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Manuscrito de la obra de Kant «La paz perpetua», expuesto desde el viernes en el Palacio de Bellevue — Jesco Denzel/Presse u. Informationsamt

«La paz perpetua» en tiempos de guerra eternizada

En el 300 aniversario del nacimiento del filósofo Immanuel Kant, el canciller Olaf Scholz comenta su obra antibelicista, mientras la OTAN anuncia su mayor ejercicio militar desde la guerra fría


¿Qué diría el filófoso Immanuel Kant si levantase la cabeza y se encontrase al canciller alemán Olaf Scholz hablar sobre su obra “La paz perpetua” para criticar a Rusia y justificar el rearme del país que llevó a Europa a dos guerras mundiales? En la obra de 1795, se explica una utopía futura en la que estados federados republicanos alcanzan la paz gracias y un ordenamiento jurídico internacional. Los aniversarios son así: “Una feliz coincidencia“, se frotaba las manos Scholz – que Kant cumpla 300 y él pueda aprovechar para dar una larga charla sobre la guerra y la paz adornada de citas del filósofo más conocido de Alemania. Kant nació en Königsberg, en lo que por entonces era Prusia Oriental y, que ahora, desde el fin de la segunda guerra mundial, es Kaliningrado y forma parte de Rusia. “Kant se encuentra en medio de las convulsiones geopolíticas de nuestro tiempo: en medio del cambio de época que el líder ruso Putin ha desatado con su brutal guerra de agresión contra Ucrania”. Scholz se indigna de que Kaliningrado haya convertido a Kant en la «marca» de la ciudad y que Putin haya enfatizado el hecho de que Kant es uno de sus «filósofos favoritos».

Scholz afirmaba el lunes en una celebración organizada por la Academia de las Ciencias de Berlín y Brandenburgo en la capital alemana, que es evidente que «la ilustración y la guerra de agresión no encajan», así como que «el imperativo categórico y los crímenes de guerra tampoco». El experto por un día en filosofía Scholz, o quien le haya escrito el discurso, dice que «la postura categórica de Kant es completamente clara: Ningún estado debe interferir violentamente en la constitución de otro estado». Eso es precisamente lo que hace Rusia en Ucrania, asegura. Y también que «ningún estado debe permitirse en la guerra con otro estado hostilidades tales que imposibiliten la confianza mutua en la paz futura». Kant predice la era atómica, asegura el canciller alemán: «la destrucción de ambas partes al mismo tiempo», según Kant, «haría que la paz eterna solo se llevara a cabo en el gran cementerio de la humanidad».

Scholz deja claro en su discurso que no piensa en un tratado de paz y lo justifica con citas de Kant, en las que el filósofo habla de un acuerdo de paz que el agresor concluye con «mala intención». Un alto el fuego o un aplazamiento de las hostilidades no es la paz, dice Kant, citado por el canciller. Un aplazamiento de las hostilidades temporal, sería tan solo el comienzo de la próxima guerra. «Donde los derechos del individuo no valen nada, donde reina la opresión y la arbitrariedad, tampoco puede haber una paz duradera». Todos deseamos la paz para nuestro tiempo, dice el canciller, «pero una paz a cualquier precio no sería paz».

Kant: el rearme amenaza a otros estados

El canciller no es el único que ha visto la oportunidad. El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier inauguró una exposición de un extracto manuscrito de la obra «Sobre la paz perpetua» de Immanuel Kant con un largo discurso el pasado viernes en el Palacio de Bellevue. Resulta irónico que en dicha exposición han puesto la parte del manuscrito hacia abajo, y por tanto invisible al visitante, en la que se haya esta cita:

«Los ejércitos permanentes (miles perpetuus) deben cesar por completo con el tiempo. Pues constantemente amenazan a otros estados con la guerra, al estar siempre preparados para luchar; incitan a los otros a superarse mutuamente en cantidad de armamento, que no conocen límites, y al final, al aumentar el costo del mantenimiento de la paz más que el de una guerra corta, son ellos mismos la causa de guerras de agresión para liberarse de esta carga. A esto se añade que el ser contratado para matar o ser matado parece implicar un uso de los seres humanos como simples máquinas y herramientas en manos de otro (el estado) (…) Otra cosa es el ejercicio voluntario periódico de los ciudadanos en armas, destinado a protegerse a sí mismos y a su patria contra los ataques externos.»

Un claro mensaje en contra de la escalada bélica que tanto Scholz como Steinmeier, ambos socialdemócratas del SPD, han ignorado en sus largos discursos. “Kant no se hacía ilusiones sobre la pacifismo de los seres humanos”, dijo Steinmeier, que en 2014 como Ministro de Exteriores de Merkel visitó Ucrania y se fotografió con el nuevo gobierno tras la revuelta/golpe del Maidán, en el que había neonazis del partido Svoboda y les aseguró su apoyo. La creencia en la paz y el desarme tras la guerra fría fueron “un sueño engañoso”, asegura el polítidco, que cree que ahora, “más que nunca debemos confiar en la fuerza militar y la disuasión”. El presidente alemán deja un consejo que varios miembros del gobierno de coalición, en especial del partido verde, podrían escuchar con atención. Dice que Kant nos pide “utilizar la razón para encontrar el camino” que nos lleve a la emancipación y que éste pasa por “informarse críticamente, revisar nuestra propia posición, escuchar a otros, percibir perspectivas diferentes, pensar antes de actuar y no ser arrastrados por la ira, el odio y la burla.”

“Haz lo que de verdad importa”, dice una propaganda del ejército en un tranvía de Berlín y anima a la juventud a hacer lo que de verdad importa: alistarse.

