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Ana Obregón insiste en mostrar a los medios la menor que compró con un vientre de alquiler en Miami

La celebridad ha enseñado en ¡Hola! el rostro de la niña en una nueva exclusiva millonaria donde justifica sin pudor haber recurrido a una práctica sin cobertura legal en nuestro país

“Un regalo del cielo”: así definía Ana Obregón en las páginas de la revista ¡Hola! el advenimiento de la bebé con la que posaba en su regazo. Pero lo cierto es que la menor no es un regalo, ni cayó del cielo, sino que su llegada al mundo fue posible gracias a una transacción económica realizada en el extranjero y con dudosa cobertura legal en nuestro país. Ana Obregón recurrió a un vientre de alquiler en Estados Unidos para que una mujer gestara una niña con el material genético de su hijo, fallecido tras una larga enfermedad, pasando a adoptarla luego como madre para legalizar su situación en España, pese a haber reconocido públicamente que en realidad, se trataba de su nieta.

“Me he vuelto loca: el seto de la entrada lleno de luces, de bolas… espectacular. Ahora todo es distinto”. En la cruzada de Obregón por legitimar la explotación reproductiva y justificar su capricho genético, que podría ser constitutivo de delito, ha cargado contra feministas, gobierno y periodistas críticas, llegando incluso a señalar directamente a Irene Montero o a Pedro Sánchez. La exministra de Igualdad definió los vientres de alquiler como una forma de violencia contra las mujeres, ya que en nuestro país la gestación subrogada está claramente prohibida en las leyes sobre técnicas de reproducción humana asistida y en la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo de interrupción voluntaria del embarazo, modificada la pasada legislatura. Además, la inseminación post-mortem realizada en Miami solamente se puede hacer en el seno de la pareja existiendo un límite de tiempo tasado tras el fallecimiento para hacerla, 12 meses, superado en este caso. A todo ello, se le suma que la adopción en España limita la diferencia edad entre adoptante y adoptado, que Obregón también ha superado respecto de su nieta, y no se permite la adopción de descendientes, sean éstos hijos o nietos.

No obstante, Obregón cuenta con el favor de la prensa, que han blanqueado en varias ocasiones su figura y la decisión que ha tomado —en contra de la legislación y del propio interés superior de la menor—, llegando a jactarse públicamente de que le “importaban un pito” las leyes españolas y lo que dijera entonces la ministra Montero. ¡Hola!, así como un sinfín de programas televisivos —incluida la cadena pública, RTVE— han emitido en varias ocasiones una versión edulcorada de esta situación. “Ella es americana, está empadronada, y dentro de dos años será más española que yo, y sin ningún problema” afirma en la entrevista.