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“The Black Album”, Metallica abraza el mainstream

Convertirse en estrellas de la noche a la mañana no es un plato fácil de digerir. Esta época marca curiosamente el camino hacia la autodestrucción de la banda que estuvo a punto de producirse unos años posteriormente


Suena el timbre de la puerta, es un colega. Tras los saludos de rigor, entramos en mi cuarto. Tengo preparado el radio cassette de doble pletina… saca una cinta. La portada es toda negra, se puede ver a duras penas la silueta de una serpiente en la base. El logo del grupo es casi imperceptible. Introduzco la cinta en el loro, suenan los primeros compases de “Enter Sandman”. Es el álbum homónimo de Metallica, “The Black Album”. La historia del metal acaba de cambiar para siempre.

Así recuerdo las sensaciones al escuchar por primera vez el celebérrimo álbum negro de Metallica. La banda de San Francisco se preparaba para asaltar el mundo o morir en el intento. Por primera vez en la historia, una banda de thrash metal, dedicada a sobrevivir en el underground, decide dulcificar su mensaje, hacerlo comestible y de consumo masivo. Nadie estaba preparado para este golpe de efecto de Hetfield y cía. Dicen que la historia la escriben los valientes… ellos lo fueron.

Hay momentos en la carrera de un músico en la que hay que tomar una decisión difícil. Seguimos con nuestro estilo a toda costa, haciendo siempre lo mismo, o en cambio intentamos modificarlo para hacerlo más accesible y si hay suerte nos consagramos para la gran mayoría. La gran cuestión para las bandas underground. Para muchos Metallica se vendió a la industria musical a cambio de ser la banda más famosa del planeta metal. Dejar de lado los sonidos que los convirtieron en santo y seña de un subgénero musical (Thrash Metal), fue una traición para muchos. Les repudiaron, ya no eran cool.

Perdieron esos fans acérrimos de su primera época para conseguir 10 veces más. Metallica consiguió que el metal, que estaba herido de muerte por el grunge, resucitara y fuera tendencia. Llevaron al metal a cotas que nadie todavía ha conseguido sobrepasar.

Metallica a mi entender con este álbum hizo mucho por el metal. Dio un nuevo sentido, sonido y orientación a las composiciones “heavy metal”, crea el metal moderno por así decirlo, y es fuente desde ese momento para miles de bandas que repetirían y repiten su sonido. Se crea el sonido “Metallica” y el metal puede mirar a la cara a nivel global a otros géneros musicales que llegaban de manera masiva a la gente. La cadena de televisión MTV hizo el resto y el mundo se postró a sus pies.

Pero vayamos al principio para ver cómo se gestó este álbum. La banda de San Francisco venía de editar su álbum “…And Justice For All”, primer trabajo sin la figura del desaparecido bajista Cliff Burton. Salir del oscuro trance debido al accidente de autobús en Suecia, no fue fácil para la banda. Este álbum lo crearon sin sonidos de bajo, y la aparición del nuevo bajista Jason Newsted fue testimonial, formal únicamente.

Era el momento de coger otro rumbo. Lars Ulrich, baterista de la banda, estaba obsesionado con cambiar el sonido de la banda. Hacerlo más mainstream. Le volvía loco el trabajo que había hecho el productor Bob Rock en la creación del disco de Mötley Crüe “Dr. Feelgod”. Quería que las nuevas canciones de la banda sonasen así, de esa manera; exactamente igual.

El propio Lars Ulrch así lo decía en innumerables entrevistas: “Sentimos que era el momento de hacer un disco con unos graves enormes, grandes y gordos”. “El disco que mejor ha sonado en los últimos años ha sido “Dr. Feelgod”· “Así que le dijimos a nuestro mánager: Llama a este tipo y mira si quiere mezclar el disco”.

El sonido. El cambio fue total. Mucha gente lo achaca a la unión con Bob Rock, pero Metallica ya había tomado esa decisión antes de encontrarse con el productor. Lo que hizo Rock es darle forma a la nueva manera de ver la música de la banda norteamericana.

Metallica no quedó satisfecha por el resultado de su anterior álbum y quería un giro copernicano en sus nuevas composiciones. Querían un álbum directo, al grano.