La guerra eterna y el rearme

Estos discursos y la interpretación de la obra por la paz del filósofo Kant adquieren un cariz muy diferente al presentarse, el mismo día que Scholz soltaba dicha perorata, el ejercicio militar Quadriga en Alemania. Según el general de los ejércitos Carsten Breuer, dicha maniobra, que forma parte del mayor ejercicio militar de la OTAN desde el fin de la Guerra Fría, Steadfast Defender 2024, va a interferir de forma significativa en la vida cotidiana en Alemania. En toda Europa participarán unos 90.000 soldados y el lunes quedó de manifiesto que no se trata de algo sin peligro: forma parte de las maniobras durante las cuales el lunes un soldado español falleció tras ser alcanzado en un ejercicio con fuego real.

Ruido, tráfico de vehículos militares en las calles  y un aumento en la presencia de personal militar se esperan en las próximas semanas. «El color del camuflaje en la autopista es una visión inusual para muchos, pero creo que también esto marca un cambio de época», dijo Breuer durante la presentación el lunes. Los ejercicios son indispensables, aseguró. «El ejército debe practicar, practicar y practicar, en especial en estos tiempos.

En la maniobra se ensayará el transporte de las diferentes fuerzas de todas las divisiones de la fuerza castrense alemana por tierra, mar y aire. Breuer destacó la importancia neurállgica de Alemania para la OTAN por su posición central en Europa. «Todos los caminos pasan por Alemania», dijo el General. Van a ensayar la alerta, el despliegue de tropas y situaciones de combate por todo el país y 12.000 soldados tomarán parte. 3000 vehículos y 30 aviones tomarán parte en el ejercicio que ha sido anunciado con este texto:

«El escenario es aterrador, pero no irrealista. Un agresor ataca la alianza de la OTAN en Europa: desde el noreste, el este y el sureste. Para detener al agresor, la OTAN declara el artículo 5. Los aliados se preparan para defender Europa juntos.»

Alemania, por su posición geoestratégica en el centro de Europa, al ser un país de tránsito, pero también al albergar el mayor número de bases estadounidenses en Europa, será área de despliegue y punto de conexión para las tropas multinacionales que formen parte. El fin es imponer a Rusia, demostrar que se está preparado y, no menos importante, prepararse para una guerra cada vez más real y cercana.

Varias editoriales de extrema derecha reeditan un texto de Kant que han titulado “De las diferentes razas o todos los negros apestan”.

La derecha quiere volver al mito

Volvemos a Kant y no nos olvidamos de que el rearme en Alemania se produce en paralelo al ascenso de la extrema derecha. No dicen nada explícitamente nuevo, pero no está mal pasearse por los centros de pensamiento de la extrema derecha para corroborar que en su tradición de pensamiento, la ilustración y la racionalidad kantiana se encuentran en el lado opuesto a lo que pregonan. El pensamiento de Kant, así se lee en la mayoría de manuales al uso, ha marcado la filosofía y la ilustración, ha animado el desarrollo cultural y político de Europa. Kant apoyó la revolución francesa y se inspiró en Jean-Jacques Rousseau. Sin embargo, las editoriales neonazis se limitan a reimprimir un texto de Kant con el título «De las diferentes razas o todos los negros apestan», que luego venden en las principales librerías online como explicamos en Diario Red, sin mayores problemas. (Y sin que haya razzias en las oficinas por delitos de odio, como en la conferencia por Palestina, por cierto).

Kant fue, sin duda, un racista convencido y lo dejó por escrito en varias ocasiones a lo largo de su vida. Se le disculpa al asegurar que eran las ideas dominantes de la época. Sin embargo, el supuesto gran filósofo, no lo es tanto cuando se trata de hablar sobre la racionalidad y el abandono de los mitos en favor de la ciencia. Kant creía que el pueblo puede aprender a pensar y actuar libremente sin limitarse a obedecer ciegamente como súbditos, sinocomo ciudadanos críticos. En una reciente conferencia con el título «La vuelta del mito» en el principal instituto de pensamiento de la extrema derecha asociado al partido Alternativa por Alemania, el Instituto para la Política de Estado, el abogado y periodista Thor von Waldstein explicaba las ideas dominantes en dichos círculos en torno a la ilustración.

El vivan-las-cadenas alemán suena así en palabras de este personaje: «La amargura del alma que ha dejado el mecanismo de ruedas ratantes de la razón durante 250 años se remonta al error cardinal del racionalismo». Y cita a Nietzsche: «Sin mitos, toda cultura sucumbe a su saludable y creativa naturaleza». Solo un horizonte impregnado de mitos conduciría a un movimiento cultural hacia la unidad. A continuación cita al francés Georges Sorel y asegura que un pueblo sin mitos está concenado a desaparecer… (¿El pueblo alemán está en peligro? ¿De qué nos suena todo esto?)

Y sigue: el pueblo tiene que tener una pasión que le una, un deseo que se base en la pasión. De las fuerzas irracionales es de donde irradia el heroismo, el sacrificio, la gloria… Tan solo así, con ese mito que le motive, consigue un pueblo convertirse en el motor de la historia mundial. El mundo debe ser reencantado, para abandonar el compás vacío del alma. Si una posible nueva mística será religiosa o contendrá otros contenidos metafísicos, no lo sabemos. «Lo importante es que brinde un refugio espiritual a los desamparados del presente, para que puedan enfrentar el vacío de nuestros días con respeto y humildad». Términos tan anticuados podrían cobrar nueva vida «cuando llegue el día en que el mundo de hoy ya no sea sagrado, cuando el mundo de ayer haya quedado atrás.»

No menciona a un Führer en ningún momento. Luego no digamos que no lo vimos venir.


Berlín –

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