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EL portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López —  Eduardo Parra / Europa Press 

El PSOE reconoce que bloqueará la ley de libertad de expresión registrada por Sumar a pesar de haber apoyado su trámite

La norma, que pretende derogar delitos como el de injurias a la Corona u ofensa a los sentimientos religiosos, ya fue registrada con un texto prácticamente idéntico por Unidas Podemos en la anterior legislatura


El pasado 19 de diciembre, los socialistas dieron su voto para aceptar la tramitación de la ley de libertad de expresión registrada por Sumar. La proposición de ley impulsada por el partido de Yolanda Díaz pretende derogar hasta cinco delitos: ofensa a los sentimientos religiosos o de escarnio público, ofensas a España y sus símbolos, injurias a la Corona, enaltecimiento del terrorismo y las injurias al Gobierno y a sus instituciones.

Sin embargo, este voto favorable a la admisión a trámite no se va a traducir en un apoyo final a la norma registrada por el partido de Díaz. Según fuentes socialistas publicadas por El Español, el PSOE no comparte el objetivo de Sumar de sacar adelante la ley de libertad de expresión con la mayoría de la investidura, sino que los de Pedro Sánchez condicionan cualquier reforma sobre libertades públicas a que cuenten con un “consenso amplio”.

De este modo, será la tercera vez que los socialistas vota la admisión a trámite de una norma similar pero que luego la bloquean durante la tramitación. La ley registrada por Sumar está justificada por varias sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que obligan a España a adaptar sus delitos sobre liberta de expresión.

La ley de libertad de expresión que ha registrado Sumar no forma parte del acuerdo de gobierno firmado entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz que compromete a ambas formaciones políticas durante toda la investidura. 


Madrid –

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Editorial

  • Y después del lunes, ¿qué?

    Tanto si Sánchez dimite como si no, nuestro país se embarcaría en una trayectoria suicida si la mayoría que ha hecho posible su investidura no acepta de una vez por todas que las reformas que partidos como Podemos llevan años poniendo encima de la mesa se han vuelto inevitables