Temas fuertes, rápidos y que no se entretuvieran en largos interludios que enreversaran las composiciones. Su misión: crean un grandes éxitos de temas de metal, todos reunidos bajo un mismo disco.

Todo tenía que ser distinto. Desde la portada todo tenía que ser un mensaje de resurrección a lo grande de Metallica. La elección de la portada en negro y la serpiente extraída de la bandera de Gadsden creada en el año 1775 por el genial Chrsitopher Gadsden que representaba la lucha por la independencia de los norteamericanos frente a los ingleses, era un golpe de efecto total para hacer ver a los fans que todo había cambiado. Era como ir a ciegas. No sabías lo que te ibas a encontrar dentro de ese álbum. Por no ponerle, no le pusieron nombre, quedando con el apodo de “The Black Album”.

El resultado no dejó sombras a la duda. La crítica rendida a sus pies, y se convirtió de la noche a la mañana en el disco más vendido en la historia de Metallica, del metal etc… Un debut brutal en el que despachó 597.000 en su debut (12 de agosto de 1991) y llegó a ser número 1 del Billborard el 31 de agosto del mismo año. Han vendido más de 16,5 millones solo en USA y más de 30 millones en todo el mundo. A día de hoy se siguen vendiendo copias de esta obra maestra.

Mucho del éxito de este álbum recae principalmente en el primer sencillo que se lanzó del mismo… “Enter Sandman”. El quinto álbum de Metallica se da a conocer con una carta de presentación apabullante. Un tema que ya queda en la historia de la música, y del metal en concreto. Un riff pegadizo de los que nunca se pueden olvidar. Basada en la leyenda del hombre de arena (una especie del hombre del saco), que da pesadillas o dulces sueños a los niños con su arena mágica. El hijo del productor Bob Rock fue quien puso la voz en off a mitad de la canción.

El tema fue número uno de manera absoluta y se convirtió de la noche a la mañana en un himno para toda la parroquia metalera mundial. Pero lo más sorprendente es que rompió el techo de cristal del género y millones de personas que nunca se había acercado al metal, lo hicieron con esta canción. El metal lo había conseguido, gracias a una canción se había vuelto mundialmente popular.

“Sad But True”. Quinto sencillo de esta bomba atómica en forma de disco. La letra de este tema está basada en la película de 1978 “Magic”. Es un tema de aroma Metallica total. Es decir, guarda reminiscencias de álbumes anteriores. Un ritmo lento y pesado. Un riff potente y machacón hace de esta canción de lo más duro de todo el conjunto de la obra. La rabia contenida del grupo se desata totalmente en este corte.

Uno de los trallazos más fuertes y rápidos del álbum es sin lugar a dudas “Holier Than Thou”. La canción más veloz y de menor duración del álbum. En un principio se discutió en que fuera el primer single del álbum pero acertadamente se optó por “Enter Sandman”. Una joya que roza el speed metal. Una letra que crítica a la sociedad por la forma en la que tiene de lanzar chismes, rumores etc…

Llega el cuarto sencillo del álbum: “The Unforgiven”. Uno de los temas que más controversia suscitó del álbum. Se trata de una power ballad, por primera vez Metallica se adentraba en esta lides. Todo olía a muy comercial. Cierto es que temas como “One” ya tenían esta cadencia, adentrarse de lleno en este tipo de canciones hizo que en el mundo del metal les llovieran muchos palos, sobre todo con “Nothing Else Matters” de la que luego hablaremos.

James Hetfield dulcifica su voz como si fuera un crooner y así nace este corte, ambientado en el film con el mismo nombre “The Unforgiven”. La intro es del film pero interpretada al revés. Aunque se dulcifican en este corte, la impronta heavy y metal no la pierden en absoluto. Este tema tendría dos secuelas más “The Unforgiven II” en el álbum “Reload” y “The Unforgiven III” en el disco “Death Magnetic”.

“Wherever I May Roam”. Otros de los sencillos del álbum. Su intro con sitar le da un toque muy exótico a una canción poderosa y de sonido recio.

Jason Newsted dio rienda suelta a su bajo al utilizar uno con nada menos que con doce cuerdas. Uno de los temas más reconocibles del álbum ya que guarda prácticamente todo el imaginario que la banda quiso ofrecer con este puñado de canciones. Un estribillo fácil de recordar y que convirtió a este corte en todo un himno en directo.

