Chile: ¿Quién será el candidato de la izquierda en 2025?

“Quien gana la municipal, gana la presidencial”, suele decirse entre los expertos electorales, aunque no siempre la máxima se cumpla

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Aunque el gobierno de Gabriel Boric recién ha cumplido dos años son muchos los que ya están mirando hacia el 2025, cuando el sillón presidencial chileno esté de nuevo en disputa. Pero antes hay que pasar la carrera de las elecciones municipales, cuya fecha de inicio formal será dentro de unas semanas, cuando se inscriban los pactos, las primarias y las candidaturas a las 445 alcaldías, que además elige a 2.252 concejales. Se trata de la medición de fuerzas más territorial, tras la cual cada partido sabe cuánto pesa. Es la antesala de la presidencial y parlamentaria del próximo año.

“Quien gana la municipal, gana la presidencial”, suele decirse entre los expertos electorales, aunque no siempre la máxima se cumpla. Pero es un hecho que la medición de fuerzas partidarias y de coaliciones arroja luces con mayor precisión que las encuestas, que pese a todo siguen influyendo. A estas alturas, en la previa de la competencia municipal que además se realiza junto a la elección de 16 gobernadores regionales y 302 consejeros regionales, las fuerzas políticas tratan de llegar con candidaturas presidenciales perfiladas, que puedan ponerse a la cabeza de las campañas y así alcanzar mayor notoriedad pública.

En la derecha opositora al gobierno tienen algo de trabajo adelantado. La ultraderecha organizada en el Partido Republicano podría insistir con José Antonio Kast —que perdió la elección pasada ante Boric—, la conservadora Unión Demócrata Independiente tiene a Evelyn Matthei, alcaldesa de la comuna santiaguina de Providencia y como la carta mejor ubicada en las encuestas, mientras Renovación Nacional perdió a Sebastián Piñera en un accidente el pasado 6 de febrero. El ex gobernante y empresario, que nunca pasó a retiro, parecía tener la tentación de ser el primer chileno en gobernar en tres mandatos. En este cuadro, Matthei —economista e hija de un general de la Fuerza Aérea que integró la Junta Militar de Pinochet— aun juega al misterio sobre si repite su postulación a la alcaldía de Providencia o si se abstiene de ello para ir directamente a la presidencial, no sin antes recorrer Chile atizando las candidaturas municipales de su sector.

Finiquitado el proceso constituyente en el que la izquierda chilena perdió la oportunidad de establecer un cuadro institucional más favorable para las transformaciones políticas y económicas de fondo, y en directa dependencia de la suerte del gobierno de Boric cuya gestión se ha visto bloqueada por la oposición y sin mayoría en el Congreso, los y las eventuales candidaturas a su reemplazo muestran mayor dificultad para desplegarse. “No hay una sucesión clara”, repiten en los partidos de izquierda, como tampoco hay nadie identificable que se ponga a la cabeza del contingente de los miles de candidatos que disputarán las municipales.

El radical cambio de padrón electoral que se produjo al pasar de voto voluntario a obligatorio introdujo a las cifras más de cuatro millones nuevos electores, alcanzando a más de 15 millones votantes, lo que ha hecho de las predicciones un terreno altamente especulativo. Las dos últimas elecciones se hicieron con el nuevo padrón y arrojaron sorpresas: la votación para consejeros constituyentes de mayo de 2023 otorgó a la ultraderecha un rotundo triunfo, pudieron escribir el proyecto de Constitución a su medida, pero en el plebiscito del mismo año una amplia mayoría rechazó la propuesta, marcando una fuerte derrota a la misma derecha extrema. “Los votantes tienen una conducta pendular”, esgrimen los analistas, pero no hay datos fidedignos que confirmen la aseveración.

Así las cosas, las miradas se posan sobre las encuestas para tratar de desentrañar los secretos del nuevo padrón electoral y proyectar resultados que podrían obtener eventuales candidaturas. Si para la derecha hay algo más de claridad, para la izquierda y la centro izquierda hay más nebulosas. Por ello quizás las primeras miradas se dirigen hacia el gabinete de ministros y ministras de Boric, donde hay protagonismos cotidianos.

