Una mujer se encuentra ingresada en la UCI tras el impacto de un proyectil de foam a causa de otra carga de la Ertzaintza

Una aficionada de la Real Sociedad se encuentra ingresada en la UCI tras el impacto de una bala de foam en la sien. Otro caso más de gravedad a causa de la violencia utilizada por la Ertzaintza

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El pasado martes se disputó el partido de vuelta de los octavos de Champions entre la Real Sociedad y el PSG, un encuentro catalogado como de “alto riesgo” por la Consejería de Seguridad del gobierno vasco y por lo que el día previo al partido, la Ertzaintza llevó a cabo una intervención en la que incautó objetos peligrosos que podían ser utilizados para peleas a medio centenar de ultras de la Real Sociedad y a más de un centenar de ultras del PSG. Esta intervención policial no fue suficiente para que los ultras de la Real Sociedad y del PSG intentasen enfrentarse en los aledaños de Anoeta aun teniendo establecidos caminos muy diferenciados y separados hasta el campo, enjaulados por la Ertzaintza.

En este momento de la noche, sin haber comenzado el partido, la Ertzaintza realizó varias cargas para disuadir a ambos grupos y que no llegasen a un enfrentamiento directo, cuando una mujer de 44 años, aficionada de la Real Sociedad, que estaba en mitad de la calle donde sucedían los hechos, recibió un impacto en la sien de un proyectil utilizado por la Ertzaintza. Todo hace indicar, una vez más, que el proyectil que le impactó en la cabeza a la altura de la oreja es una bala de foam, repetidamente utilizada por la Ertzaintza estas últimas semanas.

La mujer de 44 años se encuentra ingresada, consciente, en la UCI del Hospital de Donosti en estado grave como consecuencia de una hemorragia cerebral interna derivada del impacto del proyectil que se disparó a no más de 30 metros y de forma directa. A esta mujer, se le suma otra joven, ingresada en el mismo hospital y a expensas de resultados, que también resultó herida de un ojo por el impacto de otro proyectil de foam.

Una semana de violencia policial.

La cuestión que reluce de fondo es que, desde hace una semana, la Ertzaintza ha protagonizado imágenes diarias de cargas policiales de extrema violencia, con los proyectiles de foam en el centro de los altercados y dejando heridos, algunos de estado grave, cada vez que actúan.

El miércoles de la semana pasada se publicó la actuación policial en el Campus de Gasteiz mientras se daban las jornadas de la Herri Unibertsitatea con la que se desalojó a los universitarios encerrados en la Facultas de Letras, no antes sin echar a periodistas y reporteros gráficos que pudiesen grabar la desproporcionalidad del desalojo.

Tras estos altercados, y los del día siguiente mientras manifestantes se agrupaban cerca de la comisaría donde se encontraban los detenidos del miércoles, el domingo 3 de marzo se homenajeaba en las calles de Vitoria a los cinco asesinados por la policía hace 48 años durante los Sucesos de Vitoria. La Ertzaintza volvió a intervenir de forma indiscriminada en esta manifestación y, otra vez, ocasionaron una víctima por el disparo de balas de foam, en este caso la víctima es una mujer de 60 años a la que le impactó el proyectil en la boca.

Tampoco se puede olvidar que, a mediados del mes pasado, un joven que asistía a los carnavales de Tolosa sufrió el impacto de una bala de foam en el ojo, que le llevó a tener que ser operado por desprendimiento de retina y rotura de los conductos lagrimales.

La actuación de la Ertzaintza es, como mínimo, reprobable. Las víctimas de esta semana a causa de las intervenciones policiales indiscriminadas que llevan a cabo deben ser investigadas y judicializadas. No se puede normalizar que cada vez que la Ertzaintza interviene en una manifestación, concentración o tumulto de personas, acaben produciéndose heridos graves por la utilización de balas de foam o la violencia de los propios agentes.

Hace doce años, la Ertzaintza mató a Iñigo Cabacas tras impactarle una pelota de goma disparada por la Ertzaintza, lo cual motivó que, desde entonces, esté prohibido el uso de pelotas de goma en el País Vasco. Y yo me pregunto ¿Necesitan un muerto por el impacto de una bala de foam para prohibir su utilización? Espero que no, que con los heridos de este mes ya sea suficiente y el gobierno vasco actúe de la misma forma que si hubiese un muerto, sobre todo, para que eso no ocurra.

Respuesta del Gobierno del País Vasco (PNV).

Las elecciones al parlamento vasco están a la vuelta de la esquina y EH Bildu se encuentra en un escenario ascendente mientras que PNV se enfrenta a una situación completamente contraria. Hay encuestas que plantean un escenario muy favorable para la izquierda abertzale en cuanto a lograr la presidencia, y es en este escenario en el que se está moviendo el PNV, criminalizando a las calles y vinculándolas al adversario que le pisa los talones en la carrera electoral.

El garante de cumplir estos ataques ha sido el vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, que ha deslizado estos últimos días que detrás de estas actuaciones está EH Bildu alentando a las calles frente a la policía “Esto no es casualidad. Esto no ocurre sin más, sino porque alguien lo organiza” ha dicho el consejero de Seguridad. Tras esta insinuación deslizó la idea de que hay candidaturas que públicamente abogan por vías pacíficas y acuerdos democráticos pero que tienen una “trastienda” similar a la que ha ocurrido durante “décadas” y que avivan mensajes sobre el “modelo policial” cuando la Ertzaintza interviene.

Estas palabras no han sentado bien en la izquierda abertzale y han sido respondidas por el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegui, catalogando estas declaraciones como “indignantes” y alentándole a denunciar “si tiene pruebas”. Además, Otegui plantea la posibilidad de que el problema que tiene el gobierno del PNV, y en especial Erkoreka, “es que no controla al sector policial” y, por lo tanto, tiene la necesidad de “embarrar la campaña electoral” para que no se hable de los problemas reales de la gente.

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