“Don’t Tread On Me” ya hemos avanzado algo de esta canción anteriormente. Basada en la guerra de la independencia entre EEUU y el Reino Unido las palabras “Don’t Tread On Me” forman el lema de la bandera de Gadsden que lleva la serpiente que aparece en la portada. Por desgracia esta imagen ha sido tomada como referencia de grupos de ultraderecha norteamericanos, lo que ha deslucido con el tiempo la utilización de esta serpiente por Metallica en la portada del álbum. A destacar la intro del corte en el que se oye la melodía de “America” del film “West Side Story”.

Uno de los cortes con aroma thrash metal de este Black Album es “Through The Never”. Un petardazo veloz y potente que pone a la banda en forma ante la afición. Un corte que versa sobre las especulaciones en las que incurre el ser humano sobre la posibilidad de la existencia de vida humana en el espacio. Como curiosidad el título de la canción sirvió a su vez para llamar así a la película de Metallica que se estreno en 2013 “Metallica: Through The Never”.

Una de las joyas de la corona del álbum: “Nothing Else Matters”. Tercer sencillo del álbum y la balada por antonomasia de Metallica. Uno de los cortes de Metallica más versionados por otros artistas. Recuerdo la gran versión de Miley Cyrus que hizo junto a la formación de San Francisco. Una versión increíble que llegó a oídos de Elton John diciéndole en directo a Metallica que era una de las mejores canciones que nunca se habían escrito. Hetfield no pudo reprimir las lágrimas.

Aunque parece una historia de amor, Hetfield se inspiro en las últimas palabras que pronunció su abuelo para hacer este maravilloso tema. Hetfield la compuso mientras hablaba un día por teléfono con su novia. La voz del cantante de Metallica suena dulce y agradable, como si se tratara de un cantante pop, dando pruebas de lo versátil que son sus cuerdas vocales.

“Of Wolf And Man” es uno de los temas más extraños del álbum. Su concepción gira en torno a la historia de un lobo que se pregunta si puede llegar a ser un hombre. Ritmo machacón y estribillo también fácil para crear vigorosa y muy potente. Una de las canciones menos reconocidas del álbum, pero que guarda una calidad igual de alta que la del resto.

“The God That Failed”. Seguimos con ritmos lentos, pausados, con armonías thrash. Un corte que mira a la cara a la religión poniendo de relieve que la ciencia está ahí para ayudarnos y que la fe ciega no puede suplir esas cosas. Hetfield sufrió en sus carnes esta problemática al pertenecer a una familia extremadamente religiosa. La madre de Hetifeld estaba en una secta y no aceptó ayuda sanitaria dejándolo todo en manos de Dios… posteriormente moriría. Vuelven a dar una importancia patente a la sección rítmica. El bajo aparece como protagonista absoluto del corte.

Para mí una de las mejores canciones del álbum es “My Friend Of Misery”. Una base suave con el bajo, da paso a un corte épico, lleno de grandeza. En un principio se pensó en que fuera instrumental únicamente, finalmente Bob Rock les aconsejó que tuviera letra para enganchar a fans nuevos. La fase central del tema es maravilloso, orquestal, toda una obra maestra. Una canción realmente infravalorada en el repertorio de Metallica.

Llegamos al final con “The Struggle Within”. Metallica tiene por costumbre acabar sus álbumes con la canción más bestia del álbum. Este corte es prueba de ello. Contiene la melodía más pesada y a su vez la más rápida. Es un recordatorio para los que pensaban que el grupo se había convertido en un grupo pop. Brutal cien por cien.

Metallica asaltó el cielo por las bravas con su álbum homónimo. Se dejo mucho en el camino, pero quería llegar alto… y lo consiguieron.

Convertirse en estrellas de la noche a la mañana no es un plato fácil de digerir. Esta época marca curiosamente el camino hacia la autodestrucción de la banda que estuvo a punto de producirse unos años posteriormente. Los egos, el alcohol y la luz cegadora de la fama se les subió a la cabeza estando a punto de mandarlo todo al garete. Pero esa es otra historia que la contaremos algún día…


Madrid –

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