldades que hay que hacer”.

Junto a YPF, aguardan su privatización Energía Argentina S.A. (Enarsa), los medios de comunicación públicos o Aerolíneas Argentinas. En este tiempo parece que la idea de cerrar el Banco Central de la República Argentina y dolarizar completamente la economía no han tomado forma y deberán esperar. Todo ello a pesar de un comunicado del 24 de noviembre que remacha que la clausura del BCRA no está en juego.

“Ahora viene la etapa del neoliberalismo a palos”, teme Tigani. “Dejaron atrás el cierre del Banco Central y la dolarización, y dejaron atrás el recorte de ciertas áreas que por razones obvias no van a poder recortar, porque ellos mismos son parte del sector público”.

La segunda escena post-electoral se traslada a EEUU. Milei viaja primero a Nueva York, donde se vio con el ex presidente Bill Clinton y visitó la tumba de un rabino, “el rebe de Lubavitch”. Después se dirige a Washington para mantener un encuentro con funcionarios del FMI, con el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y, virtualmente, con la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva. Al mismo tiempo su próximo ministro de Economía, Luis Caputo, se ve en la capital estadounidense con la subgerente del Fondo, Gita Gopinath, y el secretario adjunto del Tesoro de EEUU, Michael Kaplan.

Finalmente, las llamadas a pasarlo mal. Esta semana Milei auguró que el país se adentra en periodo de “estanflación”, un periodo largo de inflación con bajo crecimiento. “Va a haber una estanflación porque cuando vos hagas el reordenamiento fiscal, te va a impactar negativamente en la actividad económica, por eso digo que la única billetera que está abierta es la de capital humano, para dar contención a los caídos”.

Diana Mondino también ha anticipado la crisis de energía que se avecina. «En enero y febrero, el que no tenga un generador que vaya comprándolo. Si se llega a reactivar un poquito la industria, no va a haber para todos».

“Se viene un ajuste ortodoxo hasta la médula. Van a liberar todas las variables por lo que la recesión ya empezó: ya nadie compra y vende y se genera confusión para que el que tiene que vender no venda, espere y aumente los precios; piden al Gobierno de Alberto que genere expansión para que no se contraiga la oferta monetaria y caiga el valor del dólar. Usan la incertidumbre como estrategia, como contaba Naomi Klein en La Doctrina del Shock”.

Europa en 2004 concentraba el 26% del PIB global. En 2015, al final de la crisis del euro, bajó hasta el 22%. Hoy el FMI rebaja ese porcentaje al 14,55%.


Madrid –

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