Todos los sondeos colocan en un buen lugar del ranking a la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, militante comunista y presente en la escena política desde el 2011 cuando lideró las grandes movilizaciones estudiantiles, para luego pasar a una diputación por ocho años y enseguida entrar al gabinete presidencial hace dos años; su trabajo en la vocería gubernamental la coloca frente a las cámaras a diario.

En el arco de fuerzas socialdemócratas aparece el nombre de la ministra del Interior, Carolina Tohá. Militante del Partido por la Democracia, Tohá viene del ADN de la ex Concertación, con gran cercanía al ex presidente Ricardo Lagos. En la repartición que ahora conduce le ha tocado hacer frente a la crisis de seguridad pública, los problemas de la migración irregular, grandes incendios de zonas pobladas y rurales en los dos años de gobierno y la lucha contra el crimen organizado, entre otras materias. Aunque es mencionada en las encuestas, estas no la favorecen y denotan el desgaste de una gestión que no da descanso.

Mario Marcel es el ministro de Hacienda (Finanzas) que sacó al país de la espiral inflacionaria que dejó el gobierno de derecha, hizo un ajuste que no recayó en los trabajadores y por estos días celebra el aumento de la inversión extranjera de más del 19 por ciento (la mayor desde 2015), el haber evitado la recesión y un crecimiento de la economía de un 0,2 por ciento, contra todo pronóstico. El militante socialista es popularmente menos conocido, pero tiene amplia llegada a empresarios e inversionistas, además de una sólida formación técnica. Su nombre no ha sido medido en las encuestas.

Como un alumno “destacado del curso” es reconocido ministro de Justicia, Luis Codero, a quien le ha tocado hacer frente a los principales problemas que ha afrontado el gobierno, como el caso de traspaso irregular de fondos públicos a fundaciones privadas que está en investigación judicial, el otorgamiento de subsidios a víctimas de la represión de 2019 que resultaron tener antecedentes policiales o los indultos cursados a participantes del estallido social. “El bombero” le dicen en La Moneda a este independiente de centroizquierda, por su capacidad de hacer frente a los “incendios” que cada tanto se viven en la sede de gobierno. Su nombre tampoco ha sido medido, pero muchos observan sus movimientos y desempeño.

Por fuera del gobierno, siempre aparece en buenas posiciones de las encuestas la ex presidenta Michelle Bachelet, quien no ha dudado en salir al ruedo cuando hay grandes definiciones, como el proceso constituyente. Su influencia no ha disminuido pese a los años que estuvo en la ONU y ella no ha descartado de plano una eventual candidatura presidencial, aunque tampoco ha descartado la posibilidad de postular a la secretaría general de la ONU. En el Partido Socialista, donde milita activamente, la quieren convencer que puede ser la primera mujer en la historia de Chile que se ponga la banda presidencial por tercera vez.

El Partido Comunista también tiene como liderazgo destacado al arquitecto y sociólogo Daniel Jadue, que enfrentó a Boric en una primaria presidencial en 2021 y que este año cumple su tercer y último mandato como alcalde la comuna de Recoleta.

Del Frente Amplio en los sondeos aparecen dos nombres: Gonzalo Winter y Tomás Vodanovic. El primero diputado, un agudo polemista y defensor del gobierno ante las cámaras, con alta votación en el sector oriente de Santiago. El segundo, alcalde de la populosa comuna de Maipú, cuya popularidad saltó explosivamente al proponer al gobierno que llame a las Fuerzas Armadas a apoyar la acción policial contra el crimen organizado y la crisis de seguridad pública.

Pero los dos años que faltan “son una eternidad”, repiten los analistas, por lo que hay que esperar la mejor encuesta, esa que se realiza contando votos. Y eso sucederá este año, en octubre cuando los más de 15 millones de chilenos elijan sus autoridades locales